Prologo

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La reencarnación es el renacimiento del alma después de la muerte, especialmente en otro cuerpo. Evitando de esta forma que se vean a los seres queridos o situaciones que se llegasen a repetir una y otra vez, pero aquí el problema es que nosotros las recordamos. Cada detalle y color, cada emoción y sabor, los recordamos como si hace apenas unos minutos los hubiésemos conocido, pero no es así.

Mi nombre es Dharma, en este momento tengo 17 años de edad y estoy corriendo por mi vida, resulta que el gran amor de mi vida resulto ser un peligroso asesino (de nuevo) y yo como su amada debo pagar por sus atrocidades (de nuevo). El vestido que se supone sería el más hermoso, ya que hoy era nuestra boda, se ensucia cada vez más por los charcos de agua sucia que no puedo evitar.

A mis espaldas se escuchan los perros buscadores, también los gritos y blasfemias de los hombres que vienen a por mi cabeza, no quiero que me atrapen con vida pues sé que quieren jugar con mi cuerpo (de nuevo). Con el paso de los años, muchos a decir verdad, te acostumbras a esto. Nacer, vivir, enamorarte de la misma persona, correr y morir. Tan fácil.

Me sujeto a un árbol para no caer, veo sobre mi hombro y ellos cada vez más se acercan, gruño molesta y sigo corriendo. Necesito llegar, debo llegar ahí.

Y lo veo, ahí está esa bella vista que él tanto me dedico. La luna alzada glamurosa y bella, brillante y enorme, es ella la testigo de cómo salto y caigo por el acantilado. Durante la caída, lo que he vivido hasta los 17 años se repite, sonrío y mi cuerpo impacta con las filosas piedras, un latido y ya estoy muerta.

҉ Karma ҉

Ahora el escenario de mi muerte es en los brazos de ella, una epidemia se ha propagado por la ciudad y no me han podido curar (de nuevo). Dharma me observa con ojos llenos de lágrimas, pero ninguna se derrama pues sabe que la esperare del otro lado (como siempre) y la recibiré con un enorme abrazo.

Ella se inclina, besa mis labios con mucha dulzura y pega su frente a la mía. Cierro los ojos, disfrutando de su bella cercanía, incluso cuando la muerte ya está tan aferrada a mis pies.

— No me queda mucho. – murmuro, dando un apretón a su mano que sostiene firmemente a la mía. – Nos vemos pronto.

— Por favor, Karma, elige un buen lugar esta vez. – se ve tan bella con piel roja y cabello negro largo y lacio, una azteca demasiado hermosa. – ¿Me has escuchado?

— Sí, no te preocupes. Veré que encuentro.

— Nos vemos entonces.

— Sí, cuídate.

Un latido más y al siguiente ya estoy muerto.

Abro los ojos, viendo ya con cansancio el lugar blanco y lleno de velas rojas, ¿nunca cambiará? Camino hacía el escritorio, ahí tras de él se encuentra uno de los ángeles que se ha encargado de cuidarnos en esta vida; me ve, apunta algo en un cuaderno de hojas doradas y en un parpadeo, estoy rodeado de completa oscuridad.

Unadulce voz se escucha, la calidez traspasa la oscuridad liquida y decido dormir,falta mucho para que nazca ¿no es así?    

Cansados De Estar DestinadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora