¿Qué Le Pasó A Connor? ¡COMPLETA!

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Subí a mi cuarto con las pastillas nuevas en la mano, las acomode en el escritorio y recogí un poco el desmadre que había en el piso.

*quizá soy sonámbulo e hice todo esto sin darme cuenta*

Al terminar me acosté en la cama y me quedé viendo el techo un buen rato, tenía mi mente en blanco.

Sentí como mi cama vibro, era mi celular que le había entrado un mensaje de Alessa.

-¿Qué tal estuvo tú día sin mí? De seguro aburrido.

Me reí al ver su mensaje.

-Más o menos lo único diferente fue que me mandaron al psicólogo hoy. Nuevas pastillas.

-Ojalá te sirvan y te quiten un poco lo loco.

-Seré un Cris mejorado.

La plática con Alessa quedó ahí, así que dejé el teléfono a un lado y me quedé viendo un buen rato televisión no había mucho que hacer.

Nuevamente sentí que la cama vibró era una llamada entrante Alexander.

-¿Qué paso? –Le contesté-

-Solo para avisarte que mañana en la mañana será el velorio de Kate para que vayas.

-Claro a qué hora.

-9

-¿Y la escuela?

-Tenemos permiso.

-Bien, entonces nos vemos ahí.

-Cris –Escuche el grito de mi mamá-

Colgué la llamada con Alexander y baje a la sala.

-¿Qué paso?

-Cena –Dijo mi madre acomodando los platos-

Me senté en la mesa y mi padres también.

-Me dijo tu mamá que ya tienes nuevas pastillas.

-Sí, son más fuertes –Le dije- así no me darán ganas de matar a nadie –Le dije sarcásticamente-

Escuche como mi padre dejo caer el tenedor en el plato y miró muy molesto.

Puso su mano en la frente y se la comenzó a sobar como si le provocará dolor de cabeza.

-Termina de comer y vete a tu cuarto.

Mí madre bajo la mirada, ya no me quiso volver a ver en todo el tiempo que estuvimos comiendo.

*Creo que la cague*

Termine de comer y me levante de la mesa, puse el plato en el lavabo y me subí sin decir ninguna palabra.

Entré a mi cuarto que se encontraba totalmente apagado y cerré la puerta.

Me deje caer sobre la cama, mis pies colgaban de ella y la oscuridad me rodeaba.

Sentí como un dedo comenzó a acariciar mi chamorro, me senté de golpe y mire al piso más no mire nada.

-¡Bu! –Susurró tocándome las costillas-

Salte y me levanté de golpe de la cama, soltando un fuerte grito.

-¡Sh! –Me dijo Alessa tapándose la boca con su dedo índice-

-¿Qué paso Cris? –Grito mi mamá desde abajo-

-Puta madre Alessa –Le dije agarrándome el pecho- ¡Nada! –Le contesté a mi mamá- ¿Cómo mierda entraste?

Alessa se seguía riendo.

-Por la ventana –Dijo señalándola- pensé que iba a ser un poco más fácil.

Prendí el foco del cuarto.

-Eres una estúpida.

Alessa camino por el cuarto y se paró al lado del escritorio se le quedó viendo a mis pastillas.

-Tus nuevas drogas –Dijo agarrándolas-

Asentí.

-En teoría esta ya no me deben dejar tener alucinaciones, son muy fuertes.

-Mierda sí que lo son –Dijo viendo la etiqueta- ¿Cada cuánto las tienes que tomar?

-En la mañana y en la noche.

-Hoy darás tu primera dosis.

Asentí.

-Ya si no te funcionan pensaría seriamente en el manicomio –Dijo ella riendo-

-Que graciosa –Dije y levante mis cejas- voy por el vaso de agua antes de que mi mamá venga a darme la pastilla en la boca.

-Ya deberían intentar ponerla en forma de supositorio quizá así te funcione mejor- Dijo Alessa seriamente-

-¿Cómo es eso? ¿Inyectado?

-Por el culo –Dijo ella sonriendo-

-Voy por el vaso de agua -Dije nervioso-

Baje del cuarto y mis padres seguían hablando en la mesa, ya habían terminado pero seguían sentados.

-Me voy a tomar mis pastillas –Les dije- por si quieren apuntarlo en el calendario –Les dije mientras me echaba agua en un vaso de vidrio-

Ellos no me contestaron nada, así que yo subí con mi vaso de agua a mi cuarto y cerré la puerta, Alessa estaba sentado en la orilla de la cama aún con el frasco entre sus manos, me senté juntó a ella y abrió el frasco dándome una pastilla.

-¿Ya sabes que efectos secundarios tiene? –Me preguntó-

-Alucinaciones –Le dije-

-No seas imbécil –Dijo riendo-

-Te diré mañana ya que hayan hecho efecto.

Me tomé la pastilla y me le quedé viendo.

-¿Y qué haces aquí? –Le pregunté-