2018 | "you know? anyone know exactly as stop all this..."
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• obra completamente original por mí
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↷ la mejor portada del mundo
RANKING ; 24 • Junio • 2018
#86 EN GRANTGUSTIN ✨�...
" Es una diva, ¿recuerdas? Tarda horas en arreglarse "
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Los días pasaron y con ellos llegó el tan ansiado lunes, primer día de clases para los hermanos D'Angelo y, claramente el único emocionado era Luke. Ese chico si que era inteligente, a él si le importaban los estudios.
7:00 a.m
Selene termino de aplicar su lápiz labial rojo mirando su reflejo en el espejo; una falda corta blanca, una blusa manga larga color verde oscuro, una chaqueta bombacha color verde militar y unos tacones negros. ¿Qué? Vampiro o no, ella tenía un gusto impecable. Colocó el collar de plata en su cuello, cortesía de su hermano, sonrió con suficiencia al ver su reflejo.
Toco la puerta del cuarto a su izquierda repetidas veces –¡Despierta, idiota!
Se escuchó un golpe en sordo y una que otra maldición a la causante del ruido –Jódete, Selene. –riendo se dirigió a la puerta de enfrente y entró solo para ver a su hermano completamente vestido leyendo un libro.
–¿Qué hice yo para merecerte? –dramatizó acercándose al castaño.
–Me haces desayuno, ¿por favor? –un puchero salió de sus labios.
–Vamos, ya está listo. –sonrió ella viendo que tomaba su mano para bajar juntos.
–¿Dónde está Sean? No quiero llegar tarde. –continuó comiendo esperando una respuesta.
–Es una diva, ¿recuerdas? Tarda horas en arreglarse. –soltaron unas risas.
–Aquí estoy. Por cierto, te oí Selene. –le lanzó una toalla.
–Esa era la idea, guapo. –le guiñó divertida pasándole un café– Ahora date prisa, Luke ve a lavarte los dientes. –en cuanto el menor subió las escaleras Sean uso su velocidad para traer dos bolsas de sangre.
–Aún no entiendo porque no quieres que nos vea alimentándonos. Ya van casi catorce años, Lene. –limpio las comisuras de sus labios tirando la bolsa vacía en un bote de basura.
–Así pasen 100 años, es algo traumatizante para un niño.
–No soy un niño. –Luke bajo con su mochila y se cruzó de brazos– Ya no tienen que andar escondiendo eso de mi, no los juzgo. Es normal en los de su especie. –encogió sus hombros restándole importancia. Sean quito la bolsa de sus labios aún de color carmesí y sonrió apuntando al niño.
–¿Ves? El si sabe. –Selene algo harta cambió su rostro por las típicas venas bajo sus ojos rojos gruñó hacia el mayor –Como sea, voy arriba y regreso.
–Danos un minuto y bajamos, ¿si? –siguiendo los pasos de su hermano rápidamente desapareció y lavó sus dientes. El aliento a sangre no era una buena primera impresión.
