CAPÍTULO V

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Aunque no te haya visto hace varios días, no pierdo la esperanza, ¿sabes?.

Voy caminando por el mismo punto donde lo vi la primera vez, cuando me encuentro con Catalina, una chica con la que hablo ocasionalmente. Ella es muy sociable, conoce a muchas personas y es bastante agradable. Está delante de mí, así que le piso un zapato para que se de cuenta que estoy atrás.

– Hola Irish, no te había visto –Ella y otros más suelen decirme Irish desde octavo grado, nadie sabe por qué, y la verdad no me molesta.

– Holi, ¿Cómo vas?

– Bien, ahí, pasándola ¿Y tú?

– Igual, oye, ¿Tu sabes qué dijo Ulises acerca del examen de mañana? –Ulises es mi profesor de trigonometría y física, y debo admitir que la única cosa que me gusta de ambas materias es él, sin duda, el único profesor apuesto de mi escuela.

– La verdad no entendí mucho, creo que....

Sinceramente no tengo idea de que fue lo que dijo, ya que me perdí su explicación en el momento en que vi al chico de ojos lindos unos metros adelante. Estaba agachado dándome la espalda y diciéndole algo a su hermanito, tenía puesta una camisa azul cielo a cuadros y su cabello se veía tan suave y brillante que por un momento sólo quise acariciarlo como a un gato. Sonreí sin pensar, y eso hizo que Catalina me mire un poco raro. Finjo que si le entendí todo lo que me dijo y sigo caminando, después de todo, no sería agradable que se enterara que tengo una pequeña obsesión con un desconocido. Desde ahí intenté seguir la conversación, pero sólo tenía en mente esos ojos que vi, con unas cejas que armonizaban perfectamente y que no había conseguido olvidar hasta ese día.

Llego a mi casa sintiéndome un poco loca, es decir, no es normal, suelo tener pequeñas obsesiones con chicos que me gustan, pero no así, él es un extraño que vi en la calle sólo una vez, no puedo ser tan débil y enamorarme de una mirada, no debería, no debí.

Amor en Tiempos de Cliché Donde viven las historias. Descúbrelo ahora