Capítulo 4 - Acompañante

130 14 31
                                    

Con su dragón elemental llegó a la entrada de la tienda de los tés de Wu donde actualmente estaban viviendo. Deshizo a la criatura mitológica.

Miró el establecimiento sin expresión alguna, para luego suspirar.

Se acercó hasta la puerta de entrada y la corrió a un lado, pasando a dentro. Ando hasta la parte atrás del edificio, encontrándose a Wu en la mesa del comedor con un té en está. Tenía los ojos cerrados, pero sabía perfectamente que estaba ahí presente.

- Sensei – Le llamó Cole sonando firme – Me gustaría pedirle algunos días libres... - Miró hacia otro lado al decir aquello, con un tono apenado ahora –.

El anciano hizo un gesto de que se sentará en la mesa y agarró la taza con el té para dar un ligero sorbo. El maestro de la tierra le hizo caso a su maestro, sentándose en uno de los cojines del suelo.

- Puedes contarnos lo que ha ocurrido, Cole – Dijo totalmente tranquilo Wu aun sin abrir los ojos. El azabache al escuchar 'contarnos' en plural se puso algo nervioso –.

Lloyd, Jay, Nya, Kai y Zane entraron a la habitación, para sentarse en los otros cojines. Todas las miradas se centraron en él.

- ¿Hay algo que te este preocupando últimamente? – Preguntó el ninja azul preocupado por su amigo –

- Has estado actuando extraño – Añadió Zane igual de intranquilo –

- Ya sabes que puedes contar con nosotros – Dijo ahora Lloyd haciendo una sonrisa apenada –.

Daba igual cuanto quisiera contarles que el Overlord seguía vivo. Si lo hacía, no tan solo el peligraba, sino también Nya y Jay. No podía permitir que el señor de la oscuridad les hiciese algo y menos por su culpa.

- Llamaron del hospital porque mi padre tuvo un accidente con el coche de los herreros reales – Intentó de nuevo sonar firme aunque por dentro tan solo se estuviese desmoronándose –.

Al escuchar eso, todos salvo Wu se sorprendieron, abriendo bien los ojos. Kai miró hacia otro lado, Zane tan solo se quedo mirando la mesa, Lloyd seguía mirando a Cole aun en shock, mientras tanto Jay y Nya se miraron entre ellos, la pelinegra tenía una mano en la boca.

- Pedí esos días libres para estar de acompañante en el hospital, verdaderamente está muy mal y necesita compañía... - Sonó nuevamente apenado, haciendo que sus compañeros se compadecieran de él – Por favor, Sensei, tan solo serán... unos días y – Iba a continuar, pero el anciano le cortó –

- Puedes tomarte los días que necesites, Cole – Habló el mayor de todos, abriendo los ojos en un tono tranquilo. El pelinegro sonrió e incluso se le iluminaron los ojos –

- Muchas gracias, Sensei Wu – Agradeció. Se levantó e hizo una reverencia con ambas manos juntas –.

Fue a su cuarto a un paso normal. Abrió y agarró una maleta de tamaño mediano. En ella comenzó a meter algunas de sus prendas limpias y dinero. La cerró y agarró por el agarre.

Al salir del cuarto, el resto de sus compañeros le esperaban. Lloyd se acercó hasta el ninja negro y le colocó una mano en su hombro.

- Deséale una buena recuperación a tu padre de nuestra parte – Sonrió el rubio a Cole, sacándole una media sonrisa al pelinegro –

- Si necesitas cualquier cosa llámanos – Dijo ahora Jay sonriendo también, haciendo un gesto de cómo si su mano fuese un teléfono –

- Sabes que puedes contar con nosotros – Añadió Nya detrás de su pareja –

- Gracias, chicos – Les agradeció Cole mirándoles –.

Salió de la tienda junto con los otros ninjas. El maestro de la tierra invocó a su dragón, no sin antes poner su maleta cargada en su espalda.

La criatura emprendió el vuelo hacia el hospital general de la ciudad de Ninjago. Sus compañeros tan solo se quedaron mirando cómo se marchaba hasta que desapareció de su campo de visión.

[...]

Llegó hasta el hospital y en la entrada deshizo su dragón. Comenzó a andar hasta meterse dentro del edificio, dirigiéndose a la zona donde los pacientes eran ingresados. Se acercó al ascensor para ir a las últimas plantas.

Una vez subió, nuevamente empezó a buscar la habitación 233. Al encontrarla, abrió la puerta y entró.

Encontró a un doctor con un portapapeles, que al verle entrar, se sorprendió un poco. Cole dejó su maleta en una silla del cuarto.

- Usted es el acompañante, ¿no? – Preguntó. El pelinegro tan solo asintió – Como ya habrá podido notar, ha sido un accidente bastante grave – Resaltó lo obvio – Lo que puedo resaltar es que tuvimos que ponerles algunos puntos en la zona del costado derecho por un corte profundo en el accidente. Una enfermera vendrá cada día para limpiársela como el resto de lesiones – Explicó – Por el momento le hemos puesto una dieta blanda, estará comiendo yogures, sopas, purés entre otras cosas, quizá en dos semanas o más podamos darle ya otras cosas, depende del paciente, incluyendo que le estaremos inyectando suero por vena los primeros días – Tan solo con escuchar estás cosas ese quebramiento dentro de él se volvía a hacer presente – Pero una cosa está clara, se recuperará – Intentó hacer que se tranquilizase al ver la cara de tristeza que puso –

- ¿Cuánto tardará? – Preguntó Cole preocupado, pero sonando firme –

- La recuperación tardará bastante, hasta que no pueda empezar a andar con muletas no le podremos dar el alta – Explicó nuevamente mientras miraba al paciente aun dormido – Hasta que no le quitemos la escayola del brazo y la herida de su costado cicatrice correctamente no le será posible andar, eso tardará bastante – Se llevó una mano al mentón – Puede que quizá unos dos meses o más... - Al maestro de la tierra se le abrieron los ojos de la impresión –

- ¿Tanto? – Preguntó para que le confirmase –

- Escuche, se que usted es un ninja y salva la ciudad a todas horas, pero le recomendaría incluso estar después de darle el alta con su padre – Dijo totalmente serio – Yo también hago mi trabajo –.

Nada más el doctor dijo aquello, salió del cuarto, dejando a un Cole pensativo. No podía perder los nervios en unos momentos como esos.

- Podría haber fingido estar enfermo o algo por el estilo en vez de hacerle esto a mi padre, ¿sabes? – Comentó irritado al Overlord. Este le escucha perfectamente –

- Se perfectamente que tus amiguitos son más inteligentes de lo que parecen – Le contestó en un tono normal – Si ellos no hubiesen descubierto la farsa, lo habría hecho el anciano – El azabache suspiró –.

No se desharía del señor de la oscuridad tan fácilmente.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Apr 01, 2018 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

The Color of your Heart  || Lego NinjagoWhere stories live. Discover now