Alex y Rubius tras un suceso que había pasado algunos años atrás el menor se había enamorado del mayor sin saber lo que el destino le preparaba. Al principio un dolor lo inundó hasta escuchar la voz del mayor; tras ciertas palabras reveló sus sentim...
La noche era fría, lluviosa y daba ese toque de tristeza y nostalgia, "como si fuese una película en una escena triste" pensaba el menor de la relación fijando su mirada a través de la ventana del departamento, llevaba sentado ahí, en la misma posición sin decir nada prácticamente desde que había comenzado a llover casi media hora atrás. Rubén miraba a su esposo sin decirle nada, sentía que algo le preocupaba al menor, pero no sabía como acercarse a preguntarle algo que no tendría nada de sentido. Pasaron un par de minutos y el mayor ya se encontraba abrazando al menor por la espalda, recargando suavemente su mentón en el hombro del antes mencionado, este al sentirlo pegó un pequeño brinco, pero se quedó ahí aceptando el gesto que le brindaba su pareja, este se limitó a seguir en lo suyo; hundirse en sus pensamientos mientras veía a la gente pasar por ahí.
Alex no comprendía como la gente que al llover corría a refugiarse de esta, personalmente en chico disfrutaba mojarse con esas pequeñas gotas que caían del cielo -Salgamos a la lluvia ¿si?- dijo en un tono algo dulce y bajo mientras el mayor se limitaba a verlo, el cual al ver a su esposo con anhelo por salir, simple y sencillamente asintió para cumplir el "capricho" de su amado.
Ambos se levantaron, uno de ellos tomó las llaves y ambos salieron del apartamento, se dirigieron a la azotea del edifico, puesto que este tenía un lindo patio ahí. El menor de ambos al estar ahí prácticamente corrió al centro del patio y se quedó ahí parado mirando hacia arriba dejándose mojar completamente. El castaño se quedó viéndolo sin decir nada hasta que decidió acercase, cargo de la cintura al más pequeño y se acercó a su ro Sotero besándolo de forma lenta, dulce y tierna.
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Y ahí estaban, bajo la lluvia, besándose, sonriéndole al contrario, demostrando sus sentimientos de manera tímida, de manera inocente, como si fueran dos pequeños descubriendo y sintiendo por primera vez el amor verdadero. -Deberíamos volver adentro, estás empapado y no quiero que te resfríes bebé- dijo el mayor besando la punta de la nariz del peli negro y bajándolo con cuidado al suelo.
-Solo un poco más, por favor- Alex tomó la mano del mayor y entrelazó sus pequeños dedos con los del contrario, recibió como respuesta una dulce sonrisa del mayor seguida de un"está bien... solo un poco más".
El mayor no negaría que él también estaba disfrutando esto, había una pequeña banca ahí, por lo que ambos fueron a sentarse ahí, nuevamente ninguno decía nada, pero el silencio que los acompañaba era bastante agradable. Un par de minutos fueron suficientes para que Alex rompiera el silencio y dijese viendo a su pareja -Ya tomé una decisión Rubén...- el chico se le quedó viendo sin entender sobre qué se refería -Quiero adoptar a los hermanitos que están en el orfanato.... No quiero que los separen- sonrió dulcemente al mayor, este acarició la mejilla del más bajo.
-Claro cariño, si así lo deseas- Nuevamente una dulce sonrisa pintaba el rostro de ambos chicos -Si lo deseas mañana mismo iremos ¿te parece?- el menor asintió y abrazó al más alto "Te amo... lamento haber sido un idiota contigo" susurro el menor sin soltar a su esposo, este solo besó su cabeza -Tranquilo amor, está bien... Te amo más-.
El más alto cargó al chico y se adentró al interior del edificio, un par de minutos después y estaban en su departamento, tomando un baño caliente para evitar enfermarse. Al terminar se pusieron su pijama y se sentaron juntos en el sofá con una manta cubriendo a ambos, ellos veían una película entretenidos, hasta que el sueño se apoderó de ellos y cayeron en brazos de morfeo, durmiendo tranquila y plácidamente hasta la mañana siguiente.
