K I N G #1

XXXIX

XXXIX. Rojo.

Mi mente no procesa del todo lo que acababa de pasar.

Las palabras del príncipe siguen rondando por mi cabeza, pero no quiero pensar más en estas.

A la mañana siguiente me despierto ante unos golpes en la puerta, tallo mis ojos antes de bostezar, me pongo de pie sin muchos ánimos que digamos y abro la puerta.

-¡FELIZ CUMPLEAÑOS! -Sky aparece en mi campo de visión sosteniendo un pequeño pastel con velas.

-Muchas gracias Sky. -Digo antes de notar a un guardia detrás de ella.

La rubia entra a mi habitación, y el guardia extiende un enorme ramo de tulipanes hacia mi, no dice absolutamente nada, cuando recibo las flores este se da media vuelta y se marcha.

Sonrío sabiendo perfectamente que las flores las ha mandado Nash, coloco los tulipanes en mi cama, estos abarcan casi todo el centro de esta.

-Estoy esperando a que me digas quién te ha mandado semejante cosa tan bonita. -Sky habla a mi lado.

Hay una tarjeta en el ramo, extiendo mi mano hacia esta y la tomo para abrirla y leer su contenido.

"He decidido que los tulipanes son tus flores. Feliz cumpleaños, cariño."

-¿Ha sido tu príncipe Nash? -Pregunta con curiosidad.

-Si, fue él. -Respondo sin poder ocultar la sonrisa en mi rostro.

Escucho como Sky da un chillido de felicidad junto a mi. -Ese príncipe es demasiado perfecto, aveces pienso que tanta perfección no puede ser real.

Yo también pensaba lo mismo.

Nash era el príncipe encantador que aparecía en cada cuento de hadas, con cualidades que no se ven últimamente en las personas.

Nash era un sueño, uno demasiado bonito como para querer despertarse.

-Hablando de príncipes, ¿ha pasado algo interesante con el príncipe Sean? -Pregunta y yo niego.

-Últimamente se dedica a ignorarme. -Respondo, dejando a un lado lo que había pasado ayer por la noche.

-¿Y esas son buenas noticias? -Me encojo de hombros.

-Supongo que si.

-Bueno, no te interrumpo más, me voy para que te cambies.  -Dice y me abraza para posteriormente dejar mi recámara.

Me quedo ahí parada, mirando con ensueño los tulipanes que Nash me había mandado, no dejaba de sorprenderme.

Suspiro alejando mi vista de estos, tenía que bañarme para comenzar otro día en el castillo.

Cuando finalmente me encuentro lista me dirijo a la cocina donde me entero que el príncipe había salido y que no sabían a qué hora regresaría, sinceramente no me sorprendió.

⚔️⚜️⚔️

La noche cayó rápidamente, Sky me había dicho que el pequeño festejo comenzarías pasadas las once de la noche, debido a que esa hora era cuando la mayoría de los empleados ya estaban casi desocupados.

Ya casi eran las nueve de la noche, me encontraba junto a mi nana en la cocina.

-Deberías de irte a arreglar, ya se está haciendo tarde. -Mi abuela me dice y pienso en hacerle caso.

Una de las otras sirvientas entró diciendo que el príncipe había regresado, y que no quería que lo molestaran.

Mi nana y yo intercambiamos miradas, lo único bueno de la situación era que no tendría que llevarle la cena, y quizá eso significaba que tampoco tendría que ir a verlo más tarde.

-Ya que al príncipe no se le ofrece nada, me voy a mi recámara. -Digo y mi nana asiente antes de abrazarme y felicitarme como por décima vez.

Me marcho de la cocina pensando en si debería usar el vestido negro, o el gris que mi madre me trajo la vez que vino.

Abro la puerta de mi habitación y lo primero que noto es que los tulipanes ya no se encuentran en la cama, sino arriba de la mesita de noche que se encontraba junto a la silla acojinada.

Lo siguiente que noto es una larga caja negra con un moño rojo puesta en el lugar en el que los tulipanes se encontraban anteriormente.

Hago una mueca de confusión mientras me acerco a esta, remuevo la tapa de la caja, el contenido de esta se encuentra cubierto por papeles del mismo color del moño, hay un sobre negro, decido no abrirlo hasta saber que era lo que la caja contenía.

Remuevo los papeles, mi boca se abre en asombro en cuanto veo la tela de lo que parece ser un vestido rojo, lo extiendo y efectivamente lo es, es hermoso, luce bastante fino, pero la finura de la prenda no es lo que me sorprende, es la etiqueta de este con el sello real, solo había visto a la realeza usar prendas con esa etiqueta.

El vestido probablemente valía más que mi vida.

Dejo a un lado la prenda apresurándome a abrir la tarjeta, para comprobar si mis sospechas eran ciertas sobre el responsable detrás de este obsequio.

"Quiero verte usando este vestido, póntelo esta noche."

Incluso en una nota se las ingeniaba para dar órdenes.

Vuelvo a tomar el regalo entre mis manos, la tela de encaje es demasiado suave, no me imaginaba al príncipe escogiendo ropa para mi, ¿acaso por eso se había desaparecido durante todo el día? Niego rápidamente, estaba soñando muy alto.

Decido meterme a bañar para así poder probarme el vestido y comenzar a arreglarme, cuando termino de bañarme seco mi cabello para poder peinarlo más tarde.

Aplico un poco de maquillaje, después de todo no era como si tuviese mucho aquí en el castillo, decido atar mi cabello, la verdad es que siempre he encontrado fastidioso traerlo suelto.

Cuando siento que me encuentro lista es cuando me pongo el vestido, la talla era la correcta, parece que fue mandado a hacer específicamente para mi. No es nada revelador, y eso es lo que me gusta, es de manga larga y me llega como un dedo debajo de la rodilla.

Tiene un cierre a lo largo de la espalda, batallo un poco en subirlo, pero eventualmente lo logro.

Me miro en el espejo sintiéndome satisfecha con mi apariencia, en si paso más tiempo mirando el vestido que mi reflejo.

Desvió mi mirada hasta los tulipanes que Nash me había mandado y no puedo evitar compararlos.

Un príncipe era como el fuego, y el otro príncipe era como hielo.

Y yo sabía que eventualmente me quemarían.

Hola, hola. Perdón pero me equivoqué, lo del cuarto blanco se explicará más adelante. Quién como Thea que ya tiene dos sugar daddies. Una pregunta, ¿como se imaginan a Thea? ¿Si tuvieran que elegir a alguien para representarla quién sería? Los amo. ⚡️