Cap 10

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Narra Chat.

Aun no estaba del todo seguro por el Plan B de Plagg pero, ¿que puedo perder?
Una vez que termine la sesión de fotos, volví a casa y me transforme. Salí por la ventana y me dirigí a la casa de Marinette.

El atardecer comenzaba cuando la encuentre, sentada en el balcón con un cuaderno y un lápiz más no lo usaba, tal vez tenia problemas para inspirarse.

Ahí hice mi entrada.

¡Bonsoir, madam!– la salude desde el techo.

– ¡¿EH!?– dio un pequeño salto por el susto y cayó su lápiz al suelo, creo que fue mala idea asustarla– ¡¿Chat noir!?

– Disculpa, no tenia intención de asustarte– me ubique en la baranda del balcón para verla de frente.

– ¡Ah no!... No te preocupes, de todos modos no estaba haciendo nada– acomodó un mechón de su cabello detrás de la oreja– y ¿que hace el gran súper héroe de París en mi balcón?

– Pasaba por aquí y me tope con bella flor y quise hacerle una visita.

Guiñe mi ojo pero ella rió sutilmente.

– Jajajaja gato loco.

– Ok me atrapaste– alce mis hombros bromeando– la verdad te quise visitar para saber como estabas, digo... después del incidente con el akuma.

Su sonrisa desvaneció.

– Ah eso, amm estoy bien... no tengo nada– desvío la mirada.

– Tu mirada me dice otra cosa– siguió en la misma posición y continúe– mira, ¿Marinette, no?– asintió– no te conozco mucho pero a metros se ve que eres una chica muy alegre y positiva, ¿que te ocurrió?

– Es... una larga y... triste historia.

– ¿Quieres desahogarte?– la mire haciéndole ver mi interés por su problema y también me miró.

– ¿De verdad quieres oírlo?

– Mari, te lo digo porque no me gusta verte así.

Vi un poco de sorpresa en su rostro, tal vez porque le dije Mari o por el hecho de que sabe que me preocupa. Siendo cualquiera de los dos, del improviso la tome en brazos y la cargue.

– ¿Em... q-que haces?

– ¿Alguna vez has visto el atardecer desde la torre Eiffel?

– Amm este no, jamas.

– Entonces sera un bello lugar para charlar. Sujetate fuerte. 

Me abrazo por el cuello aun insegura. Comencé el camino directo a la Torre Eiffel, el cielo se pintaba de bellos colores anaranjados y purpura creando un panorama tranquilo, a Marinette le encantará. Ya estando en la punta, la baje con cuidado.

– Listo, llegamos– volteó mirando el paisaje alrededor, el sol se comenzó ocultar justo detrás de las casas mostrando un brillo espectacular, es justo aquí donde se puede disfrutar el espectáculo.

– ¡Wow, que belleza!– dijo posicionándose a la baranda y yo me senté ahí.

– Pues, te lo agradezco.

– ¡No tú, el atardecer!

– ¿Dices que este gato no te aparece lindo... o apuesto?– hice puchero con ojitos enternecedores.

Ella rió.

– Loquillo, mejor mira el paisaje.

Reí con ella y miramos al frente, pero decidí hablar después de unos minutos.

El corazón que no vi - ||Marichat||Where stories live. Discover now