A dos cuadras.

cinco.

—Cierto— y caminó de regreso, pero con la misma furia "disimulada". Ella no comprendía porque estaba tan molesta, sólo reaccionó así y fue lo que le pareció correcto.

Jihyo la miraba preocupada, nunca había visto a Momo sin una sonrisa, solía enfadarse por cualquier tontería y hacer un puchero y hasta ahí. Pero ahora no. Bueno, Momo al parecer había olvidado el porque de su enojo, porque ya estaba sonriendo tranquilamente y comenzó a tararear una canción.

Que rara...

Mientras tanto, Nayeon ya había perdido tres clases seguidas, todo por estar perdiendo el tiempo junto a Jennie, escondiéndose el prefecto por todas partes de la escuela. Según ella no perdía el tiempo, sólo veía y veía con mucha atención a Jennie, quien contaba muchas de sus aventuras no del todo legales junto a sus otras tres amigas.

—Algún día te llevaré con ellas, para que veas lo que es verdadera diversión.

Nayeon la veía con mucho asombro, el cual se esfumó al darse cuenta de la situación. ¿Por qué las historias ligeramente aburridas de Jennie le causaban tanta maravilla? Tal vez no le impresionan sus anécdotas, si no ella misma.

—Bien, tengo que irme Im, pareciera que no me interesan las materias, al menos no todas, pero de todas formas asisto a la mitad así que, me voy— Jennie se levantó del césped, del bolsillo derecho de su chamarra le dio un papel arrugado a Nayeon y se fue, dejándola en medio de las canchas sin siquiera dejar que ella le respondiera. Sólo una Nayeon muy confundida.

—¿En dónde estabas? —preguntó Momo, caminando hacia a ella, finalmente la había encontrado.—No estuviste en la mitad de las clases de hoy.

—¿Y eso te interesa?— rápidamente guardó el papel en el bolsillo del uniforme.—Estás con Sana o Jeong en las clases, puedes sobrevivir sin mí.

—¡Es-Ese no es el punto!— agitó sus manos y cerró los ojos. Ahora su mirada era seria, y eso le asustó un poco a la mayor.—Dejaste a Jihyo sola, lo bueno es que se quedó con nosotras durante el descanso. Pero estaba muy preocupada por ti, y confundida al no saber porque no le dijiste a donde ibas.

—Ella si sabía— dijo con bastate obviedad. "O al menos debió de suponerlo".

—¡Te fuiste al terminar la primera clase! Ella salió de su aula y preguntó por ti, ¿y sabes qué? No supe responderle, ¡porque de la nada te fuiste con esa chica!

—Era Jennie, quien te dio una dona, solo Jennie. No pasó nada fuera de lo común, estábamos hablando, ¡no fumando marihuana! ¡Ahora sólo deja de molestar!— Nayeon caminó violentamente, pero Momo trató de prohibirle el paso. Nayeon ya estaba furiosa; empujó a Momo para apartarla, pero no contó con que tropezaría con sus propios pies, para así caer sentada. Nayeon estaba preocupada, pero no quiso demostrarlo.

Nayeon le ofreció la mano a Momo, y ésta en vez de tomarla y levantarse jaló a la mayor haciendo que también cayera, ahora ambas recostadas en el césped.

—Ésta sería la cuarta vez en la que no estoy contigo en clases— Nayeon podía apreciar el perfil de Momo sin que ella lo notara, pues mientras hablaba ella miraba hacia el cielo, cubierto de pequeñas nubes.

—Lo siento, supongo, iré con Jihyo después.

—Está bien, te entiendo. Cuando uno gusta de alguien hace todo lo posible para no separarse de ese alguien, y suele ser algo inconciente. Está bien.

—¡Jennie no me gusta! ¡No me gustan las chicas!

—Nunca te ha gustado un chico.

—Eso no significa que sea una lesbiana como tú.

—Deberías probarlo, hay más felicidad de este lado que del que supuestamente estás tú.

—¡Cállate ya!

Lo pensó mucho. ¿Y si ésta era su oportunidad para preguntarle acerca de Mina?

—Oh— sonó el celular de la japonesa.—Es Sana, deberíamos irnos a la próxima clase.

Mejor no. En otro momento podrá preguntarle.

[...]

—¿Entonces te dio su número? Ya decía yo que estabas haciendo algo raro.

—Jihyo, es enserio— cerró su casillero con firmeza. Era la hora de la salida.—Lamento no haber estado contigo casi todo el día.

—Tranquila Nayeonnie, sólo que no descuides tus calificaciones por un enamoramiento.

—¿¡Enamoramiento?! ¡No es cierto!

—Oh, vamos. Ni siquiera cuando Momo te ha dicho que te saltes clases con ella lo haz hecho. ¡Y es tu mejor amiga! Después de mí, claro está.

¿Por qué siempre que Nayeon hablaba sobre el repugnante amor instantáneamente la relacionaban con ella? Es que no, no era algo bueno. Nayeon jamás sentiría algo por una mujer, y si fuese así definitivamente no sería por Momo.

—Momo no es mi amiga— caminaron juntas por el gran pasillo hacia la salida, atravesando un mar de gente. No se dio cuenta de algo.

Estaba parada, detrás de ella, con un pequeño papel estrujado en su puño derecho. Sus piernas temblaban y se sentía más confundida de lo normal.

¿Entonces nunca ha sido su amiga?

—Oye Nabongs— decirle así le dolió un poco, ahora todo se veía falso.—Se te cayó esto.

La mayor volteó muy asustada.  ¿Había escuchado aquello?

—Ya no será necesario que yo consiga el número por ti. Hasta luego...—sonrió como si nada.

—¿Te irás sola?

No respondió, desapareció entre tantos estudiantes, sin dejar ver que Momo sostenía sus lágrimas con mucho esfuerzo.

—Eso estuvo cerca—suspiró Jihyo, pero al ver que Nayeon  continuaba mirando en la dirección que la japonesa tomó, agarró su mano, arrastrándola hacia afuera del Instituto.

—¿Debería decirle "Hola soy Jihyo, quien te ama fervientemente"?

—No seeeeeee. ¡Ya te dije que no sé!

Finalmente Nayeon robó el celular de Jihyo y le mandó el mensaje. "Hola :3"

Espero haya quedado bien,lamento  las faltas de ortografía.  Fue algo de último momento.

Adiós por un tiempo.

(: