Llegue a casa y toque la puerta.

Repito, necesito hacer una copia de las llaves.

Puse el cigarro entre mis labios y guardé los audífonos dentro de mi bolso para que no se estropeen.

La puerta se abrió dejando ver a Hunter frente a ella.

Saqué el cigarro de mi boca con mis dedos.

—Déjame pasar— dije y a continuación pité una vez más del destructor de pulmones.

—¿Fumas?— dijo serio sin dejarse entrar.

—No, es un caramelo con forma de cigarro— dije con sarcasmo y pase por su lado.

Planeaba apagar el cigarro en el fregadero Roa que mi hermano no lo viera pero debí haberlo hecho cuando aún no había llegado ya que era tarde. Mi hermano junto a los simios estaban sentados en el sofá viéndome con la ropa media mojada y un cigarro a medio fumar entre mis dedos.

—¿Catherine qué haces con un cigarro?— dijo James asombrado.

—No lo se tal vez ¿fumar?— dije obvia y llevé el cigarro a mi boca para luego sacarlo y apagarlo en el fregadero.

—¡Tienes 17 años! No hagas eso nunca mas, es perjudicial para tu salud— dijo.

Lo mire mal.

—Con esa cosa entre los labios te ves más sexy de lo que ya eres— dijo Matt mordiéndose el labio.

—Tu hermana se quiere hacer la francesita fumando cuando no sabe ni lavarse la ropa— dijo Hunter mirándome molesto.

—No te metas— le dije de mala manera.

Okey, definitivamente debí haber apagado antes el cigarro... ¡o directamente nunca haberlo prendido!

Salí de esa incómoda conversación de brazos cruzados yendo a mi habitación en la que me tire en mi cama y suspiré.

*

Había estado horas encerrada en mi cuarto sin hacer absolutamente nada más que leer y usar el celular.

Me decidí por bajar y comer algo o hacer cualquier cosa porque el aburrimiento me mataba.

—Cat, Cat, Cat— me lamo Cole.

—¿Quep?

—¿Tienes ganas de ir a comprar la cena al supermercado?— dijo haciendo un puchero.

—Ni loca— dije abriendo el refrigerador.

Okey, si que no había comida. Sin exagerar, había solo dos huevos y un sachet de leche.

—Piedra, papel o tijeras para ver quiénes dos van— propuso Luke.

Asentí con la cabeza. Era buenísima en este juego, nadie pero nadie me gana nunca.

Todos se acercaron e hicieron una especie de ronda.

—¡Piedra, papel o tijeras!

Luke saco piedra y James sacaron piedra, Hunter, Cole y yo tijeras.

Mi hermano y Luke salieron de la ronda y chocaron los puños porque no saldrían a comparar.

Quedábamos Cole, Hunter y yo. Solo uno podía ganar y los otros dos irían a hacer las compras. Espero ganar o aunque sea perder peor no tener que ir con el idiota de Hunter.

—¡Piedra papel o tijeras!

Hunter y to sacamos papel, mientras que Cole saco tijeras.

Mierda.

—¡Trampa!— dije.

—Se buena perdedora— dijo Matt acercándose y apoyando su codo en mi hombro— y tráeme una barrita de chocolate.

Lo fulminé con la mirada y saqué su brazo de mi hombro.

—Genial— dijo Hunter con sarcasmo— no pararé a comprar cigarros ¿o tal vez esta vez quieras una botella de vodka?

Lo fulminé con la mirada y agarré las llaves para salir de la casa.

Hunter fue atrás mío, decidimos ir caminando ya que el viaje era corto. El supermercado quedaba a tan sólo unas cuadras y no tenía muchas ganas que digamos de estar encerrada en un auto con un simio.

Nuestros pasos estaban sincronizados, había un silencio incómodo y cada tanto notaba que Hunter me veía oír su rabillo.

—¿Vendrás a la fiesta?— dijo rompiendo con el silencio.

—Ajá.

—Intenta no emborracharte.

—¿Por qué no?

—Porque no se si sabías que dicen que la gente borracha siembre dice la verdad.

—¿Y...?

—Y que no quiero que me declares tu amor. No eres mi tipo.

Solté una carcajada.

—¿Por que crees que me gustas?

—Le gusto a todas— dijo obvio.

—Bueno a todas menos a mi.

—¿No te parezco lindo?— se detuvo en seco.

Lo mire arriba a abajo y me hice la que pensaba.

—Mmmm ¡no!— mentí. Claro que era lindo, eso no quiera que sea un idiota. No era mi tipo peor no podemos negar que tiene todo lo que una chica busca.

—Se que mientes— dijo con arrogancia.

—Eres un poco engreído ¿no crees?

—Nah, digo las cosas como lo son.

Rodé los ojos y apresuré el paso.

Viviendo con playboysWhere stories live. Discover now