Amor de Oscuridad

CAPÍTULO 8 "UNA ESPERANZA PARA EL MUNDO"

Narra Constantine Belotti.

Hace más de dos años que este mundo se consumio en muerte y caos.
Todo se perdio por la llegada del virus y desde aquél entonces ya nada volvió a ser igual.
Aquél día estaba a punto de iniciar con mi clase cuando el agente Bernd entro con sus hombres y me llevaron del lugar porque necesitaban mi ayuda.

Mientras me trasladaban a sus instalaciones no podía evitar el caos que se estaba armando en las calles y avenidas, el tráfico estaba tan saturado que era imposible salir. Multitudes de personas llenaron todas la vias tratando de evacuar. Entonces el agente Bernd no tuvo de otra que pedir un helicóptero de evacuación.
Lo consiguió pero el problema era que teniamos que ir a la terraza de algún edificio despejado y con una bengala dar la señal de posición.
No había tiempo que perder, bajamos del vehículo mientras el agente Bernd recibía indicaciones por radio, sus hombre se pusieron a lado mio mientras era escoltado.
Cada uno de ellos habría paso entre la multitud de gente para llegar mas rápido, entonces al llegar a una zona llena de departamentos el agente Bernd señalo un edificio que tenia el suficiente espacio como para que el helicóptero descendiera, entramos y empezamos a subirlo piso por piso.
Los inquilinos del lugar salían como hormigas de allí, pero no eran demasiados asi que no dificultaban nuestro paso por las gradas. Al llegar a la azotea el agente Bernd sacó una bengala de un bolso negro y la prendió, dio señales al helicóptero y este en un par de minutos apareció entre los edificios. Estaba empezando a descender cuando se escucho el grito de varias personas pidiendo ayuda desde abajo, repentinamente empezaron a subir el lugar. Los hombres del agente Bernd aseguraron la entrada a la azotea con unas tablas que habian a lado,entonces docenas de personas se acercaron intentando llegar hasta el helicóptero. El helicóptero aterrizo y dos soldados armados salieron, el agente Bernd me metió adentro y llamo a sus hombres, estos corrieron lo mas que pudieron para llegar salvos allí, subieron y despegamos.
Ya una vez adentro el agente Bernd pidió que nos apresuraramos.
Pude notar la presencia de algunos científicos e incluso profesores conocidos dentro de la nave, los cuáles tambien fueron reclutados por estos hombres.
Me acerqué a uno de ellos que por medio de una TV de mano, veía las noticias de lo que estaba pasando, no lo podía creer habian personas matandose entre sí.
Al llegar aterrizamos sobre una gran plataforma de cemento.
Bajamos y inmediatamente me percaté que era una base militar fuertemente resguardada. Todos fuimos escoltados hasta llegar a un hangar que tenia un ascensor subterráneo, al descender nos dimos cuenta de que tan solo era la entrada de un gigantesco laboratorio.
Todo el mundo estaba de un lado para otro, el agente Bernd nos llevo a todos a una sala donde al instante nos explicaron lo que estaba sucediendo.

Después de horas de charla nadie lo podia creer, el virus se había expandido por todos lado causando como síntoma principal el canibalismo.

Veíamos las noticias de todo lo que sucedía, se estaban perdiendo ciudades enteras y una de las últimas noticias que vi en la TV fue que en todo el mundo estaba sucediendo lo mismo.

Toda la base entró en un nivel alto de seguridad, le negaban la entrada a políticos y cenadores, ya no había ley.

Inmediatamente nos pusieron a trabajar en algún remedio para esto, no sabíamos que hacer, era algo desconocido lo que queriamos hacer.

Al cabo de dos dias, se escuchó que la base habia sido penetrada por gente infectada, el agente Bernd sello todo el hangar que cubria el laboratorio para que nadie entrará.
Seguiamos trabajando y no habia nada que pudiéramos hacer, allí abajo viviamos como reyes ya que el lugar contaba con demasiadas provisiones, pero nadie podía hacer nada por detener esto.