CAPITULO 4 "NÓMADAS"

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Ha pasado bastante tiempo desde que abandonamos el bosque y desde que desgraciadamente perdimos a Crystal.

Ahora viajábamos por el Sur del país sin rumbo alguno. Ya no buscábamos un lugar estable para quedarnos, ahora simplemente viajábamos sin importar que.

Recorrimos varios lugares en busca de provisiones, pero con el pasar de los días estos eran muy difíciles de encontrar.

Lo que por suerte si encontrábamos eran municiones y armas, ya que en la mayoría de los pueblos cercanos a granjas y fincas era normal que los terratenientes las tuvieran.

Por una rotura de embrague, hace unas semanas atrás tuve que abandonar la Harley en un pequeño pueblo llamado "Buena Fé" al norte de lo que quedaba de la ciudad de Quevedo.

Desde que perdió a Crystal, Richard tuvo un cambio radical en su forma de ser. Se volvió serio y de pocas palabras, ya no hablábamos más sobre el pasado y a la hora de matar infectados era un completo y sádico monstruo. Se consiguió unos guantes de cuero que le cubrían hasta la mitad de los dedos, a los cuales les adherió filas de alambres de púas a cada uno.

Cuando nos enfrentábamos a pequeños grupos, él se quitaba su arma y su cuchillo del cinturón para posicionarse y enfrentarse cuerpo a cuerpo con sus guantes de púas. Disfrutaba masacrarlos uno por uno, aplastándoles el cráneo, rompiéndoles las rodillas e incluso arrancándoles la columna a los infectados que estaban en un alto grado de descomposición.

No me gustaba que hiciera eso porque habían veces en las que se descontrolaba y incluso cuando ya los había liquidado totalmente, tomaba su arma y les disparaba por doquier desperdiciando munición. Hacer eso atraía a más infectados por el ruido, obligándonos a huir de inmediato abandonando algunas pocas provisiones. Pero igual entendía sus razones.

En fin con el pasar de los días seguíamos nuestro camino. Allanábamos casas buscando provisiones y algo de municiones. Con la ayuda de unos mapas que conseguí en un municipio abandonado, logre ubicar diversas carreteras que llevaban a zonas un poco lejanas.

Un día llegamos a un pequeño pueblo llamado "Zumbahua", faltaban pocas horas para el anochecer así que decidimos pasar la noche allí.

Entramos a un Hostal y lo primero que hicimos fue asegurarnos de que las instalaciones estén libres de infectados. Luego buscamos un cuarto y nos metimos dentro.

_Bien este lugar es amplio, me acomodaré en aquella cama. _Richard.

_Esta bien, prepararé algo de comer. Hasta eso intenta buscar algo que nos pueda servir._Dije.

Richard se acercó a la cama y se lanzó contra ella mostrando un gesto de confort, luego se levanto y comenzó a buscar entre cajones y guardarropas. Cuando llamó mi atención.

_Hey Darren mira esto. ¿Crees que aún funcionen? _Richard mientras me mostraba un par de Ipods.

_Pues inténtalo, quizás funcionen. _Dije.

Richard presiono unos botones y rápidamente estos se encendieron. Selecciono una canción de uno de ellos y esta empezó a sonar.

_Bien si funcionan, ten toma el otro. Seguiré buscando un poco más. _Richard mientras me daba el otro Ipod.

_Gracias, me avisas cualquier cosa. _Dije.

Regresé a la sala y destape un par de latas de maíz dulce para cenar, cuando Richard me llamó nuevamente.

_Darren!! Ven aquí ahora. _Richard.

_Que pasa? Ya voy!. _Dije.

Puse las latas sobre una pequeña mesa y rápidamente fui donde Richard.

Amor de OscuridadWhere stories live. Discover now