capitulo 1

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La detective Mackenzie White se preparó para lo peor a medida que caminaba a través del maizal aquella tarde. El sonido de los tallos de maíz le ponían nerviosa cuando pasaba entre ellos, un sonido apagado, que rozaba su chaqueta al pasar de una fila a otra.

Parecía que el claro que estaba buscando estuviera a kilómetros de distancia.
Por fín llego a el, y cuando lo hizó, quedo petrificada, deseando estar en cualquier otra parte antes que alli. Tenía ahi el cuerpo sin vida mayormente desnudo, de una mujer de treita y tantos años, atada a un poste, con el rostro congelado en una expresión de angustia.
Era una expresión que Mackenzie deseaba no haber visto jamás -y que sabía, no olvidaría nunca-.

Cinco policías se movían por el claro, sin hacer nada en particular.
Trataban de parecer ocupados, pero ella sabia que solo estaban intentando entender que había sucedido. Estaba convencida de que ninguno de ellos habia visto antes algo como esto. A Mackenzie no le llevo ni cinco segundos de ver a la mujer rubia atada al poste de madera para saber que había algo mucho más grave en esta história. Algo que no se parecía a nada con lo que ella se hubiera topado jamás. Esto no era lo que pasaba en los maizales de Nebraska.

Mackenzie se acercó al cuerpo y caminó alrededor suyo lentamente.
Mientras lo hacia, sintió como la observaban los demás agentes. Sabía que a mas de uno les parecía que se tomaba su trabajo demasiado enserio.

Se enfrentaba a las cosas con demasiada meticulosidad, buscaba pistas y conexiones de una naturaleza casi abstracta. Pues era la mujer joven que había llegado al puesto de detective demaciado rapido según el parecer de mucho de los hombres de la comisaría, y ella lo sabía.
Era una chica ambiciosa y todos asumían que tendría mayores aspiraciones que ser una detective con las autoridades de una pequeña localidad de Nebraska.

Mackenzie los ignoró, se concentró solamente en el cuerpo, espantando a las moscas que salieron volando en todas las direcciones.
Revoloteaban espasmódicamente alrededor del cadáver de la mujer, creando una pequeña nube oscura, y el calor ni le estaba haciendo ningún favor al cadáver. Había hecho calor todo el verano y parecía que se hubiere recogido todo ese calor del maizal y se hubiera traido justamente aqui.

Mackenzie se acercó a ella y la estudio, tratando de reprimir una sensación de náusea y una ola de tristeza. La espalda de la mujer estaba cubierta de cortes. Parecian de naturaleza uniforme, probablemente colocados ahi por el mismo instrumento.
Su espalda estaba cubierta de sangre, en su mayor parte, seca y pegajosa. La parte de atrás de su tanga también estaba cubierta de sangre.
Cuando Mackenzie termino de dar la vuelta alrededor del cadáver, un policía bajito pero robusto se acercó a ella. Le conocía de sobra, aúnque no le caía especialmente bien.

—que hay. Detective White— pregunto el jefe Nelson.

—jefe—le contesto ella.

—¿donde esta Porter? —
A pesar de que no había nada de condescendencia en su voz, ella la percibió. Este endurecido jefe de policía local de cincuenta y tantos años no queria a una mujer de veinticinco ayudando a solucionar este caso. Walter Porter, su compañero de cincuenta y cinco años, seria mas indicado para el trabajo.

—atrás en la autopista—dijo Mackenzie —esta charlando con el granjero que descubrió el cadáver. Llegará enseguida—.

—esta bien—dijo Nelson, claramente algo más cómodo —¿que te parece esto? —.

Mackenzie no estaba segura de como responder a eso. Sabía que el le estaba poniendo a prueba. Lo hacía de vez en cuando, hasta con cosas sin importancia en la comisaria. No se lo hacía a ninguno de los demas agentes o detectives, y ella tenia bastante claro que solo se lo hacía a ella porque era joven y mujer.

Antes de que MateWhere stories live. Discover now