Izuku vuelve a voltear el rostro para verla. Lo que ha dicho suena sorprendente. Jamás oyó de nada así.

—Eres increíble, Momochan —suelta con debilidad, pero entonces siente que le entra un cansancio avasallador. Los párpados empiezan a entrecerrársele y, aunque intenta permanecer despierto, no alcanza a lograrlo. Apenas logra escuchar a Momo explicándole que el sueño es normal, porque su cuerpo está usando mucha energía para recuperarse. Que descanse. Pero que debe comer cuando vuelva a despertar.

O algo así. Algo así.

—Kacchan —dice antes de rendirse al sueño.

———


La maestra de Momo siempre fue muy clara al respecto.

Si alguna vez tienes que enviarme un mensaje con información delicada, escríbelo en un código que únicamente yo pueda entender.

Momo lo ha pensado con cuidado: A quién acudir. Sabe que, por mucho que quisiera, no puede manejar esta situación sola. Por supuesto, su maestra estaba en la cima de su lista, pero también hay otros aliados con los que sabe que puede contar.

Por ejemplo, Mina Ashido, su mejor amiga de la Escuela de Guerra.

"Mina, ¿recuerdas a esa persona que había estado buscando?" empieza a redactar la guerrera en uno de los pergaminos que ha separado para sus mensajes. La tinta negra es absorbida por el pergamino y Momo se detiene un momento, pensando entonces en lo siguiente que debe informar.

Recuerda las palabras de aquel Señor de los Dragones.

"Y el otro es tu... ¿qué?"

"Mi Deku".

"Sí. Con tu épée protegerás a mi esposa. A Deku".

Momo frunce el ceño. Le había costado atar esos cabos, pero finalmente lo ha comprendido, o por lo menos cree haberlo hecho.

Todo parece indicar que el Señor de los Dragones Bakugou se refiere a Izuku como su esposa. A Momo le había tomado un poco de tiempo aceptar dicha idea, porque no sabía que un Señor de los Dragones podía tomar como pareja a otro hombre. Eso a veces pasa entre los miembros de otras razas, por supuesto, pero Momo jamás pensó que también podría pasar entre los Señores de los Dragones, quienes parecen tener como meta última de sus vidas la reproducción.

Sin embargo, hay una noción importante en ese detalle. Momo continúa escribiendo.

"¡Finalmente le encontré! Me temo que él no ha accedido a aquello que yo deseaba, pero es una gran persona y estoy feliz de permanecer a su lado. Me parece que él halló a quien buscaba antes de que yo llegara. Lo que es curioso, ¿cierto? Porque tú no has escuchado ninguna noticia mala en estos días. ¿Entiendes lo que digo?".

Necesita que los demás lo sepan. Que sepan que, al parecer, no es un requisito imperativo que un Señor de los Dragones cause caos y destrucción antes de hallar a su esposa, que es lo que siempre se les ha hecho creer. Y, si ese es el caso, entonces, ¿por qué la historia les ha hecho creer tal cosa? ¿Quién es quien propagó esa idea? O, si acaso ha habido Señores de los Dragones que sí cometieron dichos actos, ¿por qué lo hicieron? ¿Por qué ellos lo hicieron y el Señor Bakugou no?

"Creo que he hecho un descubrimiento muy significativo y necesito reunirme con la gente que me importa para tomar una decisión con relación a nuestro futuro. Me gustaría que tú también estuvieses ahí, lo ideal sería que nos reunamos alrededor del día veinte en la capital. No tengo mucho tiempo, pero justo ahora estoy cuidando de alguien y no puedo moverme (estoy cuidando de la persona que ocupó el lugar que yo deseaba antes de mi llegada)".

Momo sabe que, si hay alguien que ha estado intentando convencer a todo el mundo de que los Señores de los Dragones son malvados, entonces, esa misma persona (o grupo de personas) probablemente contaba con que el Señor Bakugou hiciera honores a tales rumores e hiciera cosas terribles.

La mayor pista que Momo tiene con respecto a eso es una de las cosas dichas por el otro Señor.

"Así que, Katsuki, ¿por qué te has escapado del Monte de los Dragones? ¿No te dijo Fuyumi que tenías que esperar hasta que ellos te lo indicaran?".

Escapado. ¿Entonces el Señor Bakugou era un prisionero? El Monte de los Dragones, por lo que Momo sabe, es uno de los que se encuentran al sur, muy cerca de los terrenos donde la rama principal de los Todoroki se halla instalada. Por supuesto, todos saben que los Todoroki son quienes, supuestamente, estuvieron a cargo de la protección del Señor Bakugou desde que su padre le abandonara.

En cuanto a "Fuyumi", no logra identificar ese nombre, pero apuesta a que se trata de una Todoroki. ¿Eso significaba acaso que eran los Todoroki quienes habían enviado a ese Señor tras el Señor Bakugou?

"La persona a la que yo buscaba ya no está con nosotros. Tuvo que irse con un familiar suyo que fue enviado por los Fuegaz de los que a veces hablábamos en la biblioteca".

Remarca la palabra 'tuvo', con la intención de que Mina entienda que aquello no había sido opcional. 'Fuegaz' es un nombre que acaba de inventar, pero sabe que su amiga tiene que entenderlo. Ellas hablaron de los Todoroki en varias ocasiones mientras estudiaban en la biblioteca de la Escuela de Guerra. A Momo le interesaban porque eran los cuidadores del Señor Bakugou. Como todos los Todoroki son controladores del Fuego Azul, 'Fuegaz' debería ser bastante obvio.

"Necesito de ti y de mis personas importantes para saber cómo proceder. Si no hago algo, creo que esta situación podría devenir en algo sumamente malo...".

Momo finaliza la carta y entonces la deja a un lado para que se seque. Toma ahora el siguiente papel para redactar el mensaje que sigue. Redacta varios mensajes similares antes de dar por finalizada su tarea. Después los acomoda todos en una pila y procede a ponerse de pie, con intenciones de ir a las cocinas de la posada y solicitar algo para que ella e Izuku cenen más tarde.

Cuando Momo baja los escalones y se encamina hacia el pasillo que lleva a las cocinas, se detiene un momento en el salón que hace las veces de taberna. Hay en él numerosas sillas y mesas que se desperdigan por todo el espacio. Suele estar tranquilo durante el día, pero justo ahora hay un grupo de personas bastante grande ahí. Lo que llama la atención de Momo no es que haya gente, sino el ambiente pesado que pulula en el lugar.

Todos lucen absolutamente devastados. Los ojos de Momo se posan efímeramente en un hombre alto que abraza a una muchacha castaña. Ella tiene las dos manos sobre el vientre. Está embarazada y, por lo que aparenta, el bebé no tardará en nacer.

¿Por qué estarán tan tristes?

Momo quisiera hacer algo al respecto, pero justo ahora tiene demasiadas cosas entre las manos como para poder ocuparse de más. Desvía la mirada, al tiempo que le ataca el pensamiento breve de que las facciones de aquel hombre, por algún motivo, le resultaban vagamente familiares.

Mi Señor de los DragonesМесто, где живут истории. Откройте их для себя