014

132 21 3
                                    

Se levantó un telón que no había visto -probablemente porque era negro y parecía ser el principio de las bambalinas- y apareció -realmente de la nada- un chico morocho colgando de unas cuerdas mientras alguien recitaba algo en inglés, y no, no le presté atención, estaba sumergida en esa hermosa y dramática imagen.

Una escenografía geométrica iluminada de azul apareció y un muchacho con pelo salmón, vestido con una camisa blanca de satén y pantalones negros comenzó a ¿rapear? una canción fuerte al igual que sus movimientos perfectos.

"No puedo respirar, cerrando mis ojos cada noche ante una realidad distorcionada".

Se movía tan al son de la canción, cada melodía se veía reflejada en un paso.

"Porque esos labios eran demasiado dulces".

No podía creer lo que estaba viendo, realmente mi cara reflejaba total asombro. Ese muchacho de cabello salmón bailaba como si estuviera poseído por el demonio, sumamente hermoso.

De golpe, se detuvo y volvió la oscuridad por un mínimo segundo. A su izquierda se iluminó una escenografía igual a la suya pero en rojo. Y ahí estaba Jimin, vestido con una camisa negra al igual que su pantalón, con un hermoso chaleco bordado con toques dorados.

Esperen, ¿tiene los ojos vendados?
Si. Una venda roja rodeaba sus ojos y debo admitir que me preocupé, ¿y si no veía nada y terminaba de culo en el piso?

Comenzó a sonar una dulce melodía y una voz angelical que ya conocía. Él se movía como si estuviera también poseído, pero por ángeles. Daba placer, paz, tranquilidad y éxtasis verlo moverse. Su cuerpo y la música eran uno sin dudas. El asombro volvió y aún con más fuerza.

Comenzó a girar, con distintas técnicas, distintos tiempos y ritmos, hasta que reconocí la canción que sonaba. Era su canción. Lie. Sonreí satisfecha y orgullosa. De momento incorporó movimientos robóticos -¿así se le dicen? Ay que inculta- y ¡Dios mío! Era irreal lo perfectos que eran.

Luego volvió la canción que había comenzado a rapear el muchacho asalmonado. Ambos bailaban a la par, sin cometer errores. Mezclaban movimientos suaves con bruscos, alguna que otra acrobacia que jamás podría hacer, eran sensuales y luego fuertes. El compañero de Jimin volvió a hacer un corto sólo y luego fue el turno del rubio.
Realmente podía sentir lo que ellos sentían, lo que la música expresaba.

Ya cuando la canción comenzó a tocar el final, Jimin se acercó al medio del escenario, caminando lentamente.

Se sacó la venda que lo cegaba, la dejó caer, acomodó su hermosa melena y miró al público. Un grupo de chicos se acercó a él y lo tomó por los hombros.

La canción llegó a su fin, dejándonos otra vez en la oscuridad.

Nos tomó unos segundos -a todos- reaccionar a lo que habíamos visto. La definición de magia había sido esa presentación.

Pronto comenzaron los bitoreos, los aplausos, escuché a la mujer que creía ser la mamá de Jimin llorar, claramente orgullosa.

De a uno fueron saliendo a escena otra vez los grupos que se habían presentado y todo el teatro explotó cuando aparecieron los últimos dos artistas.

Un grupo de cinco chicos que estaba en el campo comenzó a gritar, enagenados, festejando y aplaudiendo como locos.
Los amigos de Jimin.

Acompañados por varios coreógrafos, todos los bailarines recibieron un ramo de flores blancas y rojas. Parecía una graduación. Había gente llorando, otros qué sonreían conformes y logré ver un grupo de hombres y una mujer que hablaban entre ellos en la segunda zona reservada. Supuse que eran agentes, cazatalentos, Jimin me había hablado de ellos y yo estaba segura que se habían fijado en él.

Estaba feliz, inmersa de placer. Las luces del resto del teatro se prendieron dejando que los artistas saludaran a sus seres queridos desde el podio. Jimin y el asalmonado saludaron a sus amigos, al parecer eran del mismo grupo. Luego mi amigo -si, eso era- levantó la mirada hacia donde estaba su familia, y por lo tanto yo. Saludó feliz pero tímido, su madre le gritó que lo amaba y su hermano le dedicó un corazón con sus brazos.

Yo sólo me limitaba a sonreír y aplaudir, no iba a entrometerme en su saludo familiar, la vida me había preparado para no tomar un saludo como propio hasta estar 200% segura.

Sus ojos se llenaron de sorpresa y volvió a saludar hacia donde estaba yo. Me limité a sólo aplaudir.

No seas idiota, no pases vergüenza, está saludando a su familia.

Al ver que no respondía, señaló sus pies e hizo un paso corto de baile. Volvió a mirarme y sonrió. Eran los zapatos que le había regalado y yo ni cuenta. Sonreí ampliamente, estaba tan feliz que hasta le lancé un beso que recibió con la mano. Su hermano se giró y me miró, extrañado y yo solo pude dar lo mejor de mí para no sonrojarme y morir de vergüenza.

Pero, ¿qué más daba? Hasta ese momento la noche había sido estupenda y tenía todas las fichas puestas en que sería aún mejor.

~

AY MADRECITA SANTA ESA PERFORMANCE OMG MY HEARTU IS OMG NO PUEDO

creo que me enamoré mil veces y me puse a llorar otras 100 mil DIOS ME CUIDE Y ME AMPARE no pueden ser tan hermosos ay BIGSHIT no juegues con mi corazón:((((

creo que me enamoré mil veces y me puse a llorar otras 100 mil DIOS ME CUIDE Y ME AMPARE no pueden ser tan hermosos ay BIGSHIT no juegues con mi corazón:((((

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

solo puedo pedirles perdón por lo corto que ha sido, no me reten, no se volverá a repetir:(

house of cards; jimin ▪COMPLETA▪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora