— Jude, Kyle, Liam, Mark y Nathan. — dice ella.

— Sus nombres son un patrón. — aclara Luke.

— ¿Eso es algo raro? — digo confundida.

— Son una familia rara, pero delujo a la vez.

— ¡Tu! — siento las miradas hacia mi, el Sr. Benedict apuntaba a mi dirección.

— ¿Yo?

— Si, Grace ven aquí. — indica — Y tú la chica junto a ella.

Mi corazón se acelera.

Caminé casi siendo arrastrada por Tina.

— No quiero hacer esto. — le pedí, prácticamente rogue.

— No, anda sube a la mitad. — por una parte me tranquilice no era SnowBoard, pero tenía que sentarme en la mitad de una especie de balsa estrecha.

— ¿Qué es esto? — pregunte cohibida.

Luke se sentó atrás mío y Tina adelante. Los chicos del Sr. Benedict se posicionaron alrededor.

— Si se va volcar esto, agarrense de las personas a sus laterales. — pide a lo último.

Eso ya lo había explicado al principio de todo esto, no había prestado bien atención.

Cuando estábamos en posición y nos dejaron caer por la montaña.

Sentí que mis pulmones y corazón fallara en este momento, a la mitad del camino senti que íbamos a caer.

— ¡Sujetense! — grita uno de los hermanos.

El pánico entro a mi, pero entonces el aura rosa frambuesa de Nathan se hace presente en mi campo de visión me desconcentra.

¡Desaparece!

No sé cómo cuando sentí sus brazos alrededor mío, para salir disparados de la balsa y rodar por la nieve.

Agradecí mentalmente que cayeramos sobre la nieve, y no resultará lastimada.

Cuando caí junto a él, sentí que todo mi mundo daba vueltas, estaba mareada.

Mis mejillas entonaron un color rojo de furia en esos momentos, me senté y miré al culpable junto a mi, que estaba sacudiendo su traje como si nada hubiera pasado.

— ¿Estás bien? — pregunta el Sr. Benedict al llegar a mi lado preocupado.

— Si.

— ¿Grace que pasó? — Tina me abraza.

— Fue culpa de Nathan. — escupí de mal humor.

— ¿Mi culpa? — pregunta tan incredulo.

— Si, tú te tiraste sobre mi experiencia hiciste que saliéramos rodando colina abajo por tu culpa. — me puse de pie y lo encare.

¿Chica o ratón?

En este momento era una chica enojada y no un ratón cobarde.

— ¡Tú te desconcentraste! — espeta.

— ¡Tú hiciste que cayeramos y saliera raspada! — le grité.

Mi cara ardía por los pequeños cortes que la nieve helada había causado.

Mi aura se había tornado roja de la furia, en ese momento sentí que todo iba a caer.

— ¡Chicos paren! — se entromete el señor Benedict.

Las demás personas se mantenían retiradas de todo lo que pasaba.

— ¡Avalancha! — dice un estudiante señalando la punta de la montaña desprendiendose y dejando toneladas de nieve caer hacia nosotros.

— ¡Cubranse!

¡Métete tras la roca!

La voz de Nathan juraría que la había escuchado en la mente, aún así hice lo que se me indicó.

Dos minutos más tarde todos reían de la situación y de que se sentían invencibles debido a que no les pasó nada.

— Gracias. — lo mire y él solo frunció el ceño.

— De que si no hice nada por ti. — su maldita ignorancia volvió a hacerse presente como su ego, se giro para seguir su camino.

¡Oh gracias invencible por haberme salvado!

Se lo envíe mentalmente como si eso fuera posible, así como yo había sentido hace unos momentos, creo que el honor me había afectado mucho.

El detuvo su caminó y se giro a mi tambaleándose, me miró y no supe que decifrar en ese momento – horror o asombro – en su mirada. Sentí como si hubiese rozado una corriente eléctrica de más de un millón de Voltios en ese momento.

¿El habría escuchado mi sarcasmo? ¡No! Eso eres simplemente... Simplemente imposible.

Me puse de pie Tina y Luke llegaron a mi lado y me abrazaron.

— Casi morimos. — susurra aturdida aún Tina.

— Fue tan Cool. — definitivamente Luke estaba loco.

— No volveré a venir aquí. — dije suspirando ignorando su mirada aún sobre mi.

Me había dirigido a los vestuarios junto a Tina y algunas chicas para cambiarnos.

Esta golpea mi hombro. — Bien hecho, dejaste callado a Nathan ahorita, eso no lo superará nunca.

Pero aún así – ¿Había escuchado la voz de Nathan en mi cabeza? – realmente sentí como si me hubiera hablando – ¿Telepatía le decían? – no creia en cosas sobrenaturales, así como lo de los colores que aveces veía – ¿Debo estar loca? Si definitivamente era eso.

Lo otro era prácticamente imposible.

— ¡Anda cambiate rápido! — dice Tina, solo asentí perdida en mis pensamientos.

Tal vez si estaba un poco loca, desde que había llegado aquí a Forks mi vida se estaba volviendo algo loca.
























¡HELLO HELLO! ❤️💙

VOTEN Y COMENTEN ✌️

GRACIAS 😎

Hija De Narcotraficantesحيث تعيش القصص. اكتشف الآن