HOSPITAL ×c.r× [Terminada]

Capítulo 13

—Por favor, no juegues más conmigo, por favor.

—No estoy jugando contigo, Chandler.

—¿Y entonces por qué a veces estas y luego no? No estoy loco, Becca.

—No, no.

—Yo no vine a este lugar por tener alucinaciones. Yo vine por... Algo diferente.

—Lo sé. Yo no soy una alucinación.

—Estoy cuerdo, Becca. Tan cuerdo como algún enfermero o como alguien de mi familia.

—Chandler, nadie que este tan cuerdo estaría aquí. Aquí todos tenemos problemas. Tu no estas totalmente cuerdo.

—Demuéstrame que eres real.

—Lo soy. Tócame. Si no fuera real ¿por qué puedes tocarme?

—Estoy seguro que tu eras la chica que estaba en mi habitación esa noche.

—No había ninguna chica, Chandler. Alex lo verificó, sólo estabas un poco torpe porque acababas de despertar. Es normal que pase eso cuando consumes muchas pastillas.

—No consumí pastillas esa noche, Becca.

—Fue sólo un sueño, entonces.

—Sé que fue real. Becca, no me mientas.

—No lo hago.

—¿Por qué estas aquí?

—Porque te quiero. Te quero.

—Por favor, no me tortures más—Sus labios fueron directamente hacía los míos.

Sus bonitos y finos rojos como sandía y mis labios bailando al compas.

La mejor sensación.

Desperté por unos golpes a mi puerta, unos fuertes y firmes golpes.

Me levanté de la cama mirando a todos lados, una vez más Becca no estaba.

Caminé a la puerta y abrí, era Lucas. Jodido y asqueroso chico.

Duele admitirlo pero tenía una pequeña chispa de esperanza de que fuera Becca la que estuviera detrás de la puerta pero no, sólo era ese enfermero mío.

—¿Me extrañaste?—Intenté cerrar con fuerza la puerta pero me detuvo al poner un pie—Mierda, sí me extrañaste.

—¿Que quieres?

—Sólo tengo noticias para ti. Primero, ¡Regresé! ¿No estás feliz?

—No, no me agradas. No me hagas daño, por favor.

—Segundo, Becca no está aquí. Escuché que la encerraron; Tercero, no tienes quien te defienda—Metió una mano en su bata para luego sacarla con una gringa llena de algún extraño líquido—Cuarto, hoy si voy a hacer lo que hace tanto quise.

—Déjame, por favor. No te he hecho nada.

—Llegaste aquí y me quitaste a Becca. Sí que hiciste—Se acercó a mi encerranfome entre su cuerpo y la pared.

—¡No te la quité!—Intenté empujarlo.

—Cuando tu no estabas aquí Becca me amaba—Pusó una mano alrededor de mi cuello sin presionar—Ella me amaba y dejaba que la tocará—Tragué saliva—Pero luego tu llegaste—Me soltó del cuello para tomarme de la camisa y lanzarme contra la pared haciendo que me golpeara la espalda—Voy a matarte, Chandler.