CAPÍTULO 5

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RACHEL

Me pasé el resto de la noche en vela. Dylan me ha estado llamando cada cinco minutos pero yo simplemente rechazo la llamadas. Y para mí desgracia tendría qué ir a clases hoy. Con toda la pereza del mundo me levante de la cama. Para ir al baño y darme una ducha energizante, ya que lo necesitaba. Ya qué toda la noche me la pasé llorando. Se que me vería como un zombie por las enormes ojeras. Cuándo salí me puse lo primero qué encontré que fue unos Jeans negro y una blusa morada con mis tenis negros. Aplique un poco de base para esconder esas terribles ojeras. Peine un poco mi cabello y lo deje suelto, ya estando lista Tomé mis cosas y salí del apartamento sin decirle nada a Fernanda. No quería que me llevara preferiría irme caminando y pensar un poco en lo qué pasó anoche.

Cómo diablos podré soportar ver a Dylan, sin qué me de ganas de correr y besarlo. Estaba tan metida en mis pensamientos qué no me di cuenta cuándo había llegado. Porqué el caminó, no es más largo. Cuándo entró todas las chicas corren a felicitarme por ser la reina del baile. Y yo con una sonrisa fingida les agradecí, si supieran qué ese baile ha sido lo peor qué me ha pasado en la vida. Después de pasar entre todas esas chicas logré llegar al salón y para mí desgracia él único qué estaba ahí era Dylan. Lo ignoró rápidamente, pero antes de qué me sentará el me tomó del brazo.

DYLAN

La peor noche de mí vida. No se hasta dónde Ashley quiere llegar con sus mentiras, Pero lo único qué de es qué ese bebé no es mío. Y ahora qué acaba de llegar Rachel se ve tan afectada y me duele tanto verla así.

—Rachel tenemos qué hablar.—respiro hondo.

—¡No me toques!.—alardea. Mi corazón se rompe al ver sus ojos llenarse de lágrimas

—No, llores mi amor...

—No, me digas mi amor Dylan, no te imaginas lo mucho qué me duele de Ashley este embarazada—Su voz se quiebra—Eres tan idiota. Porqué me confesaste lo qué sientes por mí, mejor quédate con la madre de tu futuro hijo y a mí déjame en paz.

—¡Perdóname!—Suplico —Lo siento perdóname por todo se qué soy un idiota pero lo único de qué estoy seguro es qué ese bebé no es mío.

—Sueltame

—No, Rachel escuchame—Suspiro—Quiero qué sepas qué todo este tiempo, qué hemos estado juntos me has echo sentir... Sensaciones qué no había sentido con alguien más, ni siquiera con Ashley, te convertiste en la chica en la qué pienso las veinticuatro horas del día

—Cállate...Cállate...¡Cállate!, aléjate de mi Dylan no quiero saber más de ti. ni de Ashley.

—Te voy a demostrar qué ese bebé no es mío. Y qué  con la única qué quiero estar es contigo... Te amo Rachel entiendelo.

—Dylan... Sueltame por favor.

Esta vez obedezco y la suelto, Veo qué toma sus cosas para salir del aula.

Muy pronto mi amor estaremos juntos... Muy pronto.

RACHEL

Me gustaría creer en sus palabras. Pero no puedo dejar de pensar, en la posibilidad de qué todo sea verdad. ¡Maldigo el día en qué te conocí Dylan parker!, ¡Maldigo el día en qué empeze a sentir cosas por ti!. A lo lejos veo a Alex y corro a abrazarlo, en estos momentos necesito la compañía de mis mejores amigos.

—¿Rachel estás bien?.—pregunta Alex preocupado.

—No digas nada Alex. Solamente abrázame.

Estuve abrazada a Alex. Como media hora hasta qué logré calmarme.

—Ya me vas a decir qué pasó Rachel.

—Sí. Pero prométeme qué no harás nada.—suspiro.

—Esta bien. Lo prometo.

Mientras le contaba todo a Alex el estuvo a punto de ir a buscar a Dylan para golpearlo. Pero se detuvo ya qué me lo había prometido. Caminaba rápido por los pasillos hacía la salida de la preparatoria me había saltado todas las clases. La verdad ni se para qué vine, estaba distraída viendo mis pasos cuándo no me di cuenta y choco con alguien, cuándo alzó la vista veo a la persona. Con la qué no quería toparme.

—¡Valla, valla porqué tan rápido zorrita!.—sonríe descaradamente.

No hice caso a sus insultos, así qué seguí caminando pero ella rápidamente me detuvo.

—¿Qué quieres Ashley?.—pregunto enojada

—Ya se qué Dylan te confesó su amor—Sonríe—Qué cursis son. Pero en fin sólo vengo a darte esto.—me entrega un sobre.

—¿Qué es ésto?.—preguntó

—Hay cariño, pero ábrelo.—Sonríe descaradamente.

No me quedó de otra así qué lo abrí. Cuándo saco la hoja qué venía a dentro,  abro la hoja y es una prueba de Paternidad. Qué dice qué con el 99.9 Dylan parker es el padre del bebé.

—Así es cariño, Metetelo en la cabeza el es mío y de nadie más.

En ese instante salí corriendo. Me tope a Amber y ella se ofreció a llevarme a casa pero yo le dije qué era el último lugar a donde quería ir así qué me llevó a su casa.

—Rachel vamos, quita esa cara.

—No, puedo ahora si lo perdí para siempre.—empiezo a llorar.

Veo qué Amber se dirije a la cocina y veo qué toma una botella de no se que cosa.

—Ten ahoga tus penas.—me entrega la botella y veo qué es tequila.

—¿Tequila?

—Si. Es lo único más fuerte qué tengo anda toma.

Sin importarme nada lo hago. ¡Como te odio Dylan parker! Ojalá nunca te ubiera conocido, desdé qué entraste a mí vida lo único qué me pasa son problemas.

Mi estúpido crush | en edición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora