Sol en un día de lluvia.

Capítulo 25. Final.

Jared levantó la vista y sonrió débilmente, por supuesto que no había ninguna razón para que ella se diera cuenta de por qué Tom estando aqui le generaba inseguridad en vez de felicidad por los viejos tiempos.  

A pesar de las palabras tranquilizadoras de Jensen, Jared no estaba lo suficientemente seguro para aceptar el hecho de que Tom fue el primer amor de Jensen ya que al menos para Jen era muy reciente.

"Jared, cariño. Puedo ver la forma en que se miran el uno al otro, tú y Jensen. Estoy contenta, realmente contenta. Cuando regresaste de la universidad el verano pasado, estabas tan destrozado, que me desesperé de que alguna vez te volviera, pero él. . . algo en él te ha completadl y lo amo por eso. "

"Él es realmente especial, mamá. Lo amo. Me preocupaba cómo te sentirías al respecto, como si me estuviera aprovechando de él o algo por el hecho de cómo era, ¿sabes?"

Ella le alborotó el pelo cariñosamente, "¡Oh, Jared, nunca te has aprovechado de nadie en tu vida, no sabrías cómo!"

Ella levantó la vista y sonrió cuando Lucy finalmente se sentó para unirse a ellos, "Hola, querido."

"Bueno, supongo que no tendrás que hornear de nuevo por unos días de todos modos! "

Lucy se rió, "No voy a contener la respiración, sabes cuántas galletas puede comer nuestro chico aquí, ¿verdad?"

"¡Oh hola! Eso no es justo, tengo totalmente ayuda. Aunque," sus ojos brillaron felizmente," Chris y Steve parecen tener ganas de comer. ¡Tal vez Chris estaría listo para otro desafío! "

Lucy trató de parecer severa, pero falló su cara rompiendo en una sonrisa encantada en su lugar. "No, joven. Mis galletas no son para fiesta para otro 'quien puede comer más en un concurso de cinco minutos'! Aparte de todo, te pasaste la noche entera quejándote de dolor de estómago.

"Gané, ¿no?", Respondió Jared y ambas mujeres se rieron entre dientes con cariño.

Se sentó pacíficamente durante un rato mientras hablaban a su alrededor, conversando sobre quién había hecho qué, quién estaba viendo a quién, la nueva familia que se había mudado por el camino cercano.

El juego se estaba acabando ahora, los cinco hombres seguían jugando, pero Sophia se había unido a Jamie para sentarse a mirar y las niñas pequeñas ahora se escondían debajo de la mesa de la comida, mordisqueando galletas aunque estuvieran demasiado llenas como para quererlas de verdad.

Debería ser perfecto, pensó. Su familia y amigos a su alrededor, buena comida, un entorno encantador, ¿qué más podría querer? Y sin embargo, después de menos de una hora sintió la ausencia de Jensen como un dolor físico.

Bruscamente se levantó; "Voy a ir a ver si está bien", murmuró a nadie en particular, "no tardaré mucho".

El crepúsculo apenas comenzaba a caer y le tomó a los ojos de Jared un momento adaptarse a la tenue iluminación en el establo.

"¿Jen?", Dijo en voz baja.

Rufus bramó ante la intrusión pero no había señales del otro hombre.

"Jen?" Un poco más fuerte esta vez. Dudando, Jared abrió la puerta de la pequeña habitación, vio que Jensen estaba allí, cantando suavemente lo que escuchaba en su I-Pod, ajeno a la presencia de Jared.

Estaba puliendo la silla de Rufus, frotando la cera de abejas con olor dulce en la vieja piel y secándola con un paño suave.

Sadie dormía en el suelo junto a él; abrió un ojo perezosamente, pero se recostó de un solo golpe cuando vio quién era.