Te amo aunque sea un secreto...

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Iba a ser ya medianoche y la cama de Draco Malfoy aun se encontraba vacia.

Por suerte para el, al ser prefecto, no compartía habitación con otros compañeros y nadie se había dado cuenta de esto.

Y es que ya era costumbre que el príncipe de Slytherin dejara su cuarto a altas horas de la noche para encontrarse con su princesa.

Siempre se veían en lugares distintos y esa no iba a ser la excepcion.

Habían quedado de encontrarse en uno de los armarios de la limpieza que estaba en el cuarto piso, y el chico caminaba apresurado hacia allá, maldiciendo porque su sala común se encontrara tan lejos del lugar.

Iba llegando a la puerta del armario, luego de subir las incontables escaleras, cuando escucho unos pasos detrás suyo. Se giro, pero no vio a nadie, por lo que siguió caminando.

Llego a su destino, e hizo ademan de girar la manilla de la puerta, pero, en vez de eso, se dio la vuelta rápidamente y capturo la cintura de la chica que estaba detrás suyo, cubierta aun por una capa de invisibilidad.

"Tratando de asustarme, Granger?" Pregunto el chico.

"Co- como me descubriste?, apenas hice ruido!" Le respondió la castaña, quitándose la capa.

"Te equivocas, leoncita, haces bastante ruido al caminar. Una cosa distinta es que tu no te des cuenta"

La chica bufo y lo miro algo enojada, pero rápidamente cambio su semblante, para dedicarle una sonrisa algo seductora al rubio.

"Piensas entrar o me vas a tener aquí afuera toda la noche?"

"Oh claro! Lo siento señorita, pase usted" Dijo el chico haciéndose el gracioso y abriendo la puerta.

"Muchas gracias, caballero!" Le dijo ella, entrando en el pequeño cuarto, que solo constaba de una mesa, una silla y varios artículos de limpieza amontonados en una esquina.

Se sentaron sobre la mesa, ella apoyada en el, y comenzaron a hablar de todo tipo de cosas.

Estuvieron conversando por un rato, hasta que la chica se callo de golpe, dejándolo a el un poco confundido.

"Te ocurre algo Herms?"

"Es que... bueno yo estaba pensando... eem.." Ella lo miraba algo avergonzada, como no encontrando las palabras para decir lo que queria.

"Que ocurre? Sabes que puedes decirme lo que quieras..."

"Yo me preguntaba... con todo esto de los chicos del futuro, que ocurriría si.. Bueno si uno de ellos fuera nuestro hijo o hija"

"Si eso pasara, yo sería el hombre mas feliz de la tierra. No dudes de eso" Dijo el, haciéndola sonrreir. "Porque eso significaría que tu y yo hicimos una vida juntos, a pesar de todo y todos, y eso es lo que más deseo en el mundo."

"A mi también me gustaría tener una familia contigo, sería un sueño echo realidad." Le respondió ella.

"Debo contarte un secreto, Herms..."

"Que cosa?" Le pregunto, curiosa.

"Te amo"

La chica sonrio... "Yo también te amo, Draco. "

Finalizando estas palabras ambos se dieron un lento beso, cargado de amor, espantando todas las dudas que podían surgir entre los dos.

Luego de seguir una rato más en ese lugar, Draco fue a dejar a su chica a la sala común de Gryffindor.

En el camino, ella escucho unas voces y pasos, pero el le dijo que seguramente se lo estaba imaginando.

Lo que ellos no sabían era que justamente en ese momento, seis chicos del futuro subían hacia la sala de menesteres, para seguir descansando, y pensando en los misterios que rodeaban ese castillo , y que poco a poco, los involucraban a ellos.

Sueños de un futuro pasado (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora