Capitulo 102 9/10

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Helloo!♥ espero les guste!!! comenten porfavor... la novela casi termina!!!

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Me llevó al auto y estuvimos en silencio todo el viaje. ¿Qué debía hacer? ¿Estaba tan enamorada de él? No quería hacerlo sufrir, me estaba dañando verlo mal. Cumpliríamos pronto un año, tenía tantas ideas para celebrar, tantas metas junto a él. Viajaríamos muy lejos el día que cumpliera los dieciocho. Teníamos una vida planeada, un futuro juntos, teníamos todo lo que más queríamos.

Samy estuvo todo el día consolándome en mi dormitorio. Yo recostada y aturdida en mi cama y ella sentada a mi lado sosteniendo una caja de pañuelo. Decía cosas como “No llores por un chico que no te merece ni un poquito”, pero sabía que ella estaba preocupada por él, era su amigo también. Me contaba aburridos chistes, pero me hacía reír. Hasta que mencionaba una palabra que me recordase a él y lloraba nuevamente. Nash la llamaba para preguntarle cómo nos encontrábamos, el no sabía lo ocurrido en la universidad así que al parecer Matt había conducido donde él y se encontraban juntos. Algo en mí daba golpecitos en mi cabeza y en mi pecho, intuición. Quité el celular del oído de Samy y lo coloqué en el mío rápidamente. Tenía la voz quebrada y llorosa, pero tuve el valor para hablar.

Tu: Nash… -Dije con las emociones expandiéndose por todo mi cuerpo, temblé.
Nash: ¿___?... ¿estás bien? Te oyes m…
Tu: Dame a Matt. -Interrumpí rápidamente.
Nash: ¿Qué? ¿A quién?
Tu: A Matt, nash, déjame hablar con él. 
Nash: Um… el no está conm…
Tu: Ya no mientas, Nash. Sé que está ahí. –Contuve las lágrimas
Nash: Yo no…
Tu: Nash…
Nash: No creo que sea buena idea. –Su voz se secó.
Tu: Por favor, Nash, por favor. –Supliqué.
Nash: El está afectado, no sería bueno que hablaran…
Tu: ¡Por Dios, Nash! ¡Ponlo al celular, por favor! –Mi tono se elevó y mi mandíbula tiritó.
Nash: Está bien… -Dijo rendido. Mi respiración se detuvo y me desesperé por calmarme. Tomé un respiro profundo. 
Xx: ____ -Fue casi un susurro, casi imperceptible, pero lo oí. 
Tu: Déjalo, Matt… -Dije más calmada, pero sonó suplicante.
Matt: ¿Dejar qué? –Claramente el no estaba bien.
Tu: Lo que haces ahora, en este momento, sabes que no está bien.
Matt: No comprendo. –Su voz se quebró a mitad de oración, cerré mis ojos. 
Tu: Estás fumando, Matt. Lo estás haciendo y no te hace bien ni a ti, tus amigos, tus fans ni tu familia. –Tosió y demoró segundos eternos en responder.
Matt: ¿Cómo lo sabes?
Tu: Como si yo no te conociera lo suficiente… Matt, es lo único que te pido… -Demoró en responder nuevamente.
Matt: ¿Por qué te estás preocupando por mi? –Volvió su voz al suave susurro.
Tu: ¿Dónde quedaría mi reputación como ex novia si dejo que mi ex novio fume por mi culpa? –Ambos reímos despacio.
Matt: De acuerdo, lo tiraré lejos. La caja al basurero, lejos. Pero no…
Tu: Debo darte con Samy. –Interrumpí intentando finalizar la conversación y no oír ni su condición ni su dolida voz.
Matt: Yo… -Suspiró- Adiós. 

Entregué el celular y corrí al baño de la habitación. Me encerré y miré mi cara hinchada en el espejo. ¿Por qué seguía llorando? ¿Qué conseguía recostada en mi cama todo el día con unos ojos rojos e hinchados? ¿Lo que teníamos volvería?
Miré la hora, ya anochecía. Esto no podía seguir así. No podía destruirme a mí misma. El iba a seguir adelante y yo también. El conocería a otra chica y yo a otro chico. Esto era algo normal en las relaciones de nuestras edades. Iba a permitirme disfrutar y no dar más vueltas a un tema que no las necesitaba. 

-
Samy: ¡Te quedará hermoso! –Dio un grito victorioso y me entregó el vestido. 
Tu: No creo que el rojo sea mi color… -Le devolví el vestido. Tan rojo como el del día del accidente.
Samy: ¡Cualquiera es tu color! –Volvió a entregármelo. Habíamos recorrido las tiendas del centro comercial toda la tarde, no iba a seguir. Suspiré derrotada.
Tu: Bien, me lo probaré. –Ella dio un saltito de alegría.

Me miré en el espejo del probador. Era un vestido rojo corto con moderación. Llegaba un poco más arriba de la rodilla y combinaba con esos tacones de aguja que Samy me había regalado.
Pasé mi cabello por mi hombro y sonreí al espejo. Ya por fin era sábado y la fiesta era al otro día. Definitivamente la fiesta debió de haber sido un sábado, no el domingo. Salí del probador y busqué a Samy con la mirada, la divisé conversando con lia. lia vio mi mirada y me sonrió, lo que hizo que Samy volteara y ambas caminaran hacia mí.

lia: ¡____! ¿Cómo estás? –Me abrazó.
Tu: Bien, muy bien ¿y tú? 
lia: Bien. Estaba con Jack… -Apuntó a la salida esperando verlo, pero no estaba- Pero ya no. 
Tu: -Reí- ¿Venían con Aaron?, de seguro se escapó y jack tuvo que ir a por él. 
lia: Oh, no vinimos con el, pero créeme que Natalie lo tiene todo embobado como para que por su mente pase la idea de escaparse, todo lo que piensa es Natalie acá, Natalie allá. –Reímos.
Samy: ¡Son tan adorables juntos! Deberíamos organizar una salida entre las cinco. –Me miró sonriente. 
Tu: Tengo los exámenes de la universidad estas semanas, definitivamente no podré. –Hice una mueca.
Lia: Entonces luego, no iremos sin ti. Oh por cierto, ese vestido te queda maravilloso. 
Samy: Se lo dije. -Me inspeccionaron- El rojo es su color definitivamente. 
Lia: Sin duda. -Sonrió- ¡Estoy emocionada por la fiesta! De hecho vine acá para hacer lo mismo que ustedes, pero mi acompañante me ha dejado. –Se encogió de hombros. 
Tu: ¿Deberíamos preocuparnos, ir y buscarlo? 
Lia: Vejiga pequeña. –Murmuró y reímos. 
Tu: Nosotras podemos ayudarte con el vestido, tenemos el resto del día libre. –Sugerí y ella asintió.
Lia: ¡Me encantaría! Le avisaré a jack.

Luego de las compras fuimos al departamento de Lia y Jack a comer comida china y ver una película. Reímos como nunca y me divertí realmente en serio por primera vez después de todo lo ocurrido. Estuvimos hasta tarde y luego conduje hasta casa. La noche pasó tan rápido como una estrella fugaz pasa frente a nosotros y ya de pronto me encontraba con una emocionada Samantha frente a mí.

Samy: Iremos a hacernos la manicure, a la peluquería y te maquillaré yo, sin duda… -Anotaba en una libreta pequeña. Reí y le detuve suavemente el lápiz.
Tu: No estoy de acuerdo con ninguna de esas opciones, señorita. Primero, no creo necesitar la urgente manicure. Segundo, no necesito de la peluquera, con un moño flojo soy feliz. Por último, estaré más maquillada que Nicki Minaj si te dejo maquillarme. –Ella soltó una carcajada y asintió. 
Samy: Solo quiero que nos luzcamos, quiero que deslumbremos y nos veamos hermosas.
Tu: Nos veremos más hermosas si lucimos más naturales. –Sonreí.
Samy: Um... –Fruncía su cara apenada.
Tu: Calma, no es como si te pidiera algo doloroso o así. –Reí.
Samy: No hacerme la manicure profesional es doloroso… 
Tu: Sobrevivirás, tengo fe en ti. –Ella sonrió y me abrazó.
Samy: Bueno, no manicure, no peluquería, no maquillaje. Algo más importante, quien nos llevará. Llamaré a nash para que pase por nosotras a las nue…
Tu: Espera, ¿qué? –Pregunté confundida.
Samy: ¿Qué sucede?
Tu: ¿Dices que valla con nash y tú? ¿Estás con fiebre o algo así? No puedo llegar con ustedes a la fiesta.
Samy: ¿Por qué no? –Parecía no entender, pero yo veía que estaba más que claro.
Tu: Porque ustedes son pareja, se vería feo que yo bajara del auto con ustedes, tienen que bajar solos y juntos. 
Samy: Es lo de menos, la gente comprenderá que eres mi mejor amiga. –Me dio una sonrisa consoladora.
Tu: -Sacudí la cabeza- La gente jamás comprende, lo sé por experiencias. 
Samy: ¿Pretendes que te deje ir sola? Estás equivocada al pensar que lo haré. 
Tu: Samy, piénsalo, piensa lo incomodo que será para mí… -Rodó los ojos. 
Samy: Te conseguiré a alguien para que te acompañe. –Cogió el celular y marcó un número, pero la detuve antes de que presionará “llamar”.
Tu: ¡No, Samantha! Me estoy sintiendo como la amiga recién soltera incapaz de superar a su ex y su mejor amiga le consigue a un chico porque le apena verla sola. –Me avergoncé.
Samy: Yo solo quiero verte feliz.
Tu: Y lo sé, pero para eso debes dejar que supere esto a mi manera.
Samy: ¿Y cómo llegará “Tu manera” a la fiesta? –Me miró apenada por no dejarla vencer. Reí, me encanta que ella sea mi mejor amiga.
Tu: Independientemente. En su hermoso auto rojo, sola y sin ninguna clase de compromiso. Ninguna regla habrá esta noche para mí. –Ella rió al escuchar el tono picarón en mi voz, pero yo no me creí mucho el cuento.

Caminé hasta la cocina para preparar jugo, tenía una sed horrible. El timbre sonó y sentí a Samy correr hasta la puerta. Luego de unos segundos oí murmullos, creí que era nash así que no decidí curiosear para ver quién era. Samy entró a la cocina sonriendo y se deslizó sobre un taburete.

Samy: Te buscan. –Se sirvió jugo. Dejé el vaso a medio camino y lo devolví a la mesa.
Tu: ¿A mí?
Samy: Sip –Asintió con la cabeza, su coleta rubia bailaba.
Tu: ¿Quién? –Se encogió de hombros.
Samy: Ve y verás.
Tu: ¡Estoy en pijama! –Exclamé en susurro, ella rió.
Samy: Te ha visto con pijama antes, no te preocupes. –Mascó un pedazo de manzana.
Tu: Uh bien. –Me levanté y caminé hasta la puerta principal.

Me acerqué a la puerta y la abrí más, levanté la cabeza y el estaba parado ahí con algunas cosas en sus manos. Sonreí inevitablemente. 

Tu: Hola.
Xx: ¿Pijama nuevo? 
Tu: Estoy bien, gracias. ¿Tu cómo estás? –Bufé. Maleducado. El Sonrió. 
Matt: Lo siento, tu pijama me agrada. -El pijama que traía puesto consistía en un short negro y una camiseta de él que no quise enviar con Samy la otra vez- He visto esa camiseta antes. –Me ruboricé.
Tu: No… no lo has hecho. ¿Qué haces acá? –Miré las cosas que traía en sus manos. Supe de inmediato que hacía.
Matt: Se te han quedado estas cosas en mi departamento, iba a entregártelas la otra vez pero bueno, ocurrieron algunos incidentes. –Levantó ligeramente un hombro.
Tu: No debiste haberte molestado en traerlas, alguno de los chicos pudo haberlas recogido y…
Matt: No, está bien… Está tu maquillaje, tu champú y… el vestido. –Su voz se fue apagando. Mi corazón se hundió. Cogí las cosas y las dejé en mis manos. 
Tu: Gracias. –No sabía que más decir. Justo cuando estoy decidida a superarlo, el aparece de la nada.
Matt: ¿Tú… irás?
Tu: Sip.
Matt: ¿Vas con Samy, cierto?
Tu: No, ella se irá con nash. Yo conduciré hasta la fiesta. –Miré incomoda hacia abajo.
Matt: Te veo allá. -Espero que no, no quiero verlo, no más. 
Tu: Si. –Susurré. Dio la vuelta y caminó hasta su auto. 

El vestido blanco que él me había obsequiado me encantaba, pero no podía usarlo. Me arreglé y estuve lista a las nueve con diez minutos. Samy ya se había ido con nash diez minutos atrás y estaba sola sentada en el sofá. Era el momento de decidir si quería o no quería ir. Podía decidir quedarme y no tendría que soportar la adorable mirada de cachorrito que me ponía. Aun tenía puestas mis zapatillas porque no quería matar mis pies con esos tacones tan rápido. Estuve media hora recostada en el sofá hasta que me llegó un mensaje. Alcancé mi celular que estaba en el suelo y abrí el mensaje.

“No creas que no he notado que no has venido. ¡Lo prometiste! Ven y diviértete, no he visto a Matt en ningún lado, es tu momento.” –Samy. 

Gruñí conmigo misma por haber aceptado ir. La universidad y las salidas de compras me tenían cansada. Agarré los tacones del suelo y los dejé en el auto, iba a conducir con zapatillas. 

Aparqué el auto lejos de la entrada. La fiesta era en el famoso hotel “Hilton” y era muy popular porque estaba más que lleno de limusinas, paparazis, famosos, la música casi reventaba y estaba lleno de fans esperando una oportunidad para ver a su ídolo. Me pregunté nuevamente que hacia ahí. Yo no era famosa, ni rica, ni nada por el estilo. Solo había sido conocida por ser novia de Matt pero ya no lo era, era ilógico. Eché el asiento más atrás, me quité las zapatillas y comencé la operación “Aguanta esta monstruosidad de calzado”. Mientras me daba los últimos arreglos me puse unas cuantas reglas. 
“No beber demasiado, podría ser un desastre.”
“No coquetear con nadie.”… bueno, eso dependía de quien se me presentara… Ay no. 
“Si Matt aparece frente a mis ojos, volteo y lo evito.”
“Salir sana, digna, consiente y salva de la fiesta.”

Me encogí de hombros y salí del auto. Caminé hasta la entrada, el viento estaba fuerte, pero no en exceso. Pensé en que debía colocar bencina al auto apenas saliera del hotel. Un flash me llegó directo a la cara y cubrí protectoramente mi cara con mis manos. Me sentí avergonzada, una foto que saldría en miles de revistas chismosas y yo salí con la cara más horrible que podría poner a la cámara. Luego más y más flash llegaron directo a mí y solo sonreía intentando no mirar las cámaras. Nunca faltaban aquellos que me preguntaban por Matt pero me hacia la muda, ya no tenía nada que decir de él. 
Entregué mi entrada a un guardia y me dejó pasar amablemente. Quien debía abrir la puerta había desaparecido así que agarré la manilla para abrir la puerta pero otra persona que estaba dentro la abrió y casi di un grito del susto. Al parecer él iba saliendo, así que me aparté un poco y subí la mirada, nada más y nada menos que el mismísimo Justin Timberlake frente a mis ojos. Aguanté mi emoción y él al darse cuenta que estaba ahí me dirigió una rápida sonrisa y siguió caminando hasta donde sea que fuera. Entré y casi me desmayé al ver la lluvia de personajes conocidos que había ahí, ¡y se suponía que debía actuar normal! Personas me sonreían cortésmente pero la mayoría yacía en la pista haciendo relucir el suelo. El lugar era inmenso, no encontraría a Samy ni en una hora, así que caminé hasta la barra de tragos. El barman preparaba un trago especial cuando levantó la vista para verme ahí sentada. Casi todos bailaban como locos por acá y por allá y yo estaba sentada mirando el mar de gente, quizás a eso se debió esa burlona baja risa que logré oír por encima de la música. Hice como si no lo notara, hasta que se me acercó. 

Xx:…

Half A Heart (Matthew Espinosa y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora