Capítulo 8

97.2K 5.6K 830
                                    

(Casandra)


Otra vez me desperté por unos golpes en mi puerta. Me incorpore y vi que estaba en pijama. No recordaba cuando me lo había puesto.

-¿Quién? –pregunte mientras me tapaba con la manta.

-Soy Troy, voy a entrar –dijo antes de abrir la puerta con una sonrisa en la cara- ¿No me dejaras ver el espectáculo hoy?

-Pervertido –dije enfadada agarrando más fuerte la sabana contra mi pecho.

-Vamos prepárate que Marc te espera para desayunar y para trabajar.

-¿Trabajar? –pregunte confusa.

-¿Pretendes usar el ordenador y no acabar de cumplir tu trato con Marc? Tienes que ayudarnos con lo del sistema del ordenador ¿o pensabas escaquearte?

-No era eso. Ahora mismo me visto y voy.

-Por cierto, hablaremos esta tarde sobre lo que paso ayer.

-No quiero hablar de eso –dije poniéndome seria de repente.

-No te estoy dando opciones, es una orden. Ahora vístete y baja. Yo me tengo que ir, volveré a la tarde.

Dijo antes de salir de la habitación cerrando la puerta.

Me levante, me di una duchita, y me vestí con unos tejanos, una camiseta normal de color rosa con un panda dibujado y mis vans negras. Agarre el pendrive y me lo coloque en los bolsillos, no me iba a separar de el nunca.

Baje a desayunar y me encontré con Marc usando una tapa de olla como escudo para que no le saltara el aceite mientras freía un huevo.

-Anda déjame a mí –dije quitándole la pala y echándole a un lado.

Él se quedó a cierta distancia mientras me veía acabar de freír el huevo.

-Gracias –dijo sonriendo cuándo le pase el plato con el huevo.

-De nada. Parecía que ibas a tener una batalla con el huevo por eso te he ayudado.

-Si eso... no se lo digas a nadie o tendré a Rose riéndose de mi durante mucho tiempo.

-Mis labios están sellados –dije haciendo como que me cerraba los labios con una cremallera.

Acabamos de desayunar y nos fuimos a la sala donde estaban todos los ordenadores.

-A ver los tuyos serán estos dos. Son más potentes que el que usaste ayer así que cuidado. Proyectaré tus pantallas para ver qué haces, cualquier duda me avisas. Los demás sigan sus pasos y aprendan.

Nos pusimos manos a la obra, de vez en cuando iba resolviendo dudas de que hacía y preguntando que métodos querían usar. Estaba tan entretenida que mi mente no se podía entretener con otros asuntos. Hasta que sonó una alarma en mi ordenador.

-¿Qué es eso? –pregunto rápidamente Marc poniéndose detrás de mí mirando la pantalla.

-Es una alarma. Alguien está intentando acceder al sistema sin permiso.

-¿Puedes saber quién?

-Puedo localizar su ubicación pero no sé si sabré quien es.

-Dame su ubicación y no dejes que entre al sistema –ordeno.

-Voy.

Mientras iba añadiendo trampas para que el intruso cayera y poder conseguir información de él también iba poniendo más escudos para que no llegara al sistema.

Rápidamente saque su ubicación y la mande al móvil de Marc. Él cual se puso a buscar donde era.

Estaba a punto de saber toda su información cuando el usuario desapareció.

-Mierda –maldecí para mí.

-¿Qué pasa? ¿Ha logrado entrar? –pregunto Marc.

-No, se ha retirado pero solo me ha dado tiempo a descubrir su ubicación y nada más.

-Con eso me vale. Voy a llamar a Troy para ver qué hacer. Mientras sigue con el trabajo.

-Vale.

Marc salió de la sala y yo seguí con lo que estaba haciendo reforzando el hueco por donde el intruso se había colado.

-Casandra, me tengo que ir a la dirección a ver quién era el que se ha intentado colar, tu...

-¿Te acompaño? –pregunte.

-No, ni de coña –dijo rápidamente.

-¿No se supone que tengo que estar bajo tu vigilancia? ¿Te vas a arriesgar a dejarme sola? –dije dándole a entender que lo primero que haría cuando se fuera seria escapar.

Pareció pensárselo pero gracias a la desesperación por salir a buscar al intruso me dejo acompañarlo.

Interior mente estaba feliz ya que Marc no había pensado que para mí sería más fácil escapar ahora que había logrado salir de la casa.

Me subí junto a él en el coche nos acompañaban tres personas más que no conocía pero parecían los típicos porteros de discoteca enormes y fuertes.

En cuanto llegamos Marc y los tres gorilas bajaron dejándome encerrada en el coche. No habían tenido en cuenta que había bajado mi ventanilla durante el trayecto y la había dejado así. En cuanto desaparecieron de mi vista no tuve que hacer otra cosa que salir por ella y correr en dirección contraria a la que ellos se habían ido.

Ahora había solucionado la mitad del problema, me había escapado de esa casa pero no tenía un lugar a donde ir ¿debería llamar a alguno de mis amigos y pedir pasar el día? Ya ¿pero luego que haría?

Seguí caminando durante todo el día. Incluso hubo un momento en el que me senté en un banco y una señora me tiro unas monedas, a esta señora siguieron unos cuantos más. Al final me tuve que levantar me sentía mal teniendo que aceptar esas propinas.

Ya era la hora de la cena cuando me decidí a entrar en un bar restaurante y pedir el plato más barato para comer.

-¿De excursión? –pregunto asustándome mientras se sentaba a mi lado.

Era Troy. Trague el bocado que tenía en la boca mientras me lo quedaba mirando.

-Emm... yo... -no sabía que decir.

-Calla y come que seguro que esto es lo primero que comes desde el desayuno –eso era cierto- ¿Quieres algo más? Yo invito.

Acepte su oferta a regañadientes ya que tenía mucha hambre.

-Bueno y ¿me puedes explicar cómo has llegado hasta aquí?

-Es una historia graciosísima –empecé a decir.

-¿No me digas? Empieza desde que el ingenuo de Marc te dejo sola en el coche.

-Ya sabes lo que paso, por lo que veo.

-Exacto –dijo sonriendo con superioridad- ¿Recuerdas que te dije que no escaparas o te las verías conmigo?

VendidaWhere stories live. Discover now