Noche de...

26.3K 3K 316
                                    

Mientras recogía sus cosas y salía de la habitación, se preguntaba si YuGyeom ya había acabado de... trabajar. ¡Joder! Era asqueroso para él pensar que estaba en la cama con ese otro tipo. ¿Por qué no podía comportarse como un omega obediente por una vez y dejaba que él le sacase de esa vida que odiaba.
- Perro orgulloso. - Gruñó para sí. Entonces se dio cuenta de que le entendía, porque él pretendía ser un omega igual de independiente antes de su transición. Pero prostituirse habría sido demasiado. Quizá, si todavía estaba en el local, podía esperarle allí y acompañarle a casa. Quizá podrían hablar un rato calmadamente. Se detuvo en seco. ¿En qué estaba pensando? Seguro que le odiaba. Le había forzado a besarle hacía poco en su dormitorio y no había pasado ni una hora desde que le había empujado por intentar detenerle. Estaba claro que él no querría hablar con él. Para él era un idiota violento, nada más. Como fuera, decidió no esperarle, pues ni siquiera sabía si seguía allí y cruzó la puerta del club con intención de irse a casa.
- Es la segunda vez que me fastidias un cobro, Jeon. - El tigre escuchó la voz del YuGyeom sorprendido. Se dio la vuelta y le vio sentado en el bordillo.
- ¿Y cómo hice eso esta vez? - Dijo fingiendo que estaba calmado. Lo que estaba era feliz de que estuviera allí y de que le hubiera hablado. Aunque fuera para reclamarle algo. Por algo se empieza. No es como si no se lo mereciera.
- Estaba cabreado. Supongo que demasiado humillado como para que se le levantara. - Comentó haciendo reír a JungKook. - Ni si quiera lo intentó, la verdad. Simplemente dijo que se iba a su casa y me dejó aquí. Iba a intentar amortizar la noche buscando otro cliente en el club, pero no suelo actuar así. Normalmente mi contacto me llama por los encargos. En cuanto en el club se han dado cuenta de mis intenciones me han dicho que ellos no quieren ser relacionados con este tipo de servicios y me han invitado a marcharme. Ha sido lo más educado y respetuoso que me han dicho hoy. - Rió triste. JungKook quiso abrazarlo, consolarlo, pero él aún debía estar enfadado por su actitud.
- ¿Entonces por qué sigues aquí sentado en el bordillo como un cachorro abandonado? - Dijo sentándose a su lado. Si el omega quería su apoyo se lo daría, pero no lo forzaría, no esta vez. Ahora nada podía hacerle enfadar. Ya había cometido demasiados errores.
- Tenía pensado cobrar en efectivo. - Respondió. - Y no suelo traer más dinero ni tarjetas por miedo a perderlas o algo. - Siguió explicando. - Así que no puedo coger un taxi. Ni si quiera un autobús. Y está demasiado lejos como para ir a casa. - Bajó la cabeza avergonzado. - Pensé que... cómo aún no te había visto bajar... quizá podrías prestarme algo para ir a casa. - Pidió finalmente. - Cuando vi bajar sola a esa... - Se notó el desprecio que le debía tener a JiEun.
- ¡Ey! Noona es una buena persona. - Aseguró JungKook. - Nada de esto es culpa suya.
- La defiendes porque folla bien, seguro. - Siseó el omega.
- No te llega ni a la suela de los zapatos. - Dijo sin pensar y los dos se miraron sorprendidos de las palabras del alfa. - No debí decir eso.
- Da igual. - Volvió a bajar la cabeza y JungKook hizo lo mismo. - Es bonita.
- Sí. - Respondió sin mucho ánimo. - Es una buena chica.
- ¿No tienes más adjetivos para ella? - Se sorprendió un poco YuGyeom. El tigre se encogió de hombros y no dijo nada más. Quedaron unos largos segundos en silencio.
- Te lo devolveré. No te preocupes. - Volvió al tema anterior.
- Sí, YuGyeommie. - Pronunció el tigre. El perro le miró. - Lo que más me preocupa ahora es que me devuelvas el dinero del taxi. - Ironizó y le miró con cariño. Y YuGyeom bajó de nuevo la cabeza.
- No quiero deberte nada. - Aseguró.
- Eso me duele. - Dijo el tigre. - Porque yo te debo mucho. Siempre fuiste un buen amigo. Y yo me he comportado como un imbécil.
- Sólo un poco. - Le sonrió. - Yo tampoco he ayudado demasiado. Aunque me sorprendió que me empujaras antes.
- Intento mejorarlo. Mi hermano me está ayudando. - Comentó. - Pero aún no puedo controlarme bien. - Aseguró. - ¿Cómo se te ocurre meterte por medio en una pelea de alfas? Pude haberte hecho algo peor. - Esta vez, YuGyeom encogió sus hombros.
- No quería que pasara nada.
- Tonto. - Dijo alborotándole el pelo. - No vuelvas a hacer eso.
- Mejor no vuelvas a meterte en líos y no tendré que hacer nada. - Contraatacó.
- Touché. - Respondió el alfa. Y ambos volvieron a quedarse en silencio, pero esta vez mirándose. - Perdóname. - Pronunció al fin. - Por lo de hoy y... por lo del otro día....
- Me asustaste. - Aseguró encogiéndose un poco al recordarlo.
- Lo siento mucho. Mejoraré pronto mi autocontrola. Te lo prometo. - Afirmó. Y YuGyeom sonrió un poco. - Odio verte triste. - Aseguró JungKook. YuGyeom no respondió. Se dejó caer un poco hacía el lado del tigre y se apoyó en su hombro. JungKook le rodeó con un brazo y le cogió las manos con la que tenía libre. - Estás frío. Vamos a por un taxi. - YuGyeom asintió. Cogieron un taxi sin hablar y YuGyeom volvió a recostarse en el hombro del alfa cuando arrancaron. Prácticamente durmió todo el camino hasta que llegaron a casa de YuGyeom. Bajaron los dos del coche.
- ¿Puede esperar aquí? - Le dijo JungKook al taxista por la ventanilla. - Le acompaño al departamento y vuelvo.
- Como quiera joven, pero el taxímetro tiene que seguir contando. - Le advirtió.
- No importa... - Sintió un tirón en la manga de la camisa y se giró. Vio a YuGyeom agarrado a su brazo mirándole con ojitos cansados.
- Deja que el taxi se vaya. - Susurró. - Quédate conmigo. - Bajó la cabeza avergonzado. - No quiero dormir solo hoy como cada noche. - JungKook sonrió un poco y se giró de nuevo al taxista. Pagó la carrera, dejó que el taxi se fuera y subieron al departamento. Era un lugar pequeño y bastante antiguo. Una habitación, un baño, una cocina y una salita para comer. Todo muy pequeñito. Una persona sola no necesitaba más. Se sentía algo triste que YuGyeom viviera allí solo. Después de lo que tenía que hacer en su trabajo, dormir completamente solo. Comer solo. Tenía que sentirse bastante mal.
- Siento si está muy desordenado. - Dijo.
- No importa. - Comentó desconcentrado observando el lugar. - Si vieras como está mi habitación. - Habló sin importancia. YuGyeom le miró con las cejas alzadas. Él ya había estado en su habitación. - Ya me entiendes. - Ambos sonrieron.
- ¿Quieres tomar algo? - JungKook negó.
- Tienes pinta de estar agotado. - No sabía que había hecho YuGyeom todo el día o a la hora a la que se había levantado, pero parecía muy cansado. Y ya era bastante tarde. - Vayamos a dormir. - YuGyeom no puso objeción. En el dormitorio, mientras YuGyeom fue al baño a ponerse el pijama, JungKook llamó a su padre para decirle que se quedaría a dormir con YuGyeom. No había necesidad de dar ninguna escusa tonta. Habría llamado a su madre, él era el niño de su mamá, pero en su cabeza aún resonaban las palabras de su madre: "Arreglarlo", "No pienso lidiar con otro monstruo". Si podía empezar por arreglar las cosas con YuGyeom, quizá su madre le perdonaría un poco. Su padre sólo le dijo que no hiciera ninguna tontería. Él se extrañó por sus palabras y su padre terminó preguntándole sin tapujos si llevaba condones.
- ¿Qué? - Dijo sorprendido. - Cállate, papá. Que solo vamos a dormir. No te emociones tanto.
- Lo raro es que lo deje dormir con él. - Oyó la voz lejana de su madre, que debía estar al lado de su padre escuchando la conversación.
- No te metas, cariño. - Replicó el señor Jeon. - Ésta es una conversación de alfas. - La mujer se echó a reír.
- Me río yo de vuestras conversaciones de alfa. - Aún con el teléfono en la mano, JungKook no sabía si debía colgar o esperar a que sus padres terminaran de hablar estupideces. - Sólo dile que no se comporte como un idiota. - Él mismo también esperaba eso. Se conformaría con no meter la pata de nuevo. Sólo tenía que cerrar la boca y dormir, no parecía tan difícil.
- Dice tu madre que...
- Sí, ya la escuché. - Aseguró. - Hasta mañana. - Dijo antes de colgar. Justo en ese momento YuGyeom salió del baño con un pijama adorable. JungKook sonrió.
- ¿Qué? - Espetó un poco más despierto que antes frente a su sonrisa estúpida.
- Nada. Sólo me estaba acordando de la nota que me ha dejado Noona antes de irse en la habitación.
- ¿Qué decía? - Preguntó con curiosidad pero algo fastidiado porque creía que sonreía por él.
- Que eres muy lindo. - Dijo de repente. YuGyeom frunció el ceño. ¿Por qué habría dicho eso aquella chica? Pero JungKook no dijo más sobre eso y decidió no preguntar. Por supuesto, eso no era lo único que decía la nota, pero el resto quedaría entre ellos dos. JungKook no tenía pijama, claro, así que se quedó en calzoncillos y cogió una camiseta grande de YuGyeom. Una vez en la cama, JungKook sólo pensaba en no hacer ninguna cosa que pudiera ofenderle. Por eso, decidió meterse primero en la cama y esperar a que YuGyeom escogiera la postura. Se sintió aliviado cuando se apoyó ligeramente en su hombro.
- ¿Te importa si duermo así? - Le estaba aplastando el brazo, así que lo sacó y le abrazó un poco sin querer agobiarle.
- Para nada. - No hablaron en varios minutos y JungKook pensó que el perro estaba ya dormido.
- ¿JungKook? - Pronunció en un susurro. - ¿Duermes ya?
- Aún no. - Aseguró.
- Cuando eramos pequeños tú siempre querías quedarte hasta tarde aunque yo estaba cansado. Pero en cuanto te tumbabas caías dormido enseguida. - Recordó con cariño.
- Sigo siendo igual. - Aseguró el tigre. - También me ha sorprendido no quedarme dormido en el taxi. - Añadió.
- Será que ahora velas por mí. - Comentó.
- Eso siempre lo he hecho, Gyeommie. Nos protegíamos el uno al otro. ¿Recuerdas?
- ¿Entonces por qué se siente tan distinto? - Quiso saber. - ¿Tanto hemos cambiado? ¿Es por qué tu eres un alfa ahora? ¿O por qué nos hemos acostado? - Siguió lanzando preguntas al aire. - Dormir contigo ya no se siente igual que cuando eramos niños.
- Será que ya no somos niños. - Respondió JungKook encogiéndose de hombros.
- No es justo. - Se quejó YuGyeom y el pecho del tigre vibró agradablemente por su suave risa.
- Supongo que no.
- Tengo miedo de que esto sea incorrecto. - Dijo de repente.
- No es incorrecto, YuGyeom. No hacemos daño a nadie. - Aseguró el tigre.
- ¿Tú no sientes el dolor en el pecho? - Preguntó asustado por la respuesta.
- Claro que lo siento. - Susurró.
- Somos amigos. No debería ser tan difícil. - Opinó YuGyeom.
- Ya... - Amigos. Era una palabra complicada para ambos. ¿Sigues siendo amigo de alguien a quién hace años que no ves? A pesar de fuerte cariño mutuo.
- No está bien. - Reiteró YuGyeom, casi para sí mismo. JungKook empezó a no comprender. ¿Qué había de malo en aquello?
- ¿El qué?
- No debería ser así. Somos amigos. - Una y otra vez. Amigos. Amigos. Amigos. Esa palabras retumbaba en la cabeza del tigre.
- No sé que quieres decir. - Aseguró sinceramente.
- ¿Y si lo que siento es un error? - Preguntó YuGyeom.
- ¿Nuestra amistad es un error? - Preguntó confundido sin pensar demasiado. ¿De verdad creía eso? Si era así, ¿por qué le había pedido que se quedase?
- ¿Acaso somos realmente amigos? ¿Crees eso de verdad? - Ese fue el último clavo del ataúd para JungKook. Si no eran amigos, ¿qué eran? ¿Le estaba pidiendo que se largara?
- YuGyeom, si quieres que me marche dímelo. Pero no me tengas aquí haciéndonos más daño. - YuGyeom se apoyó un poco en el pecho del alfa y velozmente pegó sus labios a los de su "amigo". Hizo presión sobre ellos, casi no se podía llamar beso. Con la misma velocidad regresó a su posición y escondió el rostro en el pecho de JungKook. YuGyeom no había podido más. Necesitaba saber si podían darse una oportunidad como algo distinto porque su amistad ya estaba hecha añicos. Y era su culpa, porque él ya no le veía como un amigo sin más. No quería quedarse con la duda. No podía más. No paraba de pensar en él mañana, tarde y noche. JungKook, por su parte, estaba completamente en shock. ¿Qué había sido eso? Tan sorprendido estaba que por un minuto entero no se movió. Fue el minuto más largo en la vida de YuGyeom. Estaba claro que JungKook no sentía lo mismo por él. Si no, no se habría acostado con aquella chico bonita.
  - Al menos, no te vayas. - Pidió suplicante. Sólo podía esperar que se apiadara de él y no le abandonara esa noche. - No me dejes dormir solo, por favor. - JungKook salió del shock y le abrazó con fuerza. YuGyeom no podía esperar más de él. ¿En qué momento fugaz había llegado a su vida para ser su salvación y a la vez su martirio?
- Me estás volviendo loco. - Aseguró JungKook. El perro no sabía que significaba eso. - Menudos amigos somos. - Pronunció. - Los dos locos por besarnos a cualquier oportunidad. - YuGyeom salió de sus escondite muy despacio y vio al tigre que le miraba con un cariño infinito. JungKook se acercó y le besó con suavidad. YuGyeom le correspondió sin dudar. - Descansa. Hablamos mañana. - Dijo dándole otro beso, esta vez es la frente. YuGyeom sintió su cuerpo ligero y se recostó de nuevo. JungKook le abrazó poniéndole más cerca, más encima de él. - Buenas noches, Gyeommie.
- Buenas noches, Kookie. 


Nota de JiEun:

"JungKook, he pasado una noche... divertida. La verdad, eres bastante bueno en la cama. Espero verte pronto por el gimnasio. Quizá podamos ir a tomar algo algún día.
PD: No le dejes escapar. Es un chico muy lindo.
Con cariño,
JiEun-Noona"

*VOTA Y COMENTA!!!

Ale! Aquí acaba el "maratón" de JungKook y YuGyeom "Noches de...".  ¿Que os ha parecido? 

Volvamos a las otras historias. 

Like Cats and Dogs. |YoonMin| |Omegaverse|Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon