¡oh No, Evans! (james sirius potter) TERMINADA

10- enamorada

Fred solo asintió.

-sí y desaparezco por las noches para contar hormigas. - Los otros tres chicos se rieron. Haciendo que james quisiera defenderse, pero no lo hizo, solo miro el sillón verde- vendrás con nosotros y sin peros

Las horas pasaron, en realidad Fred había dejado que Lorcan y Frank fueran a su clase de herbologia la cual impartía el sub director Neville longbottom, también conocido como jefe de la casa de gryffindor.

Bajaban las escaleras y trataban de ir por pasillos donde nadie los viera, no necesitaban más problemas y menos a un profesor preguntándoles si no tenían que ir a una clase.

Frank y Lorcan se encontraban saliendo de la clase de herbologia donde sus tres amigos lo esperaban fuera del invernadero tres. Ellos salieron sonriendo aquella clase había sido divertida hasta el cansancio sobre todo cuando un chico de ravenclaw trato a Neville como una persona no inteligente y este le hizo tantas preguntas que el chico de ravenclaw decidió salir de la clase. Una ravenclaw se reía de su compañero, le conto a los dos gryffindors que siempre se estaba creyendo más sin razón alguna, en realidad muy pocos de la casa lo aguantaban.

En cuanto eso fue contado, los cinco chicos empezaron a caminar hacia el árbol que se encontraba cerca del lago negro. Mientras caminaban james paso a saludar a hagrid quien estaba muy feliz de verlo, pero no tanto cuando le pregunto el por qué no asistía a sus clases, luego de diez minutos de un hagrid insistiendo de que se queden a tomar el té, el cual era imposible de ingerir de lo feo que sabía, finalmente los dejo seguir su camino.

Los cinco amigos se pasaron el camino haciendo bromas a los estudiantes que pasaban por su lado. Pero cuando estaban por llegar a su lugar se callaron al oír unas voces conocidas. Se acercaron sin hacer ruido alguno.

Artemisa se encontraba acostada a unos metros de ellos, estaba acostada lo suficientemente lejos del agua junto a dos semidiosas, annabeth, piper y hazel.

- ¿por qué no nos dices quien te gusta? - dijo esta última

-por qué no me gusta nadie-dijo la segunda pelirroja

-estás haciendo eso que haces cuando mientes- dijo piper

-no hago nada cuando miento- dijo tratando de defenderse

-si tocas la cicatriz que tienes cerca de la muñeca- dijo annabeth

-deberían unirse a lo policía- james sintió como su corazón latía, ¿era aquello sudor? ¿Porque estaría nervioso? A él no le gustaba artemisa, no podías dejar de odiar a alguien tan rápidamente.

Sus tres amigas se miraban entre si exactamente igual a como lo estaban haciendo los cinco amigos

- ¿nos dirás? - dijeron las tres al mismo tiempo. - es una gran noticia que no te guste alguien que sea famoso e imposible de alcanzar. - agrego annabeth

-solo te comento que yo y tom felton vamos a ser muy felices cuando nos casemos y tú no serás mi dama de honor con esa actitud, - sus tres amigas se quedaron viendo sin comprender quien era aquel que mencionaba, se había olvidado que sus amigas no eran fans de las series como ella- pero hasta que asa y yo nos conozcamos no está mal tener otros novios, los cuales si tuve.

-tu no tuviste otros novios o ¿sí? -dijo Hazel quien se había sentado en el lugar para ver a su amiga.

-pregúntale a potter y a sus amigos que están atrás de ese árbol escuchándonos hace un rato. -dice artemisa señalando el árbol donde se encontraban los chicos-acércate potter y diles que si tuve novios aquí.

James no podía creerlo, pero lo que no sabía es que artemisa sintió su aura y la de sus amigos. A veces era agotador sentir las auras porque había algunas muy oscuras y quitaban energía. James, Fred, lyssander, Lorcan y Frank salieron de detrás del árbol. Y caminaron hasta donde se encontraba artemisa sentándose para poder verlos.

-alguno de ustedes que les digan a mis amigas que tuve un par de novios.

Fred no tuvo problema en hablar, en realidad jamás lo tenía.

-salió con thomas Wood en segundo- artemisa recordó aquel momento, thomas Wood era alto con el pelo marrón y ojos oscuros, el hijo mayor de Oliver Wood, un gryffindor que amaba más el quidditch que otra cosa. Artemisa decidió romper con el cuándo se dio cuenta que estaba llevando una relación con un loco de quidditch y que si ella se cayera de una gran altura en una escoba seguramente se fijaría en esta última primero.

Después de Woods había tenido un novio más, recordaba haber roto con el únicamente por que aquel era el último año del chico en el colegio y él no se sentía seguro para una relación a distancia.

-luego salió con Alina Jackson-artemisa sonrió al recordar a su primera novia, después de ella tuvo dos más que se mantuvieron en secreto porque ninguna había salido del closet y les daba miedo el que dirán. Ella lo entendió, de todas formas, ninguna relación llego a nada. Pero el acordarse de la muchacha de tez oscura y ojos como gatos y cabello inmanejable sonrió.

-agregando a travis- dijo mirando a sus amigas, travis stoll había sido su novio durante un año entero, pero cortaron por problemas personales de cada uno.

-aunque no es un noviazgo podríamos agregar los besos con Lorcan- este quiso tapar la mano de su gemelo, pero no pudo.

James miro a su amigo, quien evitaba su mirada. Su pecho ardía, le dolía, pero no podía decir nada.

El ambiente era tenso. Nadie sabía cómo escapar ni siquiera las tres semidiosas que poco sabían del tema.

-sé que me odias Potter, pero tienes un amigo lindo y carismático. Dijo en una especie de defensa que ni ella entendía. No le debía nada a james- de todas formas, si quisiera puedo besarlo ahora mismo, bueno si él también quiere- james rezaba por que no lo hiciera. – si dejaras de odiarme quizás no te molestaría que me besase con uno de tus mejores amigos.

Saludo a sus amigos y se fue del lugar, no necesitaba aquello además ya había quedado con los tres slytherins, Scorpius, albus y alex, para poder hablar y pasar tiempo juntos.

Camino por los jardines cuando finalmente lo vio, el chico que la traía loca, del que no debería estar enamorada, del que juro nunca estarlo, leo Valdez.

La miraba con su sonrisa que podía dejar a cualquiera embobado.

-llamitas- dijo alegre- me dejaste solo en clase.

El paso su brazo alrededor del hombro de esta a pesar de que era bastante más bajo que ella y le hablo, sobre las clases, sobre las chicas y sobre como la había extrañado en el día.