Capitulo 48

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¿Lacio u ondulado?

Si lo pongo lacio el pelo me va a llegar hasta el suelo. Pero a los chicos les gusta el cabello largo, ¿verdad?

Y si lo ondulo va a parecer que soy una niña de ocho años que va a tomar la comunión.

Hablando de eso, nunca he tomado la comunión. Y tampoco me han bautizado. Ni siquiera he entrado en una iglesia. Pero creo en Dios, ¿eso es pecado?

- ¡____! - Me sobresalté al escuchar la voz de Tris que me miraba fijamente de arriba hacia abajo.

- ¿Qué? ¿Qué? - me miré a mí misma buscando el error.

¡Sabía que tenía que ponerme un vestido!

- ¿Estoy fea? Los pantalones me hacen el trasero gordo, ¿verdad? Y esta cosa hace que mis rollos salgan por todos lados, Dios, necesito hacer ejercicio de verdad. - Miré mi reflejo en el espejo intentando no entrar en pánico.

La familia de Christopher va a odiarme.

- Estás... - Tris se acercó a mi lado y ambas nos reflejamos en el espejo. Nada me había causado tanta depresión o inseguridad que ver el reflejo de Tris en su pijama y luego verme a mí, intentando ser linda pero no lográndolo en absoluto.

- Fea. - Resoplé.

- Hermosa. - Tris sonrió.

- ¿En serio? No lo dices por compromiso, ¿cierto? - Ella negó con la cabeza y acomodó mi cabello.

- ¿A qué se debe tanta producción? ¿Vas a salir con un chico? - Jugó con sus cejas haciéndome sentir incómoda.

Bien, tenía que mentirle, aunque no quisiera. No había otra opción. Ella no se podía enterar que yo iba a salir con Christopher. Sería como decirle que había arruinado su vestido preferido en la lavadora. Me mataría.

- Algo así. - Técnicamente, no estaba mintiendo. Christopher no era un chico, era un vampiro. Técnicamente.

- ¡Oh Dios! - gritó emocionada. - ¿Quién es? ¿Va al instituto? ¿Lo conozco?

Dios, tranquilízate.

- Sí, va al instituto y no, no lo conoces. - Técnicamente, no conocía a Christopher, sólo sabía lo que la gente decía de él. Técnicamente.

- ¿Cómo se llama? - Me giré hacia Tris con una sonrisa.

- Ya basta de preguntas. No es una cita. Tranquilízate. Sólo somos amigos. - TÉCNICAMENTE.

- Está bien, está bien. Como tú digas. - Alzó las manos mientras se tiraba en la cama. Tomé el delineador para hacerme una fina línea alrededor de mis ojos.

- Llamé a Johann para que venga, así no te quedas sola. - No me olvidaba del escape de Mason, y no me sentía cómoda con la idea de dejar a Tris sola otra vez, mientras ese loco seguía suelto. Y Johann era un hombre lobo, así que podía protegerla mejor que nadie. Me sentía más aliviada sabiendo que ella no estaba sola. Como si un peso saliera de mis hombros.

- Bueno, te lo agradezco. No disfruto para nada quedarme sola. - Froté mis manos por mi cara.

Dios, esta base para la piel me deja diez mil veces más blanca de lo que soy en realidad.

- Lo sé. Johann debería llegar en cualquier momento. - El timbre sonó mientras tomaba el rimmel y lo esparcía por mis pestañas.

Sexy.

- Yo voy. - Tris me guiñó un ojo y antes de irse me gritó. - ¡Estás perfecta!

Y lo peor de todo, era que me lo había creído.

Christopher Where stories live. Discover now