1 - ¿Te duchas conmigo?

1.6K 62 2
                                    


Ya era jueves. Agoney no se podía creer lo rápido que estaba pasando aquella semana y lo poco que faltaba para la final de Operación Triunfo, donde uno de sus compañeros se jugaba el codiciado puesto de ganador de esta edición. Por fin podrían volver a estar todos juntos el domingo, el lunes, y a partir de entonces, tanto como quisieran en los ensayos de la Gira de OT, y fuera de ellos.


Era hora de cenar y en el taxi solo se escuchaban rugir las tripas de los chicos y alguna canción de fondo en la radio que no escuchaban porque twitter era más interesante en aquél momento. La gente se había vuelto loca al saber que eran los únicos que viajaban juntos al destino de su firma del día siguiente y que por tanto estarían solos.


La verdad sea dicha, a ellos aquello también les hacía cierta ilusión, pero no por lo que el resto del mundo pensaba. Simplemente querían estar juntos y hacer algo más que entrevistas donde contestaban a preguntas a las que ni ellos mismos tenían respuesta.

Cuando llegaron al hotel encontraron a algunas personas esperando en la puerta principal. Estos fueron muy amables y tras un par de palabras y alguna foto les dejaron seguir con su checking tranquilos. Tenían hambre y sueño, y por mucho que adorasen a sus fans, no veían el momento de acostarse; había sido un día ajetreado y el de Adeje se dormía por las esquinas.

Subieron a dejar las maletas y bajaron a cenar, justo cuando casi cerraban el comedor. Allí hablaron más bien poco, un par de frases sobre el día y comentarios sobre el sabor más o menos agradable de la comida.


- Buah, prueba esto, está buenísimo. - Comentó Raoul con la boca llena, como siempre, acercándole el tenedor a la boca a su compañero.


El canario aceptó el bocado y resolvió que tenía razón. Le dio a cambio una cucharada de su crema, soplando antes el cubierto para que no se quemase.
Recibió un "gracias" y una sonrisa que enchinaba los ojos del catalán.

Fue entonces cuando se percató de cuán cercanos eran.

Compartir comida era algo que haría con cualquier amigo o familiar, pero no todos le devolverían aquella curva sincera.

Rió un poco por lo bajini, haciendo que Raoul preguntase qué sucedía.


- Nada... - Sonrió mirando el plato.- Estaba pensando que parecemos una pareja.


Al rubio se le atragantó algo y Ago, dándose cuenta de lo que acababa de decir, se ruborizó un poco.

- Lo siento, ¿estás bien? - Preguntó, pasando el agua a su compañero.- Acabo de decir una tontería...


- No pasa nada. - Dijo el catalán, apoyando el vaso en la mesa.- Yo también lo pienso a veces.


Al escuchar esto el moreno levantó las cejas de forma exagerada y decidió dejar el tema, ya que aquella conversación ya había tenido lugar y nunca terminaban de acuerdo sobre qué eran o no eran.


Pasaron los minutos y subieron a las habitaciones. Tenían una habitación al lado de la otra y, sin embargo, parecía que estaban a mil kilómetros una vez estaban dentro.

Sabían que no podían depender tanto de la compañía del otro, pero no podían evitar pensar en qué estaría haciendo y el tiempo que habían perdido las últimas semanas sin verse o encontrándose siempre rodeados de gente.

Agoney estaba en el baño preparando unas toallas para ducharse cuando recibió un mensaje "¿Qué haces?"; Raoul, seguramente en el mismo sitio, a escasos metros, pero en su habitación, con paredes de por medio.
"Iba a darme una ducha..." Contestó sin más... Y sintiéndose atrevido, pensando lo mal que le sentaba al otro que le picasen, añadió un pícaro "¿vienes?".

Lo que este no esperaba es que, después de recibir un icono con los ojos mirando al cielo, le sobresaltasen un par de toques en la puerta.

Sonrió casi sin querer, para sí, y fue hacia la puerta.


- ¿Sí?


- Servicio de habitaciones. Vengo a traerle gel.- Decía el catalán desde el rellano.


Cuando Raoul vio a su amigo abrirle con solo los pantalones de pinzas grises puestos giró la cabeza hacia un lado.


- Oye, podrías haberte puesto algo para abrir ¿no?


- Ella, que ahora tiene pudores. Hay confianza de sobra...


- ¿Y si no hubiese sido yo?


- Pues eso que se hubiese llevado el botones. - dijo el canario, condescendiente.


- JÁ, ELLA, míster Canarias 2018.


El más joven había hecho aquél comentario para que el ego de Agoney no se creciese aún más, pero lo cierto era que no podía quitarle la vista encima mientras entraba y cerraba la puerta.

Quizá no estaba musculoso, pero la verdad era que aquellos brazos y su piel morena no dejaban que se pudiese centrar en nada más, así que no escuchó nada de lo que dijo su amigo en los siguientes segundos. Hasta que este empezó a quitarse los pantalones y pudo ver que se quedaba en bóxers desde atrás. Se giró hacia el lado contrario y gritó.


- Eh, ¡¿qué haces?!


- Colgar adornos navideños, ¿a ti qué te parece? Te acabo de decir que me voy a duchar y como no contestabas pensaba que estarías mirando el móvil. Chiquita empanada llevas amigo.- Exclamó el del pelo negro.- Además, ni que nunca me hubieses visto desnudo. ELLA, DRA-MÁ-TI-CA. Vete a acostar o algo.


El último no se podía creer lo que acababa de suceder. La persona con la que tenía más confianza de todos sus compañeros, se acababa de alterar por el simple hecho de verlo desnudarse. Qué cuadro.


- A todo esto, supongo que si no me puedes ver desnudo, no vas a ducharte conmigo, así que... ¿A qué has venido? - Comentó, por curiosidad, mientras entraba al aseo de nuevo.


- Yo... Pues para no estar solo.


- ¿Entonces tienes vergüencita de ducharte conmigo? Qué mono...

El canario realmente se estaba divirtiendo con aquél pique.

- No se de qué me hablas. No tengo por qué tenerte vergüenza. Somos dos tíos y...


- Justamente... - Replicó Ago en voz baja.


El catalán lo escuchó y pasó al baño, donde su amigo estaba de espaldas, ya desnudo, entrando a la ducha. No sabía exactamente qué pretendía con aquél gesto. ¿Seguirlo?

Este lo miró por encima del hombro con una ceja levantada, sabiendo que no iba a ser capaz de seguir sus pasos, y menos tan nervioso como estaba.


Efectivamente, tras un "voy ducharme yo también, después vuelvo", el rubio salió de allí cerrando la puerta tras él.

Arrégla(me)loWhere stories live. Discover now