S I N O P S I S

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El auto se había alejado, dejando a una inofensa niña de seis años tirada frente a una gran mansión, sus ropas sucias y rotas daban el mal aspecto, peses a que era hija de alguien importante, aún así, ella había terminado aquí.



No hables, ni digas nada mocosa.
O volveremos por ti.



Las últimas palabras que había escuchado de su tío antes de bajarla del auto y dejarla aquí.

Y de algo si estaba segura era de qué no quería que volvieran por ella, no recordaba su nombre, y si que menos se acordaría de la dirección o lugar de su casa.

Vio pasar una pareja, cogidos de la mano con varias personas tras ella. Él hombre se quedó mirándola fijamente y ella sintió encogerse en ese lugar, la mujer se libero de su agarre y se acercó a la niña agachándose para quedar a su altura.

- ¿Cariño estás pérdida? - pregunta está con un sonrisa en su cara transmitiendo confianza a la susodicha.



No hables, ni digas nada mocosa. O volveremos por ti.



Las palabras se repitieron en su cabeza otra ves así que calló, la mujer la miro inofensa, esta giro a ver a su marido y él más que nadie sabía muy bien a lo que se refería.

Este suspiró y negó, con su mirada fría dirigida hacia la niña, quién las recibió cómo estacas.

Se preguntó internamente.

¿Qué se sentiría ser amado por alguien?

A sus cortos años de edad ella no recordaba cuando fue su último abrazo, o si alguien la había querido alguna vez, se sentía sola en este mundo, y sola estaba.

La mujer le sonrió al hombre y este sin negarse a su amada asintió sin más, sin rechistar.

Su semblante serio volvió al ordenar a los hombres frente a él que los llevarán a su casa.

A su nueva casa a partirá de ahora.

- ¿Cómo te llamas? - volvió a preguntar la mujer.

Ella abrió su boca para emitir palabra alguna pero llevo su manita a ella obligándose a callar. No recordaba su nombre, este era una gran secreto, uno que ni ella sabía pero debía ocultar.



No debes hablar nunca, eres una niña mala. Mala.



- Veremos si tus padres te están buscando. - dice el señor sin dirigirle una mirada.

Ella niega rápidamente, sus padres habían muerto hace Ya varios años atrás, ya no había nadie que velará por ella, y su tío que quedó con su custodia había hecho sus pocos años un infierno.

- Esperemos que ella esté bien. - la mujer volvió a sonreír maternalmente y miro a su esposo.

Él sabía que era lo que ella quería, ya que no podía, así que solo guardo silencio y dejo que las cosas sucedieran a su modo.










































Gracias 😎

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