Las cosas iban bien. Los trillizos ya se acostumbraron a la vida pirata. Bill le compró a Dipper varios libros ya que este le gustaba mucho leer, especialmente de misterio. Beast le compró a Wirt plumas, tinta y papel ya que a él le gusta escribir poemas. Mientras que la relación de Tom y Marco mejoraba poco a poco. Ahora al menos ya no se pegan cuando se ven en el barco. Hoy era un día soleado. Entonces Dipper sintió algo al igual que Wirt y Marco.
-¿Qué será?- se preguntó Dipper extrañado.
-¿También lo sentiste, Dip?- Marco apareció serio.
-Sí... Es como si algo nos estuviera llamando...- dijo Dipper pensativo mirando el inmenso mar.
-Yo también lo siento.- dijo Wirt preocupado.- No sé hermanos... Algo me dice que es importante, pero es peligroso.
-Debemos decírselo a los chicos.- dijo Marco.
Los tres buscaron al rubio, al pelinegro y al pelirosa. Los encontró charlando de la próxima isla. Bill se dio cuenta de los trillizos. Iba a levantarse para ir a molestar a Dipper, pero se dio cuenta de la cara seria de Dipper. Los tres castaños les explicó lo que pasó hace unos minutos.
-Será interesante. Tal vez sea algún tesoro.- dijo Bill emocionado.
-Quien sabe...- dijo Beast con su usual poker face.
-Tsk... Espero que no sea un perdida de tiempo.- dijo Tom con su usual carácter.
Llegaron a una isla. Esa isla parecía muy tranquilo, pero eso es lo que aparentaba. De repente algo arrastró los pies de Dipper. Él cayó y estaba siendo arrastrado al agua. Marco y Wirt estaban justo al lado e iban a ayudar, pero apareció otros brazos y empezaron a arrastrarlo a ellos también. Bill fue el primero en darse cuenta de eso. Corrió toda velocidad hacia los trillizos e intentó agarrar los brazos de Dipper, pero fue demasiado tarde. Los brazos arrastró a los tres castaños dentro del agua.
-¡Qué mierda acaba de pasar!- gritó Tom desesperado.
-¡No ves que acaban de secuestrar a Pinetree, el niño karateca y al gnomo, salmón estúpido!- gritó Bill furioso.
-¡Lo he visto, nacho incompetente!- gritó Tom de vuelta.
-¡Callaos de una jodida vez y ayudadme a buscar una forma de salvar a los castaños!- gritó Beast ya harto de la estúpida discusión del rubio con el pelirosa.
Mientras los castaños intentaban liberarse de los agarres. Dipper abrió dificultosamente los ojos y vio algo impresionante... ¡Eran sirenas y tritones quienes estaban arrastrándolos!
-¡Suéltenme!- gritó Dipper pateando fuertemente.
-Príncipe, vuelve con nosotros...- dijo una sirena de cola verde con voz suave.
-¡No entiendo a que te refieres con príncipe! ¡Déjanos ir!- gritó Wirt sintiendo que cada vez se volvía más débil.
-No puedo hacer eso...- dijo un tritón de cola gris.
-Debemos llevarlo ante nuestra reina.- dijo otro tritón de cola naranja.
Después de eso, los tres castaños fueron arrastrados ante un palacio. Después de entrar, los soltaron.
-¿Dónde estamos?- Marco empezó a examinar el lugar.
-¡Espera! ¿Cómo es posible que todavía no nos hemos muerto asfixiado?- gritó Wirt alertado.
-¡Eso es ilógico!- gritó Dipper nervioso.
-Es porque sois mis hijos.- habló una voz suave y melodiosa.
Continuará...
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Secuestrados por unas piratas. (Yaoi)
RomanceBill x Dipper Tom x Marco Beast x Wirt