Mi Propiedad Escondida (Skrillex) ||HOT 2° TERMINADA||

#7 Penúltimo capitulo.

No imaginaba enfrentandome a esta clase de dilemas del primer mundo... Bueno, tampoco es que fuera una novela, después de todo para cualquier persona con cuatro dedos de frente sería más que obvia la decicion (irse con quien no solo me queria en mi plano fisico) ¿Pero yo que debia decidir cuando hay más que deseo sexual en el medio? Y hablo de mi, porque Sonny... Es solo un cachondo por más que duela admitirlo, esa es la realidad a no ser que...

Suspiré y meti los dedos de mis pies bajo la arena. Una pareja pasó corriendo y riendo frente a mi y yo acomodé el sombrero que me cubria del sol.

Miralos... Tan felices y sin preocupaciones, tal vez yo le doy demasiadas vueltas al asunto. ¿Me gustan dos personas? ¿O lo que percibo hacia Sonny es solo la idea innequivoca de que el sexo vacio y sucio son equivalentes a sentimientos más profundos?

Aprieto mis manos al rededor de la arena sintiendo como los pequeños granos de esta se hunden en mis uñas.

¿Que hago? Me dejé caer en la arena boca arriba. Vamos sol... quemame, consumeme, chamuscame y desapareceme. Las gaviotas pasan, un avion a lo lejos, no hay casi nubes, cierro los ojos y casi al instante algo obstaculisa el paso del sol a mi rostro, levanto mis parpados, alguien está parado sobre mi cabeza, el sujeto baja la mirada, el refeljo de esos ya casi conocidos lentes me ciega. Hablando del rey de Roma.

-¿Qué haces aquí? -Digo apática.

-También me alegro de verte. -Se quita y el sol vuelve a alumbrame, siento como se sienta a mi lado.

-Mmm. -Me quejo.

-Digamos que no tengo nada que hacer hoy y quise venir a la playa. Te vi acá, no estoy intentando nada, te lo juro. -Se rie bajito. Sonaba sincero.

-Sonny...- Le llamo y cierro de nuevo los ojos apretando de nuevo la arena entre mis manos.

-¿Hm? -Abro un ojo y lo miro por el rabillo de este, se estaba aplicando bloqueador en los brazos.

-¿Que pasa si hipotetiamente llego a casarme? -Resalto el "hipoteticamente" tratando de desviar la seriedad del asunto y vuelvo a cerrar el ojo.

-Solo no te divorcies a los tres años y con dos hijos en el medio. -Sonó medio burlon. Primer punto perdido.

-¿Qué pasa si me caso con Andrew? -Permaneció unos segundos en silencio.

-Pues... Estarias en todo tu derecho. -Frunzo el ceño.

-¿En serio? -

-Si, America es un país libre. -Disparo al corazó.

-Claro... Puedo votar y eso ¿No? -Escupí.

-Y escoger con quien casarte. Él es una buena persona, algo ingenuo e inocente. -Se rie. -Pero tu sabes... Tuvimos sexo en tu casa y no sospecha nada. -

-Claro... Tuvimos sexo en mi casa, en mi sofá. Sexo... -

-El placer de la vida. -

-Estás algo extraño hoy ¿Sabes? -Me levante con ayuda de mis brazos y le miré.

-No, eso solo que creo que no habiamos tenido una conversacion tan casual... -Me miró. -¿O si? -

Ahí caí en cuenta.

-Es verdad, nosotros no... Solemos hablar así. -Le miré de arriba a abajo. Algo en su aura era ¿distinto?

-Claro, siempre que lo hacemos es después de acabar, o antes, o relacionado con algo sucio. -Ríe algo ¿tierno? ¿Que pasa? Él me miró y yo aparté la vista algo sonrojada. -¿Que pasa? -

-N-nada... Yo. Andrew me pidió que fuera su esposa. -Dije al fin.

La brisa sopló y consigo unas cuantas gotitas del agua del mar, la marea subió a penas un poco como para tocar los dedos de nuestros pies y una gaviota graznó a lo lejos, pero Sonny no habló, solo suspiró un suspiro largo, pesado y lúgubre.