HONEST.

risa.

Los largos dedos del menor viajaban traviesamente por el abdomen del mayor, pasando sus yemas delicadamente, pero de movimientos rápidos, aún encima del más alto, tratando de inmovilizarlo, escuchando su escandalosa risa ante los toques divertidos de sus dedos, y tratando de esquivar los manotazos desesperados que daba NamJoon al querer parar las cosquillas.

TaeHyung sólo podía dejarse envolver por el cálido sonido de las carcajadas de su mejor amigo, las cuales rebotaban dulcemente por las paredes de su habitación, y su pecho se hinchó de orgullo al saber que él era el causante de tanta alegría.

—B-basta, TaeTae. — rogó el mayor, tratando de quitarse las manos del castaño de encima, cosa que no logró, pero cuando se rindió y comenzó a respirar agitadamente aún con risas cansadas escapándose de su boca, no pudo evitar que su sonrisa de desvaneciera de a poco al sentir las fuertes manos de su amigo deslizándose fuera de su abdomen, yendo hacia su espalda, envolviendolo en un abrazo apretado y haciéndolo sentir protegido. Respiró pesadamente, sintiéndose aliviado y sonrojado.

—Estoy cansado.— Murmuró el más alto, tratando de estar en una posición más cómoda pero sin cortar el abrazo, para poner su rostro rojo en el lindo cuello de TaeHyung, restregando su nariz suavemente en la cálida piel de su amigo.

—A dormir, hyung.

Pronto los dos se encontraban tapados por frazadas, abrazandose como si de una almohada se tratase, y aún con los ojos cerrados, NamJoon podía sentir la mirada atenta de su mejor amigo sobre él.

—Tienes una risa hermosa, podría escucharla todo el tiempo.— Susurró el menor, acariciando el cabello del menor, quién rió tontamente.

—A dormir, mocoso.