Tres de la mañana. Waterloo. Barrio residencial de clase alta. Una casa. Dentro de la casa un hombre. Dentro del hombre una misión.
El elegido no puede dormir. Piensa, luego existe. Hace frío, mucho frío, pareciera que la borrasca siberiana se hubiese instalado entera sobre su tejado. Como Europa, él también tiene el corazón helado: los suyos le han traicionado, las hordas fascistas avanzan desde todos los flancos; siente que nadie le entiende, que nadie le apoya y que a nadie importa. Y en la inmensidad de la noche belga, piensa:
«...Fíjate que cosa más curiosa, desde que estoy aquí, en Waterloo, parece que me haya contagiado ─pobre de mí, que soy todo humildad─ de un aire así como napoleónico, imperialista, que hasta me ha dado por soñar en español, ¡jo que sóc català-català!. Se me ha arraigado en la mollera una estampa colonialista que me debe de venir, como poco, del bisabuelo que estuvo Cuba ¡anda que no hizo dineret allá, el canalla!
La cosa es que el sueño dels Països Catalans se me quedó pequeño, que ya no me llena... bah, minucias pal Junqueras. Ahora pienso en grande, a lo Napoleonico, y a tomar viento con la humildad, qué coño, una Europa catalana, entera y republicana: la Europa de las sonrisas. Veo a mis payeses entrar en Londres, en París, en Berlín, a bordo de sus tractores, con els segadors a toda pastilla, lanzando sus calçots al viento. Iba a hacer yo una inmersión lingüística en toda Europa que se iba a cagar la perra. Ohh yeah.
Porque pasar a la historia en letras doradas, como un héroe, un salvador, un Mahatma Gandhi, tiene su faena, no se crean, hay que echarle horas. Y mucha creatividad. Si es que los genios somos unos incomprendidos, ya lo decía la señora aquella del Ecce homo. También hace falta un buen enemigo. Nada une más que un enemigo común. Yo tengo a mi Rajoy ¡y que me dure! ¡si hasta le hice campaña en las últimas elecciones! ¡al estilo ruso! ¿Qué haría yo sin mi villano barbudo? Creé dos cuentas falsas en el twister: Manoloeldelbombo@españalamejón y Tejero23@tolmundoalsuelo, y venga a lanzar twisters poniendo a caldo al coletas y al Errejón, «¡que viene Venezuela, que viene el comunismo! ¡Aw-que-mieo!» ponía yo en los twisters, así, pa asustar al votante, tenía un muro que era un primor de retweets y de likes. ¡100 k de followers en una semana!...
A todo esto me despido por hoy (bostezo), que mañana me espera un día muy duro: entrevista, ópera y fiesta de las sonrisas, ahí es ná, haciendo república. Ta mañana, queridos. Y no olviden catalanizarse y bonaparti... Zzzz
