Encuentros

3.1K 226 19
                                    



— ¡¡Inuyasha, eres un tonto!! — Tras verificar según yo,  que no había nadie cerca;  no pude evitar gritar esto con todas mis fuerzas, pero no estuve satisfecha solo con eso y quise volver a gritar. — ¡¡Kikyo, eres una...!!



Iba a decir lo demás, cuando alcance a escuchar el sonido de una silla moviéndose; fue entonces que cuando miré el lugar de donde procedía el ruido, solo pude ver al hombre más atractivo que hubiese visto en mi vida.   Estaba vestido de un elegante traje negro; sus ojos dorados eran lo más hermoso que hubiese visto nunca.    Me quede muda al verlo, pero mi asombro dio paso a una gran vergüenza.


No pude evitar ponerme roja de la vergüenza, ante la certeza de que él me había escuchado gritar furiosa.



—... ¡¿Usted me escucho?!

—... — No respondió nada, solo asintió ligeramente, mientras sentía que el color rojo de mi rostro era cada vez más intenso.

— Yo... ¡Lo... lamento!

— No me imaginé que mi descanso sería interrumpido de esa manera...

—... — Su mirada penetrante tal parecía traspasarme, hurgando muy profundo dentro de mí.

— ¡Este sitio es privado! Solo pueden venir aquí los directivos de la empresa o los visitantes VIP

— Lo... lamento, yo...

— ¿Eres una de las modelos del desfile? — Aunque su voz era fría y un tanto indiferente, pero era la voz más varonil que hubiese escuchado, se notaba que es alguien educado, me sentía muy intimidada por él.

—... Si.

— Ya veo, eso explica porque no sabías nada.

—... — Solo podía encogerme en mi lugar, no sabía si me iban a castigar por haber ingresado allí sin preguntar.

— Humm... Y por lo visto no soy el único que no ha tenido un buen día

— ¡Eh!... yo...

— Regresa con tu grupo, antes de que los vigilantes te encuentren...


No dijo más, solo caminó hacia la puerta, su porte elegante e imponente es impresionante, cuando vi su larga cabellera blanca por un momento me sorprendí aún más; me recordó a Inuyasha, pero en una versión madura y educada. No tenía nada que ver con el Inuyasha que conozco.


— Gracias, lamento las molestias... — Ni siquiera me miro o se dio vuelta cuando le dije eso, tan solo avanzo con ese paso seguro que al parecer lo caracteriza. No queriendo meterme en más problemas; tan solo hice lo que él me dijo.


Mi encuentro con aquel hombre, me había quitado toda la furia y frustración que sentía; pero no se deshizo de la determinación que ahora tenía.   Estoy decida a vencer a Kikyo, y a demostrarle a Inuyasha el gran error que cometió al haberme cambiado por esa maldita sabandija rastrera. ¡Aún no puedo olvidar como se fingió mi amiga para robarme a mi novio!   Uy, el recordar lo que ella hizo me hace enojar de nuevo...    ¡Pero se lo haré pagar caro!    No sabe con quién se metió.

La venganza de AomeWhere stories live. Discover now