El primer paso es aceptarlo

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Eran las doce de la noche y los chicos llevaban una hora apalancados en la habitación de Ricky en el hotel, hablando más bien poco y mirando sus respectivos móviles.

"Dios... Chicos, somos los concursantes de OT más aburridos de la historia, normal que estemos fuera."

Todos se quedaron mirándolo como si estuviese loco, pero dejaron los teléfonos bloqueados y empezaron a hablar de qué podrían hacer.

"¿Y si jugamos a yo nunca? Tenemos alcohol y amigos, no nos hace falta nada más." Dijo Mimi con los ojos iluminados.
Todos rieron y empezaron a pasarse las copas y a llenarlas.


"Va, ¿Quién empieza?" preguntó Mireya animada. Raoul, que no quería tener la voz cantante, comentó que lo mejor sería que empezase Nerea, que estaba a su izquierda y era la más pequeña, para después seguir en el sentido de las agujas del reloj según estaban sentados y así ser él el último.


"Va... Yo nunca..." empezó la rubia "Yo nunca he subido en avión". Todos se quedaron callados por un momento y estallaron en risas que resonaron en la habitación, lo que hizo que Nerea se pusiese roja y bebiese tímidamente, cosa que imitaron todos los demás.

"¿Veis? Al menos ha servido para que todos bebamos." Y en realidad, tenía razón, así que siguieron con los retos fáciles hasta que poco a poco se fueron adentrando en temas más escabrosos.


Empezaron la nueva ronda con un "yo nunca he besado a nadie que esté presente" hubieron varios sorbos y terminaron la mitad encima de Luis, quien, por su pudor en la academia y fuera de ella, no había dado ni un pico a casi ninguno de sus compañeros.

"¡Estáis locos perdidos!" dijo con la cara roja, justo cuando Ricky se le echaba a los brazos gritándole que le pagara sus 300€ o le besara en los morros "¡Quitaaa, que no te pago, pesao'!"

Continuando con los turnos, el mallorquín decidió empezar a picar a la gente. "Yo nunca he besado a nadie que esté aún dentro de la academia..." y, tras beber, añadió "lo llevo bien" haciendo pucheros, a lo que todos soltaron un par de carcajadas antes de ponerse a beber quien le tocaba. Nerea, Raoul, Ricky y Mimi bebieron. Esta última se puso a mirar a Ricky y dijo "qué pena no saber a quién", a lo que su amigo le dió un codazo y le exigió que no fuese mala.

Sin embargo, no fue ella quien destapó el siguiente secreto, sino Mireya, quien quiso hacer beber a sus amigas. "Venga, que no me estáis bebiendo nada, así no hay quien os sonsaque cositas... Yo nunca... He besado a Agoney". Todos dirigieron sus miradas a Raoul y este simplemente reprochó "qué graciosa, amiga" y bebió de su copa, no sin antes brindar con la menor del grupo con una sonrisa cómplice.

De pronto, Marina abrió mucho los ojos y exclamó un gran "hostia, esto sí que no me lo esperaba" mirando a Ricky mientras este se terminaba la mitad de su copa de un trago.

El rubio se quedó mirándolo con el entrecejo fruncido. Si había bebido tanto eso significaba que, por una vez, su amigo canario le había mentido en algo y, por algún motivo, aquello le hizo notar una leve punzada de rabia.

¿Qué significaba aquello? ¿Por qué? Ricky no tenía pareja oficial, pero se había hartado de negar ningún tipo de relación especial con el canario... ¿Por qué no negar la mayor ahora también?

"¿Raoul?" le susurró Nerea. Este volvió a poner los pies en el suelo y intentó que su cara no reflejase lo que en ese momento le preocupaba. Como negativa a sus intentos de parecer tranquilo recibió un cojín en la cabeza, enviado desde el otro lado del círculo "No te pongas celosa, ¡rubia! Tú me ganas por goleada, no sé a qué a venido ese sorbo tan pequeño", le dijo el mayor de todos con una sonrisa pícara en los labios.

Aquello le molestó un poco, pero al menos, alejó la rabia que había sentido momentos antes.

El juego continuó un rato más hasta que los chicos decidieron dejarlo estar y Mimi empezó un directo en el que se veía a todos sus compis hablando entre ellos y haciendo bromas.

Una hora más tarde todos estaban recogiendo sus copas y trastos para irse cada uno a su habitación.


Ricky, que dormía con Raoul en la misma habitación en la que habían jugado, cerró la puerta tras de sí al despedir a los últimos en marcharse. Quiso saber si seguía picado por la tontería de antes, así que preguntó directamente.

"Raoul, ¿Te has rayado?" Este lo miró como si no comprendiese a qué se refería. "No te hagas el despistado conmigo amigo... Lo del beso con Ago".

El catalán, que en ese momento se estaba cambiando para acostarse respondió sin girarse "Ah... No te preocupes. Solo... Me ha sorprendido. Pensaba que Agoney me lo contaba todo. Aunque, por lo visto, no es así."

Inesperadamente, notó una mano cogerle la muñeca, haciendo que se girase a su vez. Un agarre en el hombro desnudo y unos labios apretados contra los suyos. Después, un susurro "¿Ves? No tiene por qué significar nada".

Raoul tenía los ojos abiertos como platos y no supo como reaccionar, así que por instinto apartó a Ricky de un empujón, preguntándole qué se suponía que intentaba demostrar.

"Solo quiero que comprendas que, igual que a ti te habrá pasado en la vida, puedes besarte con alguien sin que signifique más que una atracción física o un tonteo. Sí, besé a Agoney porque en su momento me salió así, pero la diferencia entre tú y yo es que, para mi, fue solo eso, un beso. No tiene comparación con lo vuestro, no es como si me hubiese liado con él..."

El rubio parecía confundido pero, ya que en realidad no podía dar más excusas sin sentido, decidió tomárselo a la defensiva "¿Cuando me he liado yo con Agoney? Pregunto."

Ricky borró la media sonrisa que lo había acompañado hasta ese momento y cambió su semblante a un tono más serio.

"Va Raoul, deja de vacilarnos a todos. Te contaré un secreto: no pasa nada porque te líes con un tío. Yo lo hubiese hecho con Agoney, cierto. Y si no tuvimos nada es porque cuatro tonterías no me solucionan la vida." Sabiendo que aquello había sonado demasiado prepotente, añadió "A él tampoco le intereso de ese modo, así que continuamos siendo amigos sin más. Pero sí, si te pasas días besando a alguien cuando tienes la ocasión de estar a solas con él, si duermes con esa persona y la necesitas a cada momento, estás liado con ella. No pasa nada porque te guste. Ni porque a él le gustes tú."

El más joven de los dos dejó de mirar los ojos claros que hasta entonces estaban clavados en sus pupilas y se giró para continuar desvistiéndose.

Cuando terminó, simplemente se metió en la cama y, para cuando estuvo acostado, escuchó un "Buenas noches" que provenía de la almohada del mallorquín.

Realmente no se había planteado tener una relación con su amigo canario. En esos momentos él era de las personas más importantes en su vida, y aquello se le hizo tan extraño, saber que hace 6 meses no sabía que existía, que hace 3 ni siquiera se caían bien...

Pasados unos minutos desde el cierre de la conversación y sabiendo por la luz que salía de las sábanas de su compañero que este seguía despierto, se puso de lado en su dirección y dijo en un tono lo bastante alto para que se escuchara aunque no se estuviese prestando atención.

"Realmente... No creo que él me quiera. No de ese modo."


La luz se apagó y, cuando creía que no obtendría respuesta, desde la penumbra pudo escucharla. "Yo no he dicho que te quiera. He dicho que le gustas... Pero sí. No se si está enamorado de ti. No creo que él mismo lo sepa bien hasta que te vuelva a ver, pero te aseguro que quererte, te quiere. Y sí, de ese modo." Al no encontrar contestación alguna, Ricky volvió a hablar "Que nos tomes a los demás por tontos me parece bastante fuerte... Pero lo comprendo. No a todos se nos da bien contar nuestros sentimientos a los demás. Pero al menos, deberías sincerarte contigo mismo, saber qué sientes y, sobre todo, y esto te lo digo por experiencia, no dejar que ello influya en una amistad que podría ser incondicional y para toda la vida. Te guste o no, esté él enamorado o lo estés tú".

Con esto dejó a Raoul con sus pensamientos y los dos cayeron poco a poco en un sueño profundo.

Yo nuncaWhere stories live. Discover now