Alysa viajaba con el propósito de salir del estrés de la ciudad, mas nunca se imagino que su vida terminaría siendo una locura.
- Mía -gruño aquel extraño y la acorralo contra el árbol.
- Aléjate, estas demente.
#1 en Hombres Lobo -21 Abril
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Ini...
— Estás violando muchas de nuestras reglas y no toleraré más tu comportamiento.
— Yo no soy una de ustedes, así que tus reglas me importan una mierda —grito y siento como clava sus uñas en mi brazo.
— No me importa, pero aquí aprenderás a respetar ya sea por las buenas o por las malas.
— Eres un imbécil —el agarre en mi brazo se hace más fuerte, lastimándome y aquí me doy cuenta de que he sobrepasado los límites. Sus garras han atravesado mi piel y ahogo mi dolor antes de quebrarme ante él.
— Tú lo decidiste —murmura— aquí no tenemos preferencias por nadie y hoy toda la manada lo comprobara.
— Haz lo que quieras, pero nunca me someteré a ti —digo y sus ojos se oscurecen más.
— Eres una insolente —gruñe— pero aprenderás la lección.
Su fuerza era tanta que de un momento a otro un grito desgarrador salió de lo más profundo de mi garganta, había roto mi hueso. A dos brazos con heridas profundas súmale un hueso roto y el resultado será una Alysa conteniendo más dolor del que puede.
— Eso sanará —digo reteniendo mis lágrimas— y no hará que me someta a ti.
— Lo sé, pero lo que viene a continuación si —una sonrisa malévola se instaló en su rostro y sin nada de delicadeza, me cargo en su hombro sofocándome.
El dolor era insoportable y no pude hacer nada contra él, perder una batalla no está mal, mis lágrimas salían descontroladamente y no reaccione hasta que me encontré nuevamente de pie. Mi vista se vio afectada por las lagrimas, el dolor incrementaba con cada movimiento brusco al que me sometía y con la dignidad que aún me quedaba limpie mis lagrimas, puse mi frente en alto y desafié con la mirada al despreciable hombre frente a mí.
— 20 azotes para tu luna —ordena a un chico y este traga saliva fuerte.
Dos hombre me llevan a el centro del lugar, en este hay dos tubos con cadenas colgando de ellos.
— Lo siento —murmura uno de ellos y atan mis manos a las cadenas.
Miro a mí alrededor y demasiada gente se encuentra alrededor, Evan está frente a mí y a pesar de todo el dolor emocional tanto físico que siento, no me dejo intimidar y no aparto la mirada provocando que la furia se vea reflejada en sus ojos.
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— Buenos días, ésta mañana todos presenciarán el castigo de Alysa Grey, quién no comprende lo qué es el respeto y rompe cuantas reglas quiere. Según las leyes que nuestros antepasados han establecido, deben pagarse sin importar de quién se trate —hace una seña al chico y siento algo atravesar mi piel, veo un látigo en su mano y muerdo mi labio al recibir otro golpe en la espalda.
