—Es un bonito atardecer, ¿No lo crees? —La voz de Luke me tomó por sorpresa, pude sentir sus brazos alrededor de mi cintura. Entrelazó nuestros dedos y besó mi mejilla, reposando su barbilla sobre mis hombros. —Estaba buscándote, quería hablar contigo a solas antes de que la fiesta de Chloe comience.

— ¿Todo está bien? —Pregunté, frunciendo mi ceño. Volteé para poder ver su bonito rostro, su suave y angelical rostro de niño bonito.

Luke parece unos doce años más joven ahora que se ha afeitado, sus rizos dorados han sido despeinados debido al viento de las costas. Los reflejos del sol consiguen que sus ojos luzcan más claros y profundos que de costumbre, sólo necesito conectar nuestras miradas para sentir paz y tranquilidad. Trae puesta una camisa de satén negra, unos jeans ajustados y sus desgastadas botas doradas; un colgante que su madre le obsequió algunos años atrás, decora su pecho, dándole un toque especial al atuendo.

—Todo está bien, los chicos están jugando con su hermana —Replicó, esbozó una amplia sonrisa mientras nuestras manos permanecen entrelazadas. —Quería hablar contigo sobre mis vacaciones, las cuales constan de un mes y medio después de todas las horas extras que pasé dentro de mi oficina. Se supone que llevaría a los niños a Disney, pero tengo una mejor idea.

— ¿Una mejor idea que Disney? —Fruncí mi ceño. —Es difícil de creerlo, Lukey.

—Oh, vamos. Disney es una completa pesadilla, está repleto de turistas y necesitas más de tres horas para subir a cada maldita atracción —Se quejó, encogiéndose de hombros. —Los únicos beneficiados con unas vacaciones a Miami serán los niños... así qué, pensé que Sam podría llevarlos a Disneyworld, mientras nosotros le damos la vuelta entera a Europa.

Quizás mis hijos adoren pasar tiempo con su tío y viceversa, pero no puedo pedirle que se responsabilice por tres pequeñas criaturas mientras recorro bellísimas ciudades junto a mi esposo. Todos somos una familia, se supone que deberíamos hacer este viaje juntos. Pero, por otro lado, también puedo ver cuál es el punto de Luke al dejar a los niños en Sídney con una persona de confianza.

—Piénsalo, Cleo —El rubio insistió, ampliando su sonrisa. —París, Ámsterdam, Londres, Liverpool, Dublín, Belfast, Copenhague, Lisboa, Edimburgo, Amberes, Estocolmo, San Petersburgo, Berlín, Salzburgo, Ginebra, Florencia, Venecia, Roma, Dubrovnik, Barcelona, Madrid, Viena, Praga, Oslo, Estambul, Atenas, Santorini... ¡Podemos encontrarnos con toda la familia allí, bebé! Serán unas simples semanas, podemos dejar a los niños junto a mi madre, si eso hace que te sientas más segura.

—Suena tentador, pero, no lo sé —Bufé, encogiéndome de hombros. —No quiero dejar a los niños, no después de todo el tiempo que permanecí alejada de ellos. Ansío pasar tiempo contigo, pero no puedo permitir que mis hijos piensen que soy una pésima madre por dejarlos por más de un mes.

—Entonces los llevaremos con nosotros —Mi esposo exclamó con alegría, besando mis labios con ternura. —Hablaremos sobre esto más adelante, ¿Vale? Es momento de subir y disfrutar del cumpleaños de nuestra pequeñita, ¡No podremos volver a festejar su primer año!

—Esa niña será un grano en el trasero para ti, Luke —Solté, conteniendo las carcajadas. —Ella será tan rebelde como su padre y, tendrá...

—La belleza de su madre —Me interrumpió, depositando un cálido beso sobre mis labios antes que ambos nos decidiéramos a regresar. —Ella será un grano en el trasero porque tendrá tus dotes de muchachita encantadora y todos los imbéciles estarán detrás de mi pequeñita.

[***]

Una carcajada se escapó de mis labios al notar cómo Eric observó a Abbie Hood, la única hija de Calum y Aqua, quiénes demostraron ser unos increíbles amigos de la familia. De no ser por Aqua, las cosas hubieran sido completamente distintas, puede que ahora mismo no podría estar disfrutando del primer cumpleaños de mi bebé.

toxic ; luke hemmings [2]Kde žijí příběhy. Začni objevovat