Capítulo 15

15.8K 831 62
                                    

Lleva casi toda la mañana lloviendo, llevamos unos días que lo mismo hace un sol abrasador que el cielo se encapota de densas nubes negras y a descargar. Nora está indignada desde que nos levantamos, ella quería usar su nuevo conjunto colorido que compró hace unos meses, pero ha tenido que rendirse y usar ropa normal.

Al terminar la clase de español, la hora del almuerzo está anunciada. Debería ir a encontrarme con William, si voy a ir. Necesito tanto verle, estos días con el enfado y todo se han vuelto una tortura.

—Nos vemos —Le digo a Nora mientras salgo de clase.

El pasillo del área de Ciencias está absolutamente vacío lo que facilita que nadie me vea ir al baño. Cuando llego a la puerta me arreglo el pelo quitando la pinza para dejarlo caer sobre mi espalda y mis pechos. Miro mi ropa atentamente. Hoy me he decidido por una camiseta de manga corta blanca y en el centro el logotipo de One Direction, mis mejores vaqueros y unas Converse negras. Prácticamente las que combinan con todo.

El baño está cubierto totalmente de azulejos blancos y naranjas. Dos cubículos a un lado y dos lavamanos al otro con pequeños espejos cuadrados. Una larga ventana en la parte superior que si no mal recuerdo da al aparcamiento de profesores.

No hay rastro alguno de William, lo cual me hace cabrear infinitamente. ¿Cómo puede tener tanta cara de decirme que va a venir y ahora no aparecer? Le doy una patada a uno de los cubículos y cuando voy a salir por la puerta del baño lo veo aparecer por esta con expresión seria.

Santo cielo.

Viste unos pantalones beige y una camisa de rayas azules y blancas. Su cabello está bien peinado hacía un lado. Bastante formal, como de costumbre.

Su expresión me hace retroceder hasta volver a entrar al baño y él cierra tras de sí poniendo una silla bajo el pomo de la puerta para atascarla. No logro descifrar lo que está pensando ya que sus ojos no me dicen nada. Mete sus manos en sus bolsillos del pantalón mirándome fijamente.

La atmosfera entre nosotros se va cargando haciéndose tan densa que podría cortarse con un cuchillo. Ninguno aparta la mirada, ni dice palabra alguna. Me mantengo firme en todo momento pasando el peso de mis pies de uno al otro. Mis manos juegan con la correa de mi bolso.

Pasados unos minutos que parecen eternos, William pasa su mano por su pelo como si estuviera desesperado. Cuando baja la mano al costado de su cuerpo su pelo está todo alborotado, como a mí me gusta.

—Gwen, perdóname —Rompe el silencio.

¿Qué le perdone? Va a tener que ser más específico porque odio este tipo de situaciones. Me apoyo en la pared frente a los espejos con los brazos cruzados sobre mi pecho.

—Sé más específico.

Entre cierro mis ojos para que vea que no estoy de broma.

—No puedo contarte Gwen, solo confía en mí.

Se acerca hasta estar frente a mí lo que me obliga a alzar la mirada.

—¿Confiar en ti? ¡Cómo voy a confiar en alguien que me oculta cosas! ¡Lo mismo estas casado y tienes hijos y yo aquí como una idiota discutiendo contigo! ¡Y encima, quieres que conozca a tus padres! Pero tú, ¿de qué película te has escapado? ¡Es absurdo

Descruzo mis brazos frunciendo el ceño ante su repentina carcajada. Le intento empujar, pero no se mueve de su sitio. ¿Cómo diablos lo hace? En cambio, para de reír poco a poco y se acerca nuevamente a mi acortando toda distancia entre nuestros cuerpos.

—Estoy muy seguro de no tener hijos, y mucho menos estar casado. Puedes estar tranquila. Lo que quiero Gwen, es que confíes en que hay cosas que no puedo contarte, y tengas algo de paciencia —Sus manos rozan las mías y me hace desconectar de todo un instante—. Y lo de mis padres, te invito, porque me agradaría que los conocieras. Será una simple cena, si no quieres ir lo entenderé. Pero, para mí, es muy importante.

Lo Prohibido © |BP #1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora