Los Potter son una familia de las más conocida en Inglaterra mágica, destacada por su gran labor al enfrentarse a Voldemort el mago oscuro más poderoso y temido en toda la existencia mágica.
Tienen a un bello hijo que fue el elegido para derrotar a...
Harry estaba en su habitación acostado en la cama mirando al techo, sus padres ni siquiera lo dejaban salir al jardín y no le decían porqué.
Desde que tenía memoria era así, no podía ir a ningún lado prácticamente estaba encerrado en su cuarto, un prisionero en su propia casa que lindo.
-Harry cariño te traje el almuerzo-dijo Lily entrando de lo más feliz con una bandeja en sus manos.
Harry solo la miró inexpresivo, sinceramente no quería ver a nadie y mucho menos a los que se hacían llamar sus padres.
-Gracias por traerlo mamá-se levantó tomando la comida.
-De nada cariño, tus hermanos y tu padre saldrán de compras... ¿quieres acompañarlos?-pregunto acariciando los rebeldes cabellos de Harry.
Cierto sus "hermanos" se había olvidado de ellos, eran mellizos solo un año menor que él al parecer sus padres estaban muy entusiasta con la idea tener más hijos.
En fin al no le gustaba jugar con ellos no se le hacía justo que él fuera el único encerrado en esa casa, que ni derecho tiene de salir al jardín.
Pero sus hermanos si podían salir a donde quisieran sus padres los complacía en todo, por otro lado al él no le daban nada, apenas conocía sus nombres Eithan y Leandro Potter.
Pero poco a poco a Harry estaba dejando de importarle todo, no hablaba a menos que sea necesario y a los únicos que les regalaba una sonrisa eran a sus padrinos que parecían más sus padres que los verdaderos.
-No gracias. Estoy bien aquí.
-¿Seguro? Podrías comprar lo que necesites para Hogwarts-trato de animarlo.
{Ya sabía yo que por nada me iba a dejar salir} la miró de reojo.
-Esta bien, pero quiero comprar solo lo que voy a necesitar en Hogwarts.
-Esta bien cuando termines de comer vístete-le sonrió saliendo de la habitación.
Harry miró la comida con fastidio fácilmente podía sentir las pociones y hechizos en la comida, es que nunca aprendían. Enojado tiró la comida por el baño, estaba cansado de esto por lo menos descansaría un poco en Hogwarts de esto; aunque lo dudaba mucho.
Con un suspiró se cambió de ropa y bajó a la sala a esperar a "su padre y hermanos"
En minutos escuchó voces discutiendo y vio a dos niños bajar las escaleras gritándose, uno castaño y otro pelirrojo ambos de ojos chocolates.
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Ambos pararon de pelear al ver a Harry, se veían bastante confundidos.
