¿Olores?

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Renesmee:

Varios días después de mi torcedura, dos para ser exacta sané por completo. Seguí mi vida con Jake como si nada hubiera ocurrido, pero había un cambio...

Jacob:

—Te vas a ir de caza ¿Verdad?

—Tengo sed, pero quiero que me acompañes... Por favor...

—Está bien. Te voy a acompañar... — acompañé a Ness de cacería...

Ultimamente ella iba todos los días. No sabía lo que le pasa, pero estaba seguro de que no era algo de qué preocuparse...

Ella estaba bien... Ella estaba bien...

Intentaba convencerme a mí mismo que ella estaba bien y que no le ocurría nada malo...

En el fondo sabía que éso no era normal. Sabía que su familia cazaba al menos dos veces cada semana, pero no de ésta forma. Ella está bien Jacob... Ella está bien...

Renesmee:

Fuí de cacería ésa noche. Ultimamente cazaba tres veces por día...

Sé que es mucho, pero. No puedo estar casada con un  Hombre lobo y estar sedienta al mismo tiempo...

En las mañanas salía sola, en las tardes y en las noches conseguía que Jake me acompañara...

Amaba estar de Luna de Miel. En éstos días no ha pasado nada, pues la cacería me deja exhausta...

Hay noches en que le tengo que decir a Jake que no quiero y otras que me siento súper cansada y sólo voy al baño me cambio y me tiro en la cama...

Él me da un beso, me abraza por la cintura y nos quedamos dormidos. Este noche era una de ésas...

Me metí en el baño, me puse mi pijama. Ví que Jake ya estaba en la cama, así que me tiré en ella, me acurruqué en su pecho. Me dió un tierno beso en los labios y luego uno en la frente; antes de dormirse me abrazó por la cintura...

A media noche me desperté; estaba de nuevo sedienta. No podía controlarla hasta la mañana...

Tenía que ir a por un poco de sangre ahora...

Sabía que Jake tenía el sueño pesado y era casi imposible despertarlo. Me levanté con mucho cuidado y fui a la cocina...

Antes de irme de luna de miel, mi abuelo Carlisle me había dado unas cuantas bolsas de sangre; las cuáles las había guardado en el refrigerador...

Busqué unas seis y empecé a beberlas. Cuándo iba por la número seis me dí cuenta de que no estaba sola en la cocina...

—¡Jake! No quería despertarte... Estaba sedienta

—Me hubieras despertado y yo me hubiera levantado para ir en busca de tus bolsas de sangre...

—Estaba muy sedienta, no creía poder seguir en el cuarto, no sin beber un poco de sangre... Lo siento...

—Shshsh, tranquila. Ven aquí... — él me abrazó... — Estoy aquí para tí...

—Éso lo sé...

—Ahora dame éso y vamos a la cama...

—Deja que me la acabe...

—Ok... — me la terminé lo más rápido que pude. Él sólo esperó y luego me abrazó por la cintura...

A medio camino me detuve y salí corriendo al baño. Me agaché en el retrete y comencé a vomitar...

—Por favor no entres... — Jake me hizo caso. Esperó a que terminara...

Jacob y Renesmee : la Ultima Llama Ardiente ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora