Decidió irse con él.

Era su elección y sus padres debían respetarla al fin y al cabo, ya que tampoco estaban tan lejos de casa, sino que estaban más cerca de lo que aparentemente era. Ellos no tienen que recorrer medio país para rencontrarse, así que, mirándolo de esa forma, estaban a tiro de piedra.

Las últimas noches, en donde Capricornio dormía con Virgo a escondidas, porque los padres de ella temían que fuesen muy lejos tan pronto, fueron maravillosas. Nadie pudo reprimir el echo de que Capricornio se colase en la casa a las altas horas de la noche, ayudado por Virgo, para así dormir juntos y pasar más horas al lado del otro.

En esas oscuras y nocturnas noches, Capricornio le contó a Virgo todos sus planes futuros de vida, en donde siempre salí ella.

"Ya sea para pintar un cuadro abstracto, para retratar un paisaje de ensueño, para mirar por la ventana o para ir a cualquier lado, quiero que tú estés a mi lado." Dijo sonriendo. "¿Qué opinas? ¿Demasiado cursi para ti?" Preguntó juguetón.

"No. Creo que es perfecto." Dijo ella, sonriente.

Ella le contó con mucho detalle, aun que un poco tímida, la historia que estaba escribiendo. A él le pareció un poco cursi, la verdad, pero tampoco la juzgó. Era su historia, e igual que todos sus cuadros, nadie mejor que ella misma para entender el significado de cada letra escrita.

Sellaron sus noche con besos, como siempre hacían desde el primero que se dieron. Y es que, se habían vuelvo unos adictos a los labios del otro, ya que encontraban una paz muy singular en los del otro.

"Cada uno tiene su paraíso perdido, y yo he encontrado el mío." Dijo Virgo antes de quedarse dormida, con los parpados cerrados y con una sonrisa leve en los labios. Capricornio la miraba con mucha felicidad, admirando su rostro adormilado y sus labios sonrojados.


Mientras que los días transcurrían, Cancer y Acuario se iban conociendo más y más. Él se estaba enamorando de la espontaneidad de la chica y ella se estaba enamorando de la sensibilidad de él para captar las cosas esenciales.

De echo, unas noches antes de que Capricornio  se fuese aquella mañana en busca de Virgo para aclarar sus sentimientos con ella, estos dos jóvenes habían quedado para cenar en el Mc'Donals. Era una especie de cita pero sin serlo, ya que aun no se habían declarado como pareja ni se habían dicho que se gustaban, aun que fuese un poco. Si no que, Cancer la había invitado a cenar como algo informal, pero con intenciones de ser algo más serio.

Entre hamburguesas y patatas, Cancer con los dedos temblorosos y la mirada muy seria, le dijo a Acuario, casi gritando, que le gustaba. Ella, asustada por el grito, al igual que toda la gente de alrededor, le miró con sorpresa. Sin embargo, no era sorpresa que luego continuaría con un "no", sino que ella se sonrojó después de eso, confesando que también lo quería.

Allí, se unieron en un beso tímido entre ketchup y muchas sonrisas escurridizas.

Y es que, forman una pareja tan especial como bonita.


Tauro, quien desde su aclaración con Virgo y luego con sus padres sobre su sexualidad, comenzó a mostrarse como realmente era con toda la libertad del mundo. A sus amigos les resultaba extraño al principio, dejándolo de lado con mucha rapidez. Sin embargo, Capricornio le entendió bastante bien, ya que tenía la intuición de que su hermano mayor era también gay.

Aun que fuese solo una intuición, a Tauro eso le ayudó bastante.

De echo, dejo de encerrarse en su habitación para salir más y conocer a otras personas, que pronto se convirtieron en sus amigos más leales. Se sentía realmente cómodo con esta confesión a la luz, ya que le permitía hablar desde su verdadero "yo", no desde una mentira hetera que había creado solo para contentar a los demás.

Respetó a la decisión de su hermana para irse con Capricornio, ya que sabía que ella estaba enamorada del chico y que si ella decidía eso era por algún motivo coherente. Se pelearon durante mucho tiempo, pero también conocía a su hermana al igual que la palma de su mano, así que no veía problema en que se fuese. Como él lo haría dentro de un tiempo. No sabía si por el mismo motivo o por otro diferente, pero lo haría.

Además, su hermana, al igual que él, llevaban mucho tiempo encerrados en sus habitaciones sin salir a la luz, sin ver mundo y sin sentir las verdaderas cosas buenas de la vida. Necesitaban airear sus mentes y dejar atrás lo que conocen para adentrarse en un mundo completamente nuevo.



















Virgo y CapricornioWhere stories live. Discover now