Virgo y Capricornio

~ 𝒫𝒶𝓇𝓉𝑒 𝟣𝟧 ~

Capricornio se encuentra en la cama tumbado, con un gran dolor pinzando sus sienes. 

Su piel es blanca, pálida como la nieve. Siente frío con facilidad, sus defensas están bajas, producto de una gripe cogida hace unos días atrás, y la cabeza le da vueltas cada vez que se gira.

El haber estado más de dos horas a la intemperie con Sagitario y, solo con un jersey, no es lo más adecuado para este tiempo.

En esos días, tenía la cabeza en otro sitio. Se le había presentado la oportunidad de irse a estudiar artes plásticas fuera de la ciudad. Era una gran oportunidad para desarrollar todo ese potencial que él poseía para el arte, pero aún estaba presente el problema de que sus padres no lo aceptaban. 

Esto le tiraba muchas veces para atrás, incluso negando esa oportunidad.

Sin embargo, seguía pensando en que tenía que coger esa oportunidad, ya que era algo que no ocurría todos los días. Por eso mismo, durante esta semana casi toda su atención estaba centrada en sus elecciones personales, dejando de lado a Sagitario y sus mensajes agotadores.

"¿Otro mensaje?, ¿esta mujer no se cansa?" piensa cada vez que ve su nombre en la pantalla.

A alguien le puede gustar este tipo de pareja, pero a él le está agobiando. Sagitario es una persona que se entrega en cuerpo y alma a su pareja, pero Capricornio no le pidió salir por esa razón.

Todos lo saben e incluso Sagitario se lo huele, pero no quiere admitirlo.

-Toma cariño, una sopa.- comenta su madre entrando en la habitación a oscuras.

Capricornio no tiene ganas de ver la luz del día, prefiere estar encerrado en su soledad, pensando en lo que debe hacer y en lo que ha hecho.

A medida que entabla relación con Virgo, un sentimiento de culpabilidad le pesa en los hombros. Y él sabe porque es. 

Sabe que está mal, pero no tiene el valor para afrontar su error.

-Gracias, mamá.- comenta incorporándose en la cama.

-¿Cómo te encuentras?

-Mejor que ayer.- carraspea, la garganta le arde.

-Deberías abrir la ventana, pareces un vampiro aquí dentro.- comenta ella.

Capricornio se limita a asentir. Las atentas palabras de su madre le hacen darse de cuenta que, aun estando ocupada con su trabajo, le dedica unas horas de su vida. Puede que ella no sea la causante de las circunstancias que han vivido, pero al fin y al cabo, si le ha dejado solo una parte de su vida.

¿Es la hora de volver a conectar con su madre de nuevo? Como cuando era mucho más pequeño.

-Me gusta más estar así.- responde él.

-Esta bien, vampiro.- finaliza con una sonrisa.

La alegría que su madre expresa le hace sentirse mucho mejor, pero no recupera el ánimo totalmente. Aún sigue presente lo que ha hecho y no ha resuelto. 

Y una de ellas es decirle a su madre que no es como su hermano, que él es diferente y que nunca estudiará la misma carrera por mucho que ellos insistan.

La idea se le pasa por la cabeza, pero no está seguro de que sea una buena opción.