Capítulo I

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Capítulo I

París / Londres.

Always with me [Music Box] [Spirited Away] - R3 Music Box


Los domingos por la mañana, Erin se levantaba temprano para ser capaz de ver amanecer por la ventana de su cuarto. Abría despacio las persianas de madera, que cada día hacían más ruido; observaba cómo el sol se deslizaba lentamente hacia lo alto y bañaba todo de luz y de colores pastel. Podía apreciar la Torre Eiffel allá a lo lejos, iluminada por la aurora. Había dibujado aquella escena tantas veces, de tantas formas diferentes, . . . Algunos clientes le habían preguntado alguna que otra vez por qué dibujaba un monumento tan conocido como aquel más como un complemento que como un elemento protagonista, pero ella sencillamente se encogía de hombros. Nunca facilitaba su dirección, siempre daba distintos rodeos cuando regresaba a casa y desde que se había mudado a vivir a la capital francesa había dejado de utilizar su primer nombre. Hacía ya más de tres años que nadie se refería a ella como Erin O'Dwyer. Ahora era conocida como Maud Quinn, la muchacha aplicada y trabajadora que estudiaba criminología gracias a una fantástica beca que cubría casi todos sus gastos. Para todos era una persona misteriosa. Nadie sabía dónde residía, nadie sabía nada de su familia. Lo único que cualquiera con un poco de ojo podría decir de ella era que vivía por y para el arte.

Realizaba varios trabajos a medio tiempo para poder ganarse el pan y pagar sus facturas. Su diminuto apartamento no era para nada caro —teniendo en cuenta que estaba lleno de humedades y desperfectos—, pero ella era feliz con lo poco que tenía. Era su nueva vida. Tocaba el piano algunas noches en un restaurante de lujo cerca del Sena. Allí le prestaban ropa adecuada, ya que ella no poseía nada más elegante que un vestido de cuadros que empezaba a quedarle grande. Por las tardes trabajaba en una cafetería que estaba a menos de cinco minutos de Notre Dame, donde se llevaba generosas propinas desde que los clientes empezaron a conocerla y darse cuenta de que bajo su apariencia de persona frívola y dura había una muchacha encantadora. Los fines de semana vendía pequeñas ilustraciones en Montmartre o en la orilla del Sena; eran pequeñas obras que realizaba en su tiempo libre durante la semana; hacía también retratos y caricaturas, y se sacaba un dinero extra si sonreía a los turistas. A veces incluso tocaba el violín en el metro.

Estudiaba artes por su cuenta, practicaba con el violín que el casero le regaló tras haber vivido en su destartalado piso varios años, y con el piano en una pequeña cafetería donde a veces le ofrecían dinero por el ambiente tranquilo y relajado que se formaba cuando ella tocaba. Si miraba atrás en el tiempo, cuando aún vivía con su padre y Thomas en Irlanda, se entristecía un poco. Añoraba su casa, a su familia, y el magnífico piano de cola que su madre le había dejado. A pesar de todo, podía decir con total sinceridad que era feliz. Estaba estudiando en la universidad y, aunque tuviera que trabajar mucho día a día, se acostaba con la conciencia tranquila y con el alma en paz. Soñaba que regresaba a casa como si nada hubiera pasado, soñaba que su padre volvía a por ella y le prometía que todo estaría bien, podía al fin volver a su verdadero hogar. 

Lo que más la enorgullecía era que había cumplido su palabra: no había vuelto a derramar una sola lágrima por su pasado.

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John Watson regresó de la guerra herido y con las emociones a flor de piel. Londres no había cambiado mucho desde que se había ido a cumplir con su deber al frente. Fue un magnífico doctor, hasta que una bala le dio de lleno y le obligó a regresar a Inglaterra. Allí se encontró solo, sin pertenecer a ningún lugar, con un terrible vacío en el corazón y un incómodo dolor por todo el cuerpo.

Resiliente [Sherlock Holmes]Where stories live. Discover now