Golpe de Suerte(Vegetta y tu)

Cap 2 El encuentro

-¿Me hablabas?- pregunte tímidamente, asomando una pequeña parte de mi cabeza de la pared donde me estaba escondiendo

-Necesito hablar contigo- me miro severamente- baja ahora-

Salgo de mi improvisado escondite, bajo las escaleras con lentitud, respirando profundamente para tratar de detener el temblor de mis pies, me pare frente a él y lo mire a los ojos.

-¿Me puedes explicar que es esto?- saco de su bolsillo el papel que le di a mi madre

-Es un aviso- baje la mirada asustada- me expulsaron-

Mi padre se empezó a reír, eso puede significar dos cosas, o esta muy estresado o se está burlando de mi, que no creo que sea eso; con un rápido movimiento levanto la mano y me golpeo con el cinto directo en las piernas, sentí un dolor agudo pero no grite, no debo de hacerlo.

-¿Por qué te lo dieron?- pregunto con una extraña calma

-Por que el director cree que le estoy mintiendo- respire profundamente y me arme de valor para mirarlo de nuevo a los ojos- pero le dije toda la verdad-

Se me quedo mirando con el ceño fruncido, apretó la mano en la que tenía el cinto, debo de controlarme lo mejor posible, cualquier suspiro o lagrima empeorara la situación, en un parpadeo mi padre me golpea, pero esta vez en el estomago, siento como si se me fuera el aire, me tumbe en el suelo, para tratar de que mi mundo dejara de estar borroso por un momento.

-¿¡Por que le mentiste al director!?- grito mi padre con tal fuerza que me empezó a doler un poco la cabeza, respire profundamente, ¿Le debo de decir lo que me paso? ¿O eso empeoraría la situación?, si el director no me creyó, ¿Mi padre lo haría?- ¡Contéstame!- me golpeo en la espalda, no pude soportar más, grite con fuerza

-¡Que no mentí!- grite con un coraje que no sé de donde lo saque

El silencio invadió la sala, ¿¡Qué acabo de hacer!? Empeore la situación, en un abrir y cerrar de ojos mi padre me volvía a golpear en todo el cuerpo, trataba de no gritar pero el dolor ya es insoportable, creo que el café cinturón de mi padre se mancho de algún liquido negro.

-No me vuelvas a levantar la voz en tu vida- dijo seriamente mi padre lanzando el cinto a lado mío- ¿Me entendiste?-

Sin esperar mi respuesta, salió de la sala, y se encerró en su cuarto. No puedo respirar bien, me duele todo el cuerpo, me quedo ahí tirada, con miedo de moverme y que él me escuchara, ¿Por qué a mí?, levanto la cabeza un poco y veo que no hay nadie, ni siquiera mi madre, respiro profundamente y me levanto lentamente, escucho como mis brazos y piernas truenan por el peso de mi cuerpo, me mareo ligeramente cuando estoy completamente levantada, subo con lentitud las escaleras, un paso tras el otro, cada movimiento es como si me encajaran agujas en las articulaciones; no sé cómo pude llegar a mi cuarto sin hacer ningún ruido, entro lo más silenciosamente posible y cierro la puerta, prendo la luz y lo primero que veo es al espejo donde me quedo mirando con una mezcla de sentimientos; todo mi cuerpo, sin exagerar, está llena de heridas, mi blanca blusa tiene manchas rojas y mi pantalón de mezclilla esta medio roto con manchas azules oscuros a negras, tengo algunos moretones en mi cara. No puedo soportar esto, sin pensarlo dos veces, agarro mi mochila de la escuela, la vació por completo, busco algo de ropa limpia y la meto dentro de ella, tomo todo el dinero de mi alcancía, que son más o menos 50 euros y salgo de mi casa, decidida de no volver a sufrir de nuevo; adiós a mis bulliadores, adiós a amigas falsas, adiós padres.

Camine por las cálidas calles de Madrid, nadie me prestaba demasiada atención, por suerte es de noche y nadie me ve las heridas, pero después de caminar más de 20 minutos mi cuerpo ya no puede dar más; me siento en la acera y empiezo a llorar, no me importa si alguien me ve, después de sufrir miedo, enojo, dolor, furia, frustración y tristeza no creo que algo me pueda afectar ya, siento como si alguien se sentara a lado mío, levanto la cabeza de mis manos y veo que es un chavo alto, no más de 25 años, tiene algo de barba, sus ojos es lo que más me llama la atención, siento que lo conozco pero no sé de dónde ¿Sera porque perdí demasiada sangre?