Zabivaka

Capítulo 30 ADIÓS ALEMANIA

Todos estaban tristes de escuchar aquella noticia, Eliot intentó protestar pero Zabivaka no dejó que el pastor suizo cambiara su decisión, con el paso del tiempo Hunter aceptó la decisión de Zabivaka y el mismo prometió visitarlo en Moscú en cuanto éste tuviera tiempo, su viaje se programó para dentro de tres días, con un servicio internacional de mudanza consiguió que sus cosas fuesen enviadas de manera segura del departamento de Berlín a una casa en la distinguida zona residencial de la capital rusa.

La liga nacional alemana de fútbol llamó a Zabivaka un día antes de su partida para una junta en la sede de Berlín, Zabivaka con un traje elegante y zapatos entró a su auto y condujo hacia un edificio que estaba cerca del monumento Puerta de Brandeburgo, luego de entrar en la recepción tomó un ascensor que lo llevaría a la planta más alta en dirección al auditorio, al abrir las puertas se estremeció al escuchar el fuerte ruido de cientos de aplausos.

Todos los presentes aplaudían alegremente mientras Zabivaka pasaba entre ellos y estrechaba las patas de sus conocidos, en una distinguida sección se encontraban los equipos de Brandeburgo y Hamburgo, Hunter, Rudy y Cosmic sentados cerca del centro.

-¡HOLA, ZABIVAKA!- gritaban sus compañeros de Force Berlín.

El lobo apreció que en el escenario había una mesa con sillas y funcionarios sentados en ellas como el día de su graduación, el presidente del equipo Force Berlín se encontraba junto al director de la liga alemana seguido por dos representantes de la FIFA, en el centro de la mesa se alzaba dentro de una urna de cristal lo que venía siendo un trofeo bañado en oro con la figura del lobo sosteniendo un balón de fútbol, el lobo se sentó en la primera fila para escuchar la bienvenida, en el fondo del escenario apreció que se alzaban las banderas de Rusia y Alemania.

-Hoy una eminencia se encuentra entre nosotros- dijo el director de la liga alemana sosteniendo un micrófono- el esfuerzo, trabajo y sobre todo el sacrificio por parte de él han hecho que estemos reunidos el día de hoy, comenzó con un sueño a los diez años en la ciudad de San Petersburgo, Rusia, inspirado con su himno nacional y un sentimiento patriótico que marcó como meta en la vida aprender a jugar el deporte que más pasión le provocaba, desde entonces el fútbol ha formado parte de éste reconocido jugador, como primera experiencia logró unirse a la liga juvenil de nuestro país y aprender de la derrota para luchar con más ánimo en la vida, ejerció el deporte en lo que correspondió a tres años de su carrera universitaria y posteriormente siendo seleccionado para el equipo Force Berlín fue reconocido a nivel nacional por su gran destreza y compromiso con el fútbol, siendo actualmente el jugador en Alemania que ha roto el record de anotar cuarenta y cinco goles en el periodo septuagésimo primero de la liga de fútbol nacional, su compromiso y facilidad de trabajo en equipo lo llevó a competir en nombre de Alemania en la capital sueca tres años atrás, dejando en alto el nombre de nuestro país al ganar la copa internacional de la unión europea. A pesar de ser extranjero, ha demostrado su cariño y afecto a nuestra querida patria, su paso por Alemania nunca será olvidado y ten por seguro que te extrañaremos, Zabivaka- El director hizo una pausa y suspiró- Rusia te espera con las puertas abiertas y deseamos de todo corazón que seas feliz en tu tierra.

Todos aplaudieron y Zabivaka derramó unas cuántas lágrimas al escuchar aquellas palabras tan emotivas por parte del director, su historia fue contada en unos minutos y al recordar todos aquellos difíciles momentos suspiró dejando solo los recuerdos más felices, en efecto el haber adquirido la experiencia en fútbol en Alemania era demasiado pedir para un jugador extranjero y Zabivaka tuvo el privilegio de iniciarse en el país campeón.

Luego de más datos dichos acerca de su trabajo en el fútbol y las huellas dejadas en Alemania finalmente fue llamado.

-Zabivaka, sería un placer que subieras con nosotros- dijo el director indicando a sus asistentes que abrieran la urna de cristal.