Capítulo 2 EL PRIMER BALÓN

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Al encontrarse fuera de aquella majestuosa tienda con tantos Rublos en su pequeña bolsa, Zabivaka no dudó en entrar, la sección de Basquetbol estaba a un lado de las escaleras, deseaba encontrarse con alguna personalidad del Futbol pero no lo consiguió, posterior a su paso por la sección de basquetbol se dirigió al segundo piso como el empleado de la tienda le había indicado hacía unas dos horas antes del concurso, apenas llegó la emoción recorrió todo su cuerpo; chaquetas de todos los equipos rusos e internacionales, playeras oficiales de Spartak Moscú. Zabivaka sentía que estaba en su verdadera casa pero algo que iluminó sus ojos azules fue una vitrina llena de balones oficiales de diferentes equipos, llamó su atención un balón con franjas rojas como rayos con la orilla finamente delineada de color negro, sin pensarlo lo tomó con sus pequeñas patas pero su felicidad apenas duró hasta que observó el precio; seis mil setecientos trece rublos, era verdaderamente un precio alto, por supuesto que no gastaría esa cantidad en un balón o probablemente lo echarían del instituto antes de que pudiera explicarlo.

Cuando se aproximaba a regresar el balón, Rudy apareció detrás de él con aspecto feliz.

-¡Hola Zabivaka! Que coincidencia encontrarnos de nuevo, nos vimos por última vez hace unos veinte minutos fuera del teatro.- reían juntos e incrédulos de encontrarse en tan poco tiempo.

-Me sorprende a mí también, Rudy la verdad pensaba en comprar este balón pero... el precio es muy alto...-Rudy se acercó sin contestar a ver el precio.

-¿Seis mil Rublos? Zabivaka es lo más barato que he visto en mi vida.- echó a reír luego miró a Zabivaka.

En un instante un Husky más grande que Rudy se puso detrás del amigo de Zabivaka y lo reprimió por su escándalo, aquel husky desconocido parecía tener una relación con Rudy, como fue de esperarse se trataba de su padre. Aquel fundador de una pequeña liga de futbol que inmediatamente se fijó en Zabivaka.

-Oh papá, él es mi nuevo amigo, Zabivaka. Él es mi padre Zabivaka.- los presentó Rudy.

-¿Qué tal Zabivaka? Mi nombre es Yakov, no pude evitar ver que te gusta el futbol, además quiero felicitarte por tu extraordinaria interpretación del himno, todo San Petersburgo lo escuchó seguramente y... ¿acaso quieres comprar ese balón? Excelente auto recompensa después de una gran experiencia.

Zabivaka miró al padre de Rudy que tenía un aspecto amable hacia él, era cien por ciento seguro que pertenecía a la alta sociedad rusa, sin embargo Zabivaka se presentó como un caballero. A pesar de la educación de su padre, Rudy era travieso e incluso algo loco y extremadamente alegre.

-Un placer, mi nombre es Zabivaka agradezco encarecidamente su reconocimiento por mi interpretación, sinceramente planeaba comprar esta balón con la recompensa del concurso sin embargo es un precio alto para mí, en verdad no me apetece meterme en más problemas en el instituto de los que puedo tener...- Zabivaka se llevó las patas hacia atrás bajando apenado las orejas.

-Por supuesto que alguien como tú merece un reconocimiento por tan linda interpretación, Zabivaka, vamos toma ese balón, será un obsequio de nuestra parte.- Yakov tomó el mismo balón que Zabivaka había dejado hacía unos instantes y se lo entregó.

Caminaron juntos con Rudy hacia la caja registradora, el balón fue pagado, ahora pertenecía a Zabivaka quien deseaba uno con todas sus fuerzas.

-WOW, Zabivaka tienes tanta suerte... yo le rogué tres veces a papá para que me comprara un balón mucho más simple que el que ahora tienes.

Salieron de la tienda y subieron al auto debido a que el señor Yakov ofreció a Zabivaka llevarlo hasta el instituto, en el camino hablaron sobre más temas de futbol e incluso de los problemas que Yakov enfrentaba en su trabajo, debido a que el comunismo ruso en esa época estaba en su peor etapa. Al llegar al instituto bratskiy Rudy y su padre invitaron a Zabivaka a entrenar con ellos en la pequeña liga, lo llevaron hasta la entrada y se despidieron deseando verse de nuevo. El oficial se llevó una pata al pecho con alivio e indicó a Zabivaka que se dirigiera inmediatamente al despacho de la señorita Anastasia, Zabivaka feliz recorrió los pasillos tocó la puerta y ésta se abrió de golpe, detrás de ella la señorita Anastasia más roja que la última vez ordenó a Zabivaka que se sentara inmediatamente.

ZabivakaWhere stories live. Discover now