💕Helpless💕 [TomTord]

💕01.💕

–Lo del chico ese. ¿Por que ese enfado?

–Ay, ¿Y yo que sé? Simplemente me enfadé.– Soltó un bufido.

–Owww..... ¿Acaso deseas a ese chico?~– Preguntó pícaro.

El otro puso una mueca de asco.

–O, vamos, ¿por qué preguntas esa asquerosidad?

–Los que se pelean se desean~–Le guiñó un ojo.– Y tú, parecía que ibas a empezar una con ese chico.

–Antes con él prefiero empezar una aventura..... Espera-....– Al darse cuenta de la mierda que había dicho sus mejillas se le pusieron totalmente coloradas.

El ojinegro le dirigió una mirada..... Pícara. Jodidamente pícara.

–T-tom.... N-no....

–Tom, si~

–P-para.....

–No lo haré, lindo~

–P-pa-para....– Tartamudeó, con el ceño fruncido.

–Shhhh, no~

–J-joder Thomas.... P-para, que esta co-conversación ya parece sacada de una pe-película porno......

–Eso era lo que pretendía…~

–E-estúpido....

–¿Por qué a veces te ves tan... Pasivo~?

–¿Q-qué...? ¿Yo....? Si acaso te ves TÚ así.– Contestó remarcando el "tú"– Anda, déjate de tonterías y....– Fue interrumpido por el hecho de él otro se tapó los oídos.

–Lalalalalala no te oigo. Soy de palo, tengo orejas de pescado.–

–Gilipollas.– Dijo el de verde para después levantarse.

–––——————

–Aaaahhhh– Fangirleo por lo bajo el noruego.– ¿Te has fijado en ese chico? Es tan..... Lindo.– Dijo, entusiasmado y terriblemente indefenso.

–¿Cual? ¿El castaño oscuro?– Dijo el rubio fresa con el corazón en un puño y los nervios a flor de piel.

El noruego lo miró con picardía.

–¿Así que a ti.....?– Preguntó, olvidándose de aquel chico que le había dejado indefenso.

–No, solo preguntaba.– Dijo, con un puchero y con el ceño levemente fruncido.

El noruego río, para después contestar a sus preguntas.

–Bueno, contestando a tus preguntas..... No, es más, ese no me agrada mucho. Me refiero al otro.... El de ojos tan extraños pero lindos.– Comentó con ternura.

–Ya veo.....– Dijo el rubio fresa con un semblante nervioso, para después sonreír.– Con que.... ¿Te gusta?

–No me gusta, me encanta.

–Ajá......– Dijo para después levantarse.– Enseguida vuelvo.– Se alejo de la mesa, en busca del ojinegro.

–¿Eh? ¿A donde vas?– Preguntó nervioso, mientras observaba como su mejor amigo se iba.– La barra está en dirección contraria..... ¿Es que no me vas a pedir mi vaso de vino?– Musitó, triste.

El noruego también se levantó, aunque era para después dirigirse a la barra. Aunque no le hacía mucha gracia, dejaría a su amigo hacer lo que quisiese hacer. Estaba comportándose de manera extraña y necesitaba despejarse. Quizás el amor era demasiado complejo para él.

Se sentó en un taburete, para después llamarle la atención a uno de los que atendían.

–¿Qué desea?– Preguntó servicial aquel muchacho.

–Un vaso de alguno de sus mejores vinos y.... un trozo de Baguette con tomate. – Contestó, llamando la atención del de verde, el cual estaba sentado a su lado.

–Enseguida.– Fue lo último que dijo, antes de marcharse por una pequeña puerta.

–¿Con qué un gusto refinado, eh?– Preguntó burlón.– Me parece que eres una persona que nunca ha estado satisfecha.

–¿Perdona? Estas olvidando tus modales.– Frunció el ceño.

–Te pareces a mí. Nunca estoy satisfecho.

–¿Es.... Enserio?

–Nunca estuve satisfecho.

El de rojo soltó un suspiro.

–Mi nombre es Tord Larsson.

–Edd Gould.

–¿Eres de aquí, verdad?

–Exacto. Creo que se nota por mi acento. Y por el tuyo, puedo denominar que no eres de aquí. Eres de Noruega, ¿cierto?

–Si, ¿Cómo lo sabes?

–Fui allí, puedo distinguir el acento y el idioma. Y además, antes hablaste en noruego.

–Vaya.

–¿Y porque estás aquí?

–Siempre me ha gustado este sitio- Contestó, provocando una sonrisa en el rostro del otro.– Wow.....

–¿Qué?

–¿Puedes sonreír?– Preguntó burlón, provocando que este frunciera el ceño.

El comunista río por la expresión del contrario, haciendo que el artista volviera a sonreír.

Se escuchó una puerta abrirse. El muchacho que antes atendió a Tord se acercó con un vaso de vino y aquel trozo de baguette con tomate.

–Tome.

–Gracias.– Agradeció mientras tomaba en sus manos aquello que pidió.

Se iba a ir de nuevo a su mesa, hasta que escuchó una voz detrás de si.

–Por cierto, Tord..... Perdón.

Este se dió la vuelta.

–¿Por?

–Mi estúpido comportamiento antes, cuando me enfadé con tu amigo.

–Tranquilo, ya da igual.– Sonrió cálidamente y siguió su camino, provocando un sonrojo en el rostro del artista.

–Es.... Tan.... Lindo.– Musitó mientras observaba como aquel chico que le acababa de robar el corazón se iba.

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