pacify him • yoonmin OS.

parte única.

Yoongi se encontraba en el estudio aburrido, sin nada que hacer más que mirar a la nada mientras jugaba con sus dedos y de fondo se reproducía "Pacify Her" de Melanie Martinez, él amaba esa canción.

La puerta se abrió y divisó a Jimin y Jungkook salir, agarrados de la mano.

Verlos juntos le ponía de malas, Jungkook siempre besaba o agarraba de la mano a Jimin enfrente de él a propósito, a Yoongi le ponía de los nervios, no lo soportaba.

Jungkook se fue y azotó la puerta, Jimin se veía cansado y triste mientras se dirigía a Yoongi. Vaya.

"La perra básica finalmente se ha ido, ahora puedo tomar a su hombre.."

- Hey, hyung. - dijo Jimin sentándose a su lado.

- Hola, Jiminie. ¿cómo estás? - preguntó Yoongi mirándolo.

- Bien, muy bien. - suspiró.

- Uff, se nota a kilometros lo bien que estás. - dijo con sorna, riendo irónico.

Un silencio incómodo los invadió por completo hasta que Jimin lo rompió, de una manera muy sorprendente.

[Narra Yoongi]

- Yoongi.. - se acercó a mí, subiéndose a mi regazo y abrazándome, me tomó por sorpresa.

Aún que no voy a negarlo, me aproveché de él tomándole de la cintura y él hundió su cabeza en mi cuello.

Recuerdo que alguien me dijo: "mantente alejado de las cosas que no son tuyas"

pero.. ¿él era realmente suyo si me deseaba tanto?

La canción seguía reproduciéndose a un volumen bajo pero audible, Yoongi amaba esa parte por qué siempre le recordaba a Jimin, aquel pequeño de mejilla regorditas siempre lo miraba, aveces con deseo y otras veces con tristeza, pero sólo ellos se entendían.

- Mierda, te extraño tanto. -susurró a mi oído, aferrandose más a mi.

- Y yo a ti, Jiminnie.. cómo no tienes idea. -le dije. Acaricié su espalda suavemente y le robé un suspiro.
Esta vez yo escondí mi cabeza en su cuello, su olor era simplemente dulce.

Ese perfume que emanaba su piel podría hacerme delirar. Respiré profundo allí.
Mi lengua ardía por pasearse ahí y mierda, las pequeñas manos de Jimin habían subido a mis hombros, abrazándolo, rodeando mi cuello con sus brazos y acariciando mi pelo con sus manos.

Un silencio incómodo nos invadió de nuevo, sólo podía escuchar la linda respiración de Jimin y esta vez era mi turno de comenzar.

Mi boca dejó de contenerse y en su cuello realicé un camino de mordidas y besos allí.

- Hyung, e-espere... -jadeó cuando mi lengua formó parte de ese camino.
El agarre en su cintura se intensificó gracias a mis traviesas manos.

Sus caderas se movieron un poco contra mi pelvis.
Todo se fue a la mierda.

El cuello de Jimin estaba adornado de marcas nada cuidadosas de mi incontrolable amor. Quería marcarlo. Volvería a hacerlo mío.

Mis manos se adentraron en esa remera cuando la subí. Este maldito sólo traía sus bóxer.

Mis besos subieron a sus labios, extrañaba ese hermoso sabor dulce que tenían esos lindos y carnosos labios. Extrañaba su preciosa textura y sobre todo, sus hermosos besos que me hacían sentir tan jodidamente bien.