Capítulo 11

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Definitivamente las cosas cambiaron.

Acepté ser la novia de Malcom porqué me pareció terreno seguro y un lugar en el que mi corazón puede estar a salvo.

Soy consiente de que probablemente es una decisión apresurada y algo tonta, pero acepté.

Jake duerme en mi cama como un bebé, mientras que yo no puedo pegar un ojo por lo que el me dijo.

¿Le gusto?

Una parte de mí quiere creer que Jake no miente y la otra, la ganadora, me dice que sólo es una estúpida broma de mal gusto.

¿Me gusta a mí?

No lo sé y tampoco quiero saberlo. Sería jugar con fuego, uno con el que no quiero quemarme.

No voy a negar que quiero a Malcom, quizá no en la forma correcta pero lo hago. En este último tiempo ha sido un apoyo para mí y un gran amigo.

Es apuesto, divertido, amable y honesto; todo lo que siempre quise en un hombre.

Mientras que Jake es desastroso, imbécil, egocéntrico y algo tonto, pero sin duda es un buen chico.

Suspiro cansada por el rumbo sin sentido que toman mis pensamientos en torno a los chicos.

─¿Porqué a mí?─gruño enterrando mi cabeza en la almohada.

Puedo sentir la respiración tranquila de Jake a unos centímetros de mí, tan cerca que olvido como respirar.

Giro mi rostro lentamente hacia el suyo y me permito observarlo. Sus largas pestañas rozan sus pómulos cubiertos de pequeñas pequitas, mientras que sus labios rosados se mantienen entreabiertos. Luce tan tranquilo y en calma que me siento mas atraída hacia él, y entonces sin notarlo, lo estoy besando.

Besando a un chico dormido y borracho.

Y con ese pensamiento por fin soy atrapada por morfeo.

Toc-Toc.

Abro mis ojos lentamente e intento acostumbrarme a la luz del día.

─Skyler, soy yo.─ dice mi madre desde el otro lado de la habitación.─¿Puedo pasar? Hay un chico abajo que te busca.

Alarmada miro hacia el lado que Jake ocupa, sin embargo grande es la sorpresa que me llevo al solo ver un espacio vacío.

─Ya bajo─respondo sin mucho ánimo.

Siento como los pasos de mi madre se van alejando de la puerta, así que me levanto de un salto de la cama y camino al baño con mi ropa. Una vez decente ante los ojos del mundo salgo de mi cuarto con rumbo al desayuno.

La voz de Thomas y la de mis padres se escucha a medida que me voy acercando a la cocina. Trago duro ante la idea de Jake con mi familia, así que me voy asomando lentamente.

Junto mis cejas en signo de confusión. ¿Que hace el acá? El rubio se encuentra sentado en mi cocina junto a mis padres y famila. Mi novio se encuentra junto a mi famila... pero ¿Porqué no estoy feliz de verlo?

─Tu novio es sumamente adorable, cariño─ dice mi madre con una sonrisa orgullosa.

─Sí, Malcom justo nos estaba contando a que universidad piensa ir─ comenta mi padre.

El mencionado me observa expectante, quizá esperando mi reacción ante su presencia repentina. Suspiro con la intención de calmarme y parecer tranquila ante todo, pero no lo consigo. Con una sonrisa forzada lo saludo y me siento a su lado a comer.

─¿Cómo amaneciste?─ pregunta mi madre con fingido cariño. No puedo evitar juntar mis cejas en acto de burla, cosa que mi madre nota.

─Tomé demasiado. ─ miento. Sé que probablemente ella olerá el fuerte hedor a alcohol que desprendo, sin embargo, me aterra más la idea de que sepan que pasé la noche con un chico distinto a mi perfecto novio.

Puedo escuchar la risa que Tom trata de reprimir, la cara de mis padres es bastante graciosa y Malcom nos mira algo confundido.

─Vamos ─ digo al levantarme. El rizado rubio se para junto a mí, y tras disculparse educadamente salimos de la cocina.

Sin mirarlo tomo mi bolso y abro la puerta de la casa para irnos. Siento como la mirada de Malcom penetra mi nuca y estoy segura de que quiere hablar.

─¿Estás enojada porque vine? ─ suelta de una vez en un tono algo burlón.

─No, claro que no ─ respondo sinceramente. Sé que ese no es el tema, se trata de Jake. En el fondo se que prefería que el hubiera estado en esa cocina.

Malcom abre la puerta de su auto para mí y me subo en el, recibiendo un golpe de perfume masculino que no me agrada del todo. Él se sube en el asiento copiloto y se acerca a mi para besarme, lo dejo hacerlo.

La escuela esta llena como siempre a la hora de la salida. Malcom toma mi mano con posesividad y me guía. Una parte de mí quiere soltarlo y la otra se quiere aferrar a el para que no la dañen. Todo el día hemos sido una pareja feliz o al menos un intento, solo para no salir dañada.

Un cuerpo impacta contra el mío y unos ojos sorprendentemente bonitos y familiares me miran. Por una fracción de segundo creo ver dolor en ellos pero ese destello acaba cuando su mirada me escanea con superioridad y sigue de largo sin más. No puedo evitar seguirlo con la vista mientras avanza entre la multitud. Desearía no haberlo hecho; por que es cuando Brittany Adams estampa sus chillones labios contra los de Jake en un apasionado beso cuando comprendo todo.

Otra vez me han visto la cara de tonta, sin embargo juro que no habrá una tercera.

IdiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora