Capítulo 5 Apuesta

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Habían pasado un par de semanas desde el primer encuentro de los violáceos. Yami iba casi del diario a la cafetería para ver al pequeño doncel, tanto que incluso el rubio le tomo aprecio al chico por ayudarlo a defender a su amigo de los acosadores que por alguna extraña razón poco a poco disminuían, quizás por la presencia de Yami ya que pocas veces dejaba que Yugi atendiera mesa con varones, siendo él quien lo hiciera.

Fue un día agotador aunque ya casi no iban varones cada vez iban más chicas y donceles, ambos chicos decidieron descansar en una de las mesas de la terraza

-Y... cuando piensas declararte- pregunto el rubio

-¿Qué?-

-Soy un poco lento pero no idiota, y tú eres muy obvio Yami-

-No creo que sea adecuado decirle Joey-

-Pues si tu no se lo dices alguien más te lo robara-

-Joey, ¿podrías hacerme un favor?-

-Claro viejo, el que sea-

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En la mañana siguiente cuatro chicos estaban dando un paseo por Ciudad Almasi.

Por la mañana primero visitaron un museo, cosa que aburrió a Joey, él no estaba acostumbrado a eso. Al terminar decidieron ir por algo para comer, tanto Yugi como Joey se adelantaron para encontrar un buen lugar en esa zona siendo seguidos por los dos varones.

-Recuérdame porque demonios estoy aquí-

-Fue tu idea castigar a Mokuba con trabajo y dejarlo encerrado en ese horrible despacho-

Flashback}

En el despacho de Seto lloriqueaba un moreno por la macabra forma en que su hermano había decidido castigarlo, dejarlo con tanto trabajo que crueldad de su parte.

-Seto, déjame salir. Prometo que regresare temprano para ayudarte con los pendientes-

-Te quedarás aquí hasta que aprendas a ser responsable-

-Pero ya lo soy, tengo que ir hermano se lo prometí a Yami-

-No saldrás y lo que sea que le hayas prometido lo haré yo, así que más vale que te pongas a trabajar, Mokuba-

{ fin de flashback


-Maldita la hora en la que te enamoraste del enano ojón- susurro molesto el castaño

-Basta Kaiba, fue tu culpa que Mokuba no estuviera aquí...-

-Tsh-

-Oigan, este lugar parece agradable- dijo un pequeño y sonriente doncel

-No me puedes culpar por enamorarme de algo tan lindo- camino rumbo al pequeño doncel

-...."lindo, ¿ese enano?"- pensó el castaño

-Oye cretino que no piensas entrar-

Y estaba el motivo real del porque estaba tan molesto, no le importaba andar de chaperón de su amigo y el enano ojón pero qué demonios tenía que hacer allí ese perro callejero, como si su día no fuera ya fastidioso.

Salieron del establecimiento, rumbo al parque de diversiones de Ciudad Almasi

-La comida estuvo deliciosa- comento el doncel ojo violáceo

FUE UN ERROR (SetoxJoey)Where stories live. Discover now