Sekiryuutei Supremo

Una Isla de Magia

-Pinkie...dije que no empezaras la decoración sin mi...¡Esto es un festival...no una fiesta infantil!- La pelirrosa sonrió ante la ira de la pelipurpura.

-¡Oh, pues verás, me levante temprano ya que estaba emocionadísima con los preparativos para el festival pero me dije a mi misma: Pinkie ¿Cómo puedes ayudar a tu mejor amiga Twilight en su labor? Así que se me ocurrió venir y empezar a decorar todo con globos ya que ¿A quién no le gustan los globos? Y estaba todo de maravilla luego llegaste tú y gritaste: ¡Pinkie Pie! Y yo llegué y dije: ¿Si Twily? Y tú dijiste: ¡Kya! Y aquí estamos!- Pinkie tomó aire y sonrío.

Twilight miraba asombrada a su amiga ¿Cómo dijo todo eso sin tomar aire? Bueno, si algo aprendió en el año que se conocen es que Pinkie Pie...es solo Pinkie Pie. La joven decidió tomar aire, calmarse, no explotar en ira...inhala, exhala...

-Ok...pero déjame decirte que ya había decidido con Rarity que decoraciones usar.- Twilight señaló las decoraciones.- Así que te pido por favor, que saques todo eso para que podamos comenzar, las demás estarán aquí pronto.

-Aaaaawwww...- la pelirrosa sonó deprimida.- ¿Puedo al menos dejar aquí el pastel?- Pinkie sacó de la nada un enorme pastel de chocolate. Twilight pestañeo varias veces...¿De dónde...? No importa...

-Si...deja el pastel, solo ve sacando esos adornos.

-¡Oki-doki-loki!- Pinkie partió hacia su nueva tarea mientras Twilight se sobaba la cabeza, ya empezó la jaqueca.

-Necesito una aspirina...- Twilight amaba a su amiga, ella fue la primera que se acercó a ella cuando inició la secundaria y se han vuelto las mejores amigas pero a veces su hiperactividad la saca de cuadro.

-Veo que no pudiste evitar el desastre querida.- Twilight volteó al escuchar esa voz elegante y de clase.

En la puerta, había una chica media cabeza más alta que Twilight, ella era la presidenta del Consejo Estudiantil de la escuela y era la chica más popular de esta, además de que cursa ya el último año de secundaria, su cabello rizado de color morado oscuro, ojos azules con sombra celeste en los párpados, aura elegante y fina...vestía el uniforme femenino pero por alguna extraña razón, este se veía muy elegante. Tenía en su cuello un collar con una gema purpura de cristal.

-Rarity...- Twilight sonrió al ver a su amiga.- Al fin llegas...

-Lamento la tardanza querida pero no sabía que sombra para los ojos usar. ¡Que tortura, no sabía que podía combinar con mis ojos!- Twilight miró sin expresión el acto dramático de su amiga...- Al final me decidí por un celeste claro ¿Qué tal luzco?

-¡Es el mismo color que siempre usas!- Twilight deseaba gritar, tras tanto drama su amiga se decidió por el mismo maldito color...por eso ella nunca usa maquillaje.- Te ves bien amiga mía...

-Gracias querida.- Si ella ignoró el sarcasmo o no lo notó, es un misterio.- Tú también deberías usar un poco...tengo un color que haría resaltar tus ojos.

-Ehm...creo que paso...- Twilight retrocedió un poco al decir eso ya que la mirada de su amiga paso a modo glamour...sabía que si era atrapada, era el fin.

-¡Acabé!- Pinkie apareció entre ambas chicas con todos los adornos en una caja en sus manos.- ¡Oh, hola Rarity!

-Hola Pinkie...veo que trabajas rápido como siempre.- la chica vio con asombro como Pinkie limpió el lugar de sus adornos en solo minutos.- Por cierto ¿Y ese pastel...?

-No preguntes Rarity...- la chica asintió al enunciado de su amiga.- Bueno, faltan solo 3 de nosotras...

-Dos a partir de ahora.- Una nueva voz, una de un acento campesino, se escuchó.