Matt.
Me dolía tanto ver todo lo que pasaba, que cuando tenía 17 años, decidí marcharme de casa. Ir a donde fuese auqnue sin rumbo fijo. Lo había dejado con mi novia, Paula, que era para mi la chica mas especial del mundo entero. Me dejó porque desde que veía todo lo que pasaba en mi casa, yo había cambiado mi forma de ser. Ya no era el mismo de antes, ahora me metía en peleas, solían ponerme amonestaciones y había empezado a beber y a tomar drogas.
Antes, nunca se me hubiese ocurrido, pero ahora ya no me importaba mucho. Quería borrarlo todo de mi mente, olvidar los golpes que mi madre recibía constantemente por parte de mi padre, el daño que dufría mi hermana por culpa de eso ...
Cuando dejé de ir al instituto y me escapé de casa, no sabía donde iba a vivir y decidí vagar por la estación. Cuando la gente pasaba por mi lado no podía creer que el hijo del abogado más reconocido del mundo e imprtante, pudiese estar tirado en una simple estación de tren.
Muchas veces pensé en acercarme por la casa y ver cómo estaban Morgan y mi madre. Morgan era mi hermana pequeña y no me gustaba nada que ahora apenas comiese. Era una chica muy guapa y todos los chicos iban detrás de ella, pero ahora parecía un esqueleto andante. Estaba muy seca, se le notaban todos los huesos y siempre iba vestida con colores apagados.
Como no podía acercarme por allí, Morgan venía muchas veces a visitarme y me daba su bocadillo y algo de dinero. No me gustaba nada que no se comiera el bocadillo y me lo diese a mi, pero, por otro lado, se lo agradecía mucho.
También solía contarme todo lo que ocurría por allí por casa, cuanto me echaba de menos y el valor que le había echado al irme.
La última vez que vino fue para ir con ella al hospital. Mi madre estaba allí porque mi padre le había dado otra paliza más, pero esta había sido brutal, tanto que mi madre estuvo a punto de morir. La policía habló con nosotros y le contamos por todo lo que habíamos pasado años atrás. Detuvieron a mi padre y mi madre siguió ingresada en el hospital hasta recuperarse del todo.
Yo volví a casa con ellas, Morgan volvió a ser la misma que era antes de todo lo ocurrido, recibió mucha ayuda y ahora volvía a ser esa chica tan guapa que antes fue; también cambió todo su vestuario de nuevo y los chicos volvían a buscarla. Mi madre se recuperó por completo, empezó a salir de nuevo con sus amigas y encontró un hombre que la quería mucho y que, a diferencia de mi padre, no le pegaba. Siempre estaba contenta y nunca más tuvo que tragarse a solas su dolor.
Dejé el alcohol y las drogas, tras una rehabilitación y volví con Paula. Ahora estoy seguro de que nunca me convertiré en alguien como mi padre.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Hola bichitos, aquí vengo a dejaros a los lectores de este minirelato, este nuevo y penúltimo capítulo. Espero que a pesar del mal rato, os guste la escritura y de la manera que esta enfocado. Espero vuestros votos y comentarios. Di no al maltrato ... Muaks
